JUSTICIA COMUNITARIA: PUERTA ABIERTA AL INFIERNO – Rodolfo Mier Luzio – 10.6.2010

No es exagerado afirmar que Bolivia se ha convertido en un país sin ley.

Los acontecimientos, por todos conocidos, que se desarrollaron en Saca Saca, lugar cercano a Uncía, no pueden hacer pensar otra cosa. A todo eso, se suma la supuesta incompetencia e imposibilidad de las autoridades del Poder Ejecutivo de ingresar a la zona para sentar la presencia del Estado, como era su obligación, ya sea por miedo, o por negligencia, Y eso, suena más a complicidad.

El accionar de las autoridades para evitar la masacre y el asesinato de cuatro policías, nos deja un mensaje de verdad preocupante. El Presidente de la República en lugar de ordenar la acción inmediata de las fuerzas del Orden y de la fiscalía (altamente “eficiente” para tratar otros casos que favorecen al MAS), se limitó a solicitar que por “humanidad” se entreguen los cuerpos de los asesinados, casi como un ruego, sin un atisbo que denote ejercer autoridad, El Ministro de la Presidencia fue mucho más allá, porque hasta se atrevió a justificar estos asesinatos, afirmando que “el linchamiento debe ser entendido en el contexto cultural de los pueblos”. Vaya cultura.

Los “ayllus guerreros”, han demostrado que son intocables con la complicidad de las autoridades de los tres Poderes del Estado, ahora con la hegemonía del partido oficialista. Se les dieron tantas atribuciones y poderes especiales que están rebasando la autoridad del propio Poder Ejecutivo, las leyes y el Estado de Derecho, con una interpretación propia de la actual Constitución Política del Estado que en su Art.190 establece que “las naciones y pueblos originario campesinos ejercerán sus funciones jurisdiccionales y de competencia a través de sus autoridades, y aplicarán sus principios, valores culturales, normas y procedimientos propios”. Es decir, el asesinato y los linchamientos están constitucionalizados.

Pero, el problema no sólo es “cultural”, porque los ayllus, como en este caso, se han convertido en verdaderos territorios donde campea la delincuencia, el contrabando y el narcotráfico. Una autoridad de la fuerza especial de lucha contra el narcotráfico, habría hecho conocer que los ayllus estaban molestos por la detención de un comunario de apellido Mamani Wara Wara, dueño de dos fábricas de cocaína y, al mismo tiempo, autoridad originaria al mando de verdaderas bandas dispuestas a asesinar para mantener sus privilegios delincuenciales. O sea que estaban predispuestos a actuar como lo han hecho.

Hemos superado a los cárteles del narcotráfico de otros países, porque el actuar de los “ayllus guerreros” es más sanguinario, con el agravante que gozan de impunidad constitucional, y protección oficial, como se ha demostrado ante la pasividad en el actuar de ministros, policías y fiscales, en el caso de Uncía.

La Justicia Comunitaria, aprobada ya en primera instancia en diputados, es un peligro que debemos soportar los bolivianos, quizá luego los masistas ( es sólo cuestión de tiempo). Es una puerta abierta al infierno al que nos obligan a sufrir, oficialmente.

Por lo menos.esa es mi opinión.

Enviado por Comité pro Santa Cruz [jimiortiz@cotas.com.bo]

1 comentario

  • By elba gabriela, 10 Junio 2010 @ 21:05 pm

    Creo que el mejor ejemplo fue la revolucion francesa,Supuestamente tendrian la libertad e igualdad.
    La unica igualdad fue ante la guillotina,se mataron entre ellos
    Ese tipo de justicia da lugar a la muerte por envidias,rencillas y venganza.Ningun pais civilizado puede adoptarla

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