Lejos del dólar, cerca de EEUU – Gary Antonio Rodríguez A. – 8.8.2011

“Tenemos que alejarnos cada vez más del dólar“, dijo el Presidente a.i. del Banco Central de Bolivia (BCB), para proteger la economía y mitigar los efectos de la crisis de los EEUU que recientemente se vio forzado a subir su techo de endeudamiento para evitar un ‘default’ (cese forzado de pagos) informó la Agencia Boliviana de Información (2/AGO/2011).

“Alejarse del dólar” podría significar, ¿cambiar la composición de nuestras Reservas Internacionales Netas (RIN) expresadas hoy en un 55% en dólares? ¿Dejar de invertirlas en bonos de los EEUU, más allá del 2% en el que actualmente están? ¿Intentar “bolivianizar” más la economía del país a través de la política monetaria y cambiaria?

 

Podría significar también, insistir en comerciar a través del “Sucre” -Sistema Único de Compensación Regional- por el que apuestan los países del ALBA, pese a que: el Ecuador abandonó en el 2000 su histórico Sucre y hoy el dólar es su moneda oficial; pese a que Venezuela tiene en EEUU a quien más compra y vende, en dólares; pese a que las pequeñas economías del ALBA sin el dólar, no viven. “Alejarse del dólar” podrá significar todo eso y mucho más, pero nunca prescindir de los EEUU como un gran mercado.

 

Mientras los críticos del “imperio” no cabían de júbilo por un posible “default” -pasando por alto que la mayor parte de la deuda de EEUU es interna, como en Bolivia- y presagiaban la muerte del “capitalismo senil”, aguardando tal vez que pasara lo que hace décadas ocurrió con la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), sus satélites y el modelo estatista ya superado, la comunidad internacional -por el contrario- se hallaba en vilo, a la expectativa de lo que pudiera ocurrir pues -pese a quien le pese- EEUU sigue siendo, de lejos, la primera potencia económica: su PIB sumó 14,7 billones de dólares (14.700.000.000.000 dólares) el pasado año, casi un 25% del PIB global. Por tanto, si algo sale mal con él, será peor para todos.

 

¿Qué pasaría si EEUU languideciera hoy? El mundo temblaría y muchos caerían más hondo que él. Lo saben quienes dependen de su mercado -los asiáticos principalmente- pero los latinoamericanos también. No es cualquier país, se trata del mayor importador del planeta, quien no solo compra materias primas, energía e insumos -como otros- sino que adquiere manufacturas con valor agregado, financiando así la creación de empleos en quienes se enfocan en su mercado. Pocos deben ser los que ignoran lo que EEUU hace crecer al mundo, a través del comercio.

 

El pasado año las importaciones de EEUU bordearon la friolera de 2 billones de dólares (1.968.000.000.000 dólares) lo que significa que en un solo día compró 5.400 millones de dólares ¡tanto como lo que Bolivia importó durante todo el 2010! Ése es el vecino rico del barrio, cuya ausencia podría comprometer la existencia de toda la vecindad, por decir lo menos.

 

Por eso es que, aunque el Primer Ministro de Rusia, Vladimir Putin, criticó que EEUU “vive como un parásito de la economía global“, reconoció que un posible ‘default‘ no hubiera sido bueno “en absoluto” (“Cambio”, 3/AGO/2011). Esta preocupación la comparten muchos, especialmente China, siendo el primer acreedor y socio comercial de los EEUU.

 

El solo temor de una nueva recesión amenaza con precios hacia la baja para el petróleo y otros productos, por lo que moros y cristianos apuestan porque la salud de EEUU mejore, y no que empeore. Pues, si EEUU se resfría ¡muchos tendrán pulmonía!

Gary A. Rodríguez A.
es economista y Gerente General del IBCE

Gerencia General IBCE [gerencia@ibce.org.bo]

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