El falso indigenismo – EL DIA (Editorial) – 24.6.2010

Suave con los ayllus de Potosí y duro con los indígenas del oriente. No se trata sólo de discriminación, sino de los vínculos de unos y otros.

!…usar el racismo como instrumento de destrucción de la República.”

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El proyecto autonómico oficialista enfrenta a campesinos e indígenas

Conflicto. Sectores aliados del MAS tildan de traidores a indígenas de oriente y occidente, y de recibir apoyo de USAID. El CEJIS llama colonialista y racista al ministro Romero. El Conamaq apoya a la CIDOB en su caminata hacia La Paz  Fuente: LA PRENSA, 24.6.2010

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Editorial de LOS TIEMPOS, 24.6.2010

LOS INDÍGENAS, DE ALIADOS A ENEMIGOS


Los originarios del oriente boliviano no tenían una idea cabal sobre los alcances de la autonomía indígena hasta que los ayllus de Uncía le dieron la pauta que necesitaban para iniciar sus reclamos. Pero la reacción del Gobierno ha sido muy distinta en ambos casos, pese a que los pueblos de las tierras bajas no han pedido en ningún momento declarar a sus territorios “zona libre” para el contrabando y el narcotráfico, como lo han hecho los potosinos, quienes además de asesinar a cuatro policías, han conseguido poner a raya a todas las manifestaciones del Estado Plurinacional y de yapa, se han ganado las justificaciones del presidente Morales y los pedidos de tolerancia del vicepresidente García Linera.
Amparados en la Constitución Política del Estado, los indígenas del oriente han solicitado que la autonomía indígena abarque el gobierno sobre los territorios ancestrales, lo que implica tuición sobre recursos naturales, parques nacionales y la posibilidad de superponer sus jurisdicciones a los límites departamentales actuales. El Gobierno, que ha sido autor del desmembramiento del departamento de Tarija, ha calificado la demanda como un atentado contra la integridad del país y no ha tenido reparos en vincular a la CIDOB y otras organizaciones indigenistas con la agencia norteamericana USAID, con la derecha, con los neoliberales y los ha acusado de intentar desestabilizar el proceso de cambio. Casi un calco de las acusaciones que fueron lanzadas hacia los campesinos de Caranavi que se peleaban por una planta de producción de jugo de naranja.
El conflicto le ha servido de pretexto al presidente Morales para deshacerse de una ONG que se había convertido en su cantera de ministros y alejarse de ciertos intelectuales y activistas que, al parecer, se creyeron todo el verso plurinacional que ha estado enarbolando el régimen. Ese concepto apenas le ha servido al MAS para copar puestos en el Congreso, en las asambleas departamentales, en la Corte Electoral y para usar el racismo como instrumento de destrucción de la República. La confrontación también le servirá para expulsar del país a USAID, lo que acerca a este Gobierno a un punto de no retorno en su relación con Estados Unidos, y sobre todo, alejar del país a una organización internacional importante, con capacidad de hacer reportes sobre gobernabilidad, derechos humanos, pobreza, producción y otros aspectos que al Gobierno le interesa ocultar.
De a poco, el régimen de Evo Morales va mostrando su verdadero rostro, cada vez más alejado del componente indigenista. Los aymaras le sirven simplemente como escudo de dominación ideológica, como instrumento de penetración y para darle un rostro de mayor legitimidad a la hiperconcentración del poder. La plurinacionalidad es el disfraz que oculta el “gremialismo” que sostiene al régimen y hacia el cual se orientan las acciones gubernamentales. La excesiva contemplación con los ayllus de Uncía no se explica por el hecho de que éstos sean indígenas, sino por los vínculos tan estrechos que han desarrollado estos grupos originarios con ciertos “gremios”. Se equivocan los que hablan sólo de discriminación contra los pueblos del oriente, el problema es que éstos no han sabido elegir a los amigos estratégicos.

http://www.elnuevodia.com.bo/~nuevodia/index.php?cat=318&pla=3&id_articulo=36427

Suave con los ayllus de Potosí y duro con los indígenas del oriente. No se trata sólo de discriminación, sino de los vínculos de unos y otros.

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