Bolivia, paradojas del estado plurinacional – Daniel A.Pasquier Rivero / ANALITICA.ve – 16.6.2011

Al gobierno no le sale una, y los bolivianos pagan el pato. Al Ollanta Humala le han advertido que tiene en lista de espera más de doscientos conflictos sociales, aparte del pleito con Chile derivado a La Haya. Para su consuelo, la cifra es superada con amplitud en el vecino Estado Plurinacional (EP), el estado “experimental” de Boaventura de Sousa Santos, autor confeso del Estado neocolonial plurinacional. El invento salió prolífico en la generación de conflictos, al extremo de tener a los gobernantes sin resuello y, peor a los gobernados.

Paradojas. Se argumentó que en el estado colonial no se sentó soberanía en las fronteras y se creó con bombo y platillo la nueva unidad de control y promoción de su desarrollo, que en primera instancia no ha sido efectiva. Lo más sonado fue la intervención en la explotación rústica del oro en la gran Chiquitania, frontera con Brasil. La medida dejó sin trabajo a los pobladores del lugar y sin alternativa laboral inmediata; el estómago manda comer todos los días, no por trimestres ni anuales. Algo similar ocurre al norte, en el bosque amazónico, donde además se trasladan a los “colonizadores” del gobierno descolonizador, con tan grave fortuna que al ser recién llegados a tierra desconocida han visto agravada su sobrevivencia.

Al oeste, frontera con Chile, está el Salar de Uyuni, zona desértica convertida en pista para el “racing de chutos” (coches ilegales, sin documentación, fruto del contrabando, del robo de autos chilenos, muchos conseguidos al trueque por cocaína). El gobierno resuelve el problema legalizando lo ilegal mediante una “retro-ley”, es decir, una que aprueba lo que otra prohibía. Esa maravillosa ingeniería jurídica es promovida por dos destacados senadores oficialistas, y apoyo en ambas cámaras. La mentirosa cifra del discurso original es de 10.000 movilidades, superada antes de las 48 horas de la firma presidencial y se estima que pueden llegar a 100.000. En la zona roja de la droga, El Chapare, ninguna movilidad tiene placa. La burocracia promete el registro directo o vía internet en 15 días. A ojo de buen cubero, algo imposible. Toda la administración está superada: policía, aduana, etc. O sea, miles de coches medio legales circularán sin pagar impuestos, contaminando el medioambiente (pobre pacha-mama, la madre tierra), exigirán combustible fuertemente subvencionado y darán trabajo día y noche a la industria de borrar numeraciones, vender placas falsas, transformar papeles de heladeras en flamantes pólizas de importación y, para el cierre, viñetas de seguro a color y gusto del cliente; sin duda “la medida social” genera empleo,  suplantando a la economía formal de un plumazo.

Por los cuatro puntos cardinales, las cinco fronteras, se filtran toneladas de cocaína. No son gramos para el consumo personal ni kilos a espaldas de sacrificados descendientes del noble chasqui, ni maletas doble fondo. Tampoco se trata de hojas de coca para el acullico de los hermanos allende las fronteras. Son cantidades que requieren potentes motorizados, lanchas, remolcadores, avionetas y hasta enormes contenedores, donde la droga va camuflada entre el zinc, el arroz o cualquier producto imaginable. Obligados, lo que no quiere o no puede hacer el EP, los harán los vecinos: control terrestre militarizado y aéreo en Brasil, Paraguay, Argentina y Chile. El daño a los adictos y a las economías de los vecinos es incuantificable; uno poco más allá es un producto globalizado regido a las leyes del más estricto capitalismo.

Para adentro el EP es la octava maravilla del mundo; para los de afuera, uno de los más pobres de Latinoamérica y menos recomendables para hacer negocio a nivel mundial. Un general, nada menos que el encargado de confianza en la lucha contra el narcotráfico cae en manos de la DEA en Panamá y será imputado el 16 de junio en Miami de conspiración por la introducción de droga a EEUU. Pasadas unas horas de incertidumbre, varios policías de alto rango fueron detenidos en territorio del EP. Coincidencia o no, el presidente Evo Morales reasume el 23 de marzo una posición fuerte reclamando una “salida soberana y útil” al Pacífico, perdida en 1789 en guerra con Chile. Ahora se apela al consejo de ex presidentes, de ex cancilleres y se amenaza con llevar el tema a un tribunal internacional,  estrategia jurídica diplomática compleja, con muchos pro y contras. Mientras tanto el 7 de junio se presentó el alegato nuevamente a la 41ª Asamblea General de la OEA.

¿Contradicciones entre el discurso y la acción?  O, se cruzó el tema de la presencia pública, en acto protocolar oficial, del ministro iraní Ahmad Vahidi. La historia lo dirá. Invitado a la  inauguración de la Escuela de ALBA en Santa Cruz puso en la mira mundial al país y al gobierno: un buscado por INTERPOL en la testera con el Presidente. El c.v. del general iraní es impresionante, pero lo que rebalsó el vaso es la denuncia presentada por la justicia argentina en relación al atentado de 1994 en AMIA (centro israelí en Buenos Aires) donde murieron en 85 personas, entre ellas seis bolivianas, y más de 300 heridos. ¿Para qué la escuela?, para entrenamiento militar y adoctrinamiento de campesinos, indígenas y militares de los países bolivarianos, ¿con fondos e instructores iraníes?

Pacifismo del EP, David contra Goliat: 3-0, mala racha. Dos jóvenes diputados denuncian la presencia del iraní y muestran “el árbol de la corrupción”, casos aparentemente no investigados por la Ministra de Transparencia y de lucha contra la corrupción. Respuesta inmediata: denunciados y citados ante un fiscal, por “desacato” y “sedición”. J. Echeverría, “Si los parlamentarios no podemos fiscalizar, que cierren el congreso (Asamblea Legislativa Plurinacional)”, y muestra su carné impreso con el Art. 151 de la CPE. Salieron libres, por ahora. Un tercero: el Alcalde de La Guardia, salió con medidas sustitutivas; llegó a estar detrás de rejas por denuncias “ridículas”, según Mons. Nicolás Castellanos, quien calificó de “atropello” lo que sucedía a una autoridad reconocida dentro y fuera del país por conducir una administración edil “modelo”. ¿Hay resistencia, o empieza el hartazgo de la chapuza, las metidas de pata, la impunidad, la corrupción y el atropello? ¿Esperanza en la administración de justicia, aunque todavía la ciudadanía dormita? Paradojas.

http://www.analitica.com/va/internacionales/opinion/6954791.asp

 

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