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Bolivia: Un legítimo mazazo de los indios del Oriente Boliviano pone en problemas al presidente Morales – KAOSENLARED – 9.7.2010

La VII Marcha por la Tierra y el Territorio de la CIDOB ha conmovido al país. La organización indígena, una de las fundadoras del MAS, denuncia que son violados derechos indígenas.

José Ariel Iglesias (La Protesta) | La Protesta para kaosenlared |

“El aparato masista se sigue aplazando aunque la figure del presidente todavía no.”

José Ariel Iglesias – La Protesta Bolivia

El gobierno recibió el año nuevo Aymara con una anunciada movilización indígena desde el oriente boliviano encabezada por la CIDOB.

Sucede que el tiempo de las promesas ya ha terminado y con dos tercios en el Congreso (pedidos en la campaña electoral por el gobierno y obtenidos mediante el voto popular) es hora de ir a las cosas concretas de reivindicaciones históricas y democráticas que al quinto año de gobierno del proceso de cambio, todavía nada se ha visto.

La movilización de la CIDOB no es la única confrontación popular que afronta el gobierno. Los indígenas dieron pruebas que ya no confían en él. Y en las elecciones pasadas perdió casi un millón de votos y también perdió electoralmente en lugares indígenas y campesinos tradicionales, sin contar El Alto donde pasó de una mayoría absoluta a ganar por poca diferencia y todavía le duele haber dejado nada menos que la alcaldía de La Paz en manos de sus ahora rivales de los “sin miedo”.

Asimismo, en estos meses tuvo que afrontar una huelga general, y sucesivas marchas y protestas asiladas como las de la APG que se movilizó desde Yacuiba para impedir la exploración petrolera. Anteriormente durante la cumbre mundial de los pueblos por el cambio climático, (evento internacional y de vidriera privilegiada al Nóbel del presidente Morales) campesinos tomaron los predios de la minera San Cristóbal dado el escandaloso accionar de esta industria extractiva.

Por todo ello, el gobierno está en serios problemas para implementar todo lo prometido en la contradictoria Nueva Constitución Política del Estado que aprobó en negociaciones con la llamada derecha.

Al momento de escribir estas líneas, la movilización esta decidiendo continuar a pesar que ya intervino la comisión política del Senado y llegaron a tres acuerdos sobre 13 puntos exigidos constitucionalmente. En una nueva cortina de humo mediática algunas voces ya han advertido que la acusación de narcotraficante, por parte del gobernador Costas de Santa Cruz al Vicepresidente no es otra cosa que una maniobra distractiva para restarle figuración a la marcha indígena que sigue recibiendo adhesiones y ha provocado un sismo en las filas masistas (Acusaciones de funcionarios y ONG’s, y una división real en las cúpulas dirigenciales de las principales organizaciones)

Sucede que los indígenas del oriente reclaman lo que se les prometió hace tiempo y le vienen escamoteando desde la Ley electoral que solo los dejó con 7 escaños en lugar de los 18 que les corresponde. Así, representación política y recursos para las autonomías indígenas postergadas son su principal reclamo.

Y no es para menos, pues el Polémico Proyecto de Ley de Descentralización y Autonomías (LMAD) prioriza las Autonomías Departamentales (a la Media Luna) por encima de las autonomías indígenas que casi hasta tiene que pedir permiso para existir si uno lee el artículo 59 de la misma, que aprueba sin más, los ilegales e inconsultos estatutos cruceños, denunciados en su momento por el mismo gobierno.

En conjunto, la LMAD hay una priorización de las autonomías departamentales por sobre las otras y principalmente sobre las indígenas y denota la mejor prueba de como este gobierno viene cogobernando con la media luna desde el pacto de la Constituyente, tal como lo veníamos sosteniendo desde La Protesta en meses anteriores.

Un enmarañado de artículos, definiciones, contradeficiones, interpretaciones, refutaciones y letras chicas por estos días confunden a la población, que mira expectante las sesudas discusiones de analistas, opinólogos, abogados y políticos de toda laya que conforman el griterío de los que es y no es constitucional.

Pero por encima de las cantidades de siglas de definiciones que hacen a la territorialidad, y a las gestión del nuevo estado (que no es tan nuevo, sino simplemente ha cambiado el nombre) los temas son los mismos desde la primera marcha del 1990: la organización social construida desde abajo, enmarcado en los reclamos de tierra y territorio y los recursos económicos y derechos políticos para la autodeterminación , de las que habla el Convenio 169 de la OIT ratificado por Ley 1257 y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, en tanto sujetos históricos de postergación y que supuestamente el estado plurinacional debería restituir y compensar.

