Ciudadano indignado – Susana Seleme Antelo – 28.8.2011

El indignado es Ronald Méndez Alpire, el ‘Gordo’ para sus amigos, periodista, escritor e investigador, siempre en busca de la verdad bajo las apariencias. Hoy  nos hace partícipes de  una experiencia vivida y nos deja la razón democrática y la justicia de los hombres en ascuas, al rojo vivo. La indignación la sufrió durante y después de  la visita a cruceños y pandinos, presos en la cárcel de San Pedro, en La Paz,  por una infamia: ser acusados de terroristas y separatistas.

Tradujo su indignación en un artículo que tituló “Mierda, mierda, mierda”. ¡Pocas veces mejor usada esa interjección para dejar de ser lo que simplonamente llaman ‘mala palabra’ y en cambio adquirir la conciencia de la indignación, la rabia  y la impotencia, frente al poder político-policial violatorio de la dignidad de ciudadanos cruceños, pandinos  y todo los bolivianos/nas.

Al salir de la cárcel, el Gordo no encontró “la gracia de ponerle nombre de santo a nuestros mini campos de concentración o de exterminio a la dignidad y los derechos humanos, donde los hombres son tratados como ratas… quién les ha dicho que estar preso significa que desaparece la condición de persona… la carceleta como la de San Pedro no debe envidiar el sadismo que vimos en la película ‘El expreso de la media noche’ o en el libro de Henri Charière ‘Papillon’ donde se detalla la forma de doblegar el espíritu, de quebrar los valores…”

Con indignación palpitante en cada palabra, cuenta Ronald Méndez queEn la mayoría de las miradas de los supuestos terroristas cruceños y pandinos encontré la muerte en vida, no caminan, deambulan llenos de dolor, de preocupaciones, con un sonrisa de bronca…creen estar experimentando una pesadilla que no acaba, sí, pesadilla como buscar dónde bañarse y no encontrar una ducha…  están allá por decisiones de jueces corruptos, que haciendo caso a fiscales también corruptos como Marcelo Sosa, no dudaron en enviarlos a San Pedro, o caso contrario esquilmar a los cobardes cruceños varios millones de dólares.”

Lo que no sabe Sosa, dice Ronald Méndez , es “que cuando lo agarren a él no existirá cárcel donde pueda dormir tranquilo, sus pesadillas lo despertarán de rato en rato”, para cobrarle  la infamia de haber dispuesto “de la vida de los cruceños y encerrarlos en esa ratonera nauseabunda.”

La posta, como se llama el lugar donde están estos presos “consiste en un espacio de 30 metros de largo por 10 de ancho, en total no pasan de 300 metros cuadrados, donde la mayor parte es un patio triple de más de 120 metros: triple porque sirve como lugar para la toma de lista, cancha de fulbito, y comedor a medio día. Lo demás -180 metros- está compartido en cuartos-celdas en un laberinto tan estrecho que existían lugares inaccesibles para personas de mi peso. En ese
espacio se encuentran más de 170 personas.

Recuerda Méndez que aquel mismo día, entraba una dama cruceña … y  la guardia que controla la primer entrada dice que las ‘putas esperen’… mas humillación no se puede concebir.  ¡Qué hacemos para evitar tanta infamia con nuestros hijos de Santa Cruz por la cobardía de su dirigencia, que si bien no querían dividir Bolivia ni matar a Evo, si sabían de un proyecto de defensa de la ciudad, para evitar otro Septiembre de 2007, cuando miles de campesinos armados y enmascarados cercaron esta ciudad, pretendiendo acorralarnos y asustarnos!”.
Hace un tiempo, el Gordo escribió otro artículo exigiendo  “Vuelvan” a los que se habían ido. Sin embargo, luego de ver la miseria de aquella carceleta paceña se rectificó: “Hoy justifico a todos aquellos que se marcharon, escapando de la infame acusación de terroristas, frente a un Estado donde no existe la independencia de poderes y la justicia se ha convertido en la calurosa manceba del gobierno de turno que tomó al Estado por asalto; quedarse a ser extorsionado o chantajeado en forma permanente es una forma de agravio a la justicia interior que existe dentro de cada ser;  quedarse a presenciar el triste papel de cómo se destruye una nación. Por eso es mi bronca, por eso digo mierda , mierda, mierda…” ¡Te acompañamos en el grito, Gordo!

Cuenta además que de pronto vio a un anciano en una especie de gradería tratando de tomar sol, reconozco que me dio vergüenza y dolor de encontrar a Guillermo Fortún [1] derrotado y humillado. Se me acercó y me dijo: ‘Esto me pasa por haber luchado contra el narcotráfico, si volviera a nacer lo volvería hacer’  y volvió a buscar un poco de sol, En ese momento recordé a mi padre que debería  haber tenido esa edad y volví a sentir vergüenza. Un general de la Policía se me acercó y buscando respuesta a sus dramas me dijo ‘en dos meses salgo’,  y hace cerca de dos años que repite lo mismo a quien llega”.

Cuando Ronald Méndez  dice que “detrás de cada uno de esos detenidos, existe un drama humano, pues son considerados desperdicios orgánicos”, yo pienso en el ‘Vice’ Álvaro García Linera y en su trabajo “Emancipación y contrahegemonía en Bolivia: Estrategias para destruir la dominación k’hara”, aunque niegue enfáticamente su autoría. Dijo, cuando su texto fue comparado con las tácticas de extermino de POL POT, que ese texto podría ser una mala comprensión  o peor copia de sus clases por algunos de sus alumnos. Impostor como Evo Morales: Dios los cría y el Diablo los junta, dice el saber popular,  pero ya conocemos su estilo, tanto en su papel de intelectual-literario, como de político-jacobino. De terror, como su mentor ideológico Maximiliano Robespierre, que no inventó la guillotina, pero la aplicó a todos sus adversarios y enemigos políticos, para terminar también el, ‘el incorruptible’ bajo la cuchilla de su mortal arma política.

La lectura de las ‘Estrategias… ’ del Vice, como el indignado relato de Ronald Méndez, deja la razón democrática y la justicia de los hombres al rojo vivo: son de terror. Fueron pensadas para destruir la dominación k’hara -mestiza y blanca- y parten del imperativo de que es “una operación global pues abarca los campos: religioso, cultural, económico, político, artístico, científico, salud, intelectual, internacional, entre otros…”

En el acápite La guerra cultural. Quitar el alma a los k’haras el ‘Vice’ desarrolla su teoría:  Para ello será necesario debilitar el capital cultural de la sociedad k’hara… Se trata entonces de modificar el conjunto de los esquemas de percepción, de apreciación y de acción inculcados por el medio social a los “bolivianos”. Para ello será necesario debilitar el capital cultural de la sociedad k’ hara: modificar el valor del idioma español, relativizándolo frente a los idiomas indígenas, obligando su aprendizaje en las instituciones publicas, incorporándolo en los medios de comunicación alternativos, atravesando la nueva reforma educativa con sus contenidos (violencia simbólica)… EI debilitamiento del capital cultural de la sociedad k’ hara, a su vez, pasa necesariamente por colocar en un plano de incertidumbre el valor del conocimiento de la sociedad occidental, expresado en el conocimiento científico de los profesionales y su importancia. De ahí que se tenga que mostrar que el conocimiento y el valor meritocrático tradicionales no son valorados en la nueva sociedad, o en su defecto son infravalorados. Consiguientemente, según los nuevos códigos será mucho más meritorio ser dirigente sindical o social que tener títulos profesionales o de especialización … Este proceso de derrumbe de lo que hasta hoy se conoció como la sociedad k’hara tiene un objetivo de poder muy concreto: quitar el alma a la sociedad mestiza y blanca. Los mecanismos utilizados apuntan a desestructurar las bases materiales y subjetivas que lo sostienen, principalmente a aquellos referidos a la valoración de la clase media y de los profesionales … Ser humillados, infravalorados, maltratados económicamente, quitarles sus referentes sociales y culturales, constituyen las piezas del engranaje del poder para quitarle el sentido de vida a la clase media, su sentido de existencia, haciéndolos manipulables y sin identidad. Desconocer la utilidad de sus servicios, conocimiento y experiencia es la mejor manera de matar su alma”.

He leído ese texto cada vez que compruebo como el actual Estado que nos han impuesto Evo Morales y García Linera, Estado Pluri-represivo al mejor estilo de los totalitarismos conocidos, aplica metódicamente la estrategia para robarnos el alma. Y como si fuera poco, solapadamente se va tornado además en Estado-Sindicato-Cocalero para mayor vergüenza nacional. Entonces,  como Abel Santa María cuando luchaba  contra la dictadura de Fulgencio Batista,  yo y  mi alma mestiza indignadas, pero dignas, salimos en busca de un “cañón de futuro, para  ir matando canallas”.

 


[1]. Ex ministro del interior  en el gobierno de Hugo Bánzer y dirigente político de larga data.

susana seleme [susanaseleme@gmail.com]

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