La VII marcha por la Tierra y el Territorio de la Cidob, se traduce en reclamos concretos: que el dinero de las regalías petroleras y recursos del estado como los del TGN, les llegue directamente a las organizaciones sociales indígenas y por ende a su gobierno autónomo en lugar de tener que pasar primero por los gobernantes de la media luna que harían un uso clientelar del mismo. Asimismo las capacidades de gestión y decisión sobre el uso de su propio hábitat, expresado en al revocación de las concesiones madereras y otras de la biodiversidad además de la legitimidad de la representación política para normar y legislar de acuerdo a sus propias competencias.

Tal como se ve, el gobierno ha recibido un duro mazazo para su legitimidad ya que esta vez no es la media luna oligárquica la que le pone en jaque sino sus propias bases indígenas, campesinas y populares.

No obstante, el gobierno ha respondido tratado de dividir y negociar con sectores internos de las organizaciones tales como el Conamaq y la cpilab e hizo esfuerzos para mostrar que las organizaciones que maneja la CSUTCE (central campesina), las bartolinas (organización de mujeres campesinas) y los colonizadores, ahora interculturales, están de su lado.

Pero el hecho mismo que tenga que mostrar esas cartas demuestra su descrédito y deja a la vista sus claras intenciones de favorecer los acuerdos con la derecha oligárquica que prioriza la indivisibilidad territorial de los departamentos, en pro de un modelo extractivista y de monocultivo todavía vigente ya que la tan mentada reforma agraria, solo se ha dedicado a titular tierras fiscales y no ha tocado un metro del gran latifundio. La ley de reconducción comunitaria 3545 ( de “revolución agraria” que promulgó el mismo gobierno en años anteriores ya es un recuerdo.

Hoy, miércoles 9/7/2010 el MST-B da inicio a una nueva marcha, reclamando sus predio titulados y ante la agresión sufrida por el desalojo en sus comunidades trillazas, Tierra Hermosa, Chirimoyas y tierra firme en la provincia Velasco en Santa Cruz y Pronunciamiento ante el Gobierno nacional expresos sobre el Anteproyecto de Ley Marco de Autonomías y descentralización – XXIV Jach’a Mara Tantachawi del Suyu Jach’a Karangas se suman a estas luchas que los sectores populares encabezan en contra de un gobierno tildado ya por los mismos ex-aliados como una farsa indígena.

Al momento los indígenas solo han logrado firmar papeles y promesas. El juego de la correlación de fuerzas es continuo con aliados sindicales que se alinean en un momento y luego se desmarcan como el Conamaq. Y esto se debe a que la particularidad de esta coyuntura estriba en que es el mismo gobierno con sus dos tercios el que tiene la última palabra. Es decir no hay excusas y le resulta más que difícil ya ocultar sus intenciones. En el horizonte no hay nuevas importantes elecciones en los próximos años que ocupen la primera plana mediática y la media luna ya es un recuerdo también. Por tanto no hay enemigo de PODEMOS o del CONALDE, a quien echarle la culpa.

De como se apruebe la LMAD y las leyes derivadas para la gestión se verá la capacidades y voluntades que existen para dejar conformes a todos. En el marco político seguramente rodará la cabeza de algún ministro y se verá si se amplia las cuotas de poder reclamadas en escaños por la CIDOB. Todo esto esta todavía en definición.

Pero mas allá de estas correlaciones de fuerzas, el campo político sigue ampliándose hacia los reclamos populares que no cesan de movilizarse y el gobierno ya no puede mostrar la hegemonía absoluta que mostraba cuando ganó por el 64 %.

El aparato masista se sigue aplazando aunque la figure del presidente todavía no.

De allí que apoyar las movilizaciones de la CIDOB y las que están en gestión es una gran oportunidad para re-articular desde abajo nuevas organizaciones y religar las luchas del campo popular para conformar una verdadera oposición que reitere la agenda de octubre.

Creemos que es a esta rearticulación del campo-ciudad, campesina-obrera, indígena-mestiza es a lo que verdaderamente le teme el masismo, y no a los sectores agro-petro-terra-latifundistas con los cuales viene acordando y favoreciendo.