Josef Oehrlein. Corresponsal del diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung: «Europa se desencantó de Evo»

Josef Oehrlein.

Corresponsal del diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung

EL DEBER: ¿Se acabó el idilio de la prensa europea con la figura de Evo Morales?

Josef Oehrlein: Creo que eso aún persiste en algunos círculos intelectuales, especialmente en el seno de la izquierda europea. Pero yo creo que en el grueso de la población, con las noticias desfavorables que llegan desde Bolivia sobre los problemas que tiene el presidente Morales, eso ha dejado en el público una opinión no muy favorable. Esas cosas terribles, como el nocaut que dio a un futbolista del equipo contrario de un rodillazo, eso le dio muy mala imagen en Alemania. Creo que se acabó el encanto de Europa por Evo Morales.

Tiene 32 años de carrera periodística y trabaja para el diario alemán de mayor difusión fuera de su país. Desde su experiencia como corresponsal para América Latina, cuestiona el modelo de comunicación presidencial de los países del Cono Sur. Llegó a Bolivia para presentar el libro Luz, cámara… ¡Gobiernen!


Ruy D’Alencar/Roberto Navia

– ¿Se acabó el idilio de la prensa europea con la figura de Evo Morales?
- Creo que eso aún persiste en algunos círculos intelectuales, especialmente en el seno de la izquierda europea. Pero yo creo que en el grueso de la población, con las noticias desfavorables que llegan desde Bolivia sobre los problemas que tiene el presidente Morales, eso ha dejado en el público una opinión no muy favorable. Esas cosas terribles, como el nocaut que dio a un futbolista del equipo contrario de un rodillazo, eso le dio muy mala imagen en Alemania. Creo que se acabó el encanto de Europa por Evo Morales.
- ¿Cómo afectó esa mirada romántica del corresponsal extranjero en la construcción de la imagen internacional del presidente de Bolivia?
- Creo que eso es una cosa muy alemana. Nosotros aún tenemos la memoria de los años 60, con la Revolución Cubana, la Guerra Fría y sus consecuencias en América Latina. Ahora con Hugo Chávez en Venezuela o con Evo Morales, los alemanes y en general los periodistas europeos, vemos que son personajes que surgen como una continuación de esta historia y que cumplen con esos ideales. Sin embargo, eso da lugar a percepciones muy distorsionadas. Creo que mi propósito es escribir sobre la realidad y nada más.
- Se ha dicho que usted fue de los pocos que realizaron una cobertura equilibrada de la etapa del surgimiento de Evo Morales, cuando solo era líder sindical, mientras que sus colegas europeos sucumbieron ante el romanticismo de su figura aquel entonces…
- Solo hice caso a las reglas fundamentales del periodismo. Describía lo que veía y sacaba mis propias conclusiones. Siempre traté de mantenerme mentalmente al margen porque no concibo un periodismo ‘hincha’ de políticos u opositor a ellos. Siempre, si se puede, trato de escuchar las dos partes que hacen los hechos, aunque cada vez es más difícil conseguir información del lado oficialista. Cunde cada vez más el miedo de los funcionarios de los gobiernos de decir algo que no vaya a gustar al presidente, entonces no hablan.
- ¿Cómo define la comunicación política que se practica en Bolivia?
- No tengo mucha experiencia sobre lo que sucede en Bolivia últimamente. Sin embargo, estuve muchas veces en el país en los principios de la carrera política del ahora presidente Morales. Debo decir que antes de que este líder llegara al poder era bastante fácil comunicarse con él en Chapare. Me acuerdo de un episodio muy curioso que grafica esto y que sucedió a un colega mío. Él estaba ahí, en el trópico de Cochabamba, cubriendo reuniones del MAS con la intención de entrevistar a Evo. Después de hablar con muchos miembros del partido, mi colega preguntó: “¿cuál es Evo Morales?, es que yo quiero hablar con él…”. Entonces le dijeron que acababa de hablar con él y no se había dado cuenta.
- ¿Y esa ‘coraza’, esa dificultad para acceder al mandatario, cómo afecta a la comunicación gubernamental?
- En mi trabajo, he visto que en casi todos los países de Latinoamérica pasa lo mismo en la última década. Ha sido cada vez más difícil acceder a los mandatarios. Por ejemplo, en Argentina, en la época de Carlos Menem, era muy fácil conseguir entrevistas con él, incluso al extremo de que a veces uno no quería hablar con él, igual se metía. Menem charlaba muy fluido con los periodistas, hacía chistes y hasta se distendía. Pero cada vez se dificultó más la cosa en los sucesivos gobiernos, especialmente desde el ingreso de Néstor Kirchner. Los políticos latinos solo piensan en el impacto que tienen las cosas que dicen dentro de su país y no lo que dicen de ellos en el extranjero, porque lo único que les interesa es ganar poder en su propio país.
- Aquí el presidente tampoco da entrevistas a la prensa nacional, pero él da muchos  discursos en los medios…
- ¡Ah!, eso es otra cosa. Los presidentes latinoamericanos, Cristina Fernández, Hugo Chávez y seguramente Evo Morales, quieren aparecer en los medios pero sin la intervención del periodista porque este puede hacerle preguntas incómodas. Sin embargo, creo que las preguntas incómodas son importantes y necesarias porque los políticos tienen que dar cuenta a la población de las cosas que hacen con el dinero de los contribuyentes. Además, esto es parte del juego entre los políticos y la opinión pública, tiene que haber diálogo para que exista transparencia.
- ¿Cómo tomarían en Alemania una propuesta de ley de que todos los medios estén obligados a difundir los mensajes presidenciales, como se baraja hoy en el parlamento boliviano?
- No. En Alemania hay leyes que regulan a todas las empresas pero no hay leyes que regulan la comunicación. En mi opinión, la mejor ley de comunicación es la que no existe. En Alemania y en el resto de Europa es impensable una ley en la que se plantee obligar a los medios a difundir mensajes presidenciales. Creo que incluso no sería practicable y creo que la gente no lo aguantaría mucho tiempo.
- ¿Son los medios de comunicación de hoy equivalentes a los tanques militares que en otras épocas utilizaron los gobiernos de facto?, como se dijo durante la presentación del libro.
- Creo que en varios países de Latinoamérica sucede esto. Brasil, por ejemplo. Allí hay políticos poderosos que tienen empresas periodísticas y editoriales y eso lo critico totalmente. No lo admito, tiene que haber separación entre lo político y lo puramente periodístico. O en todo caso se debe advertir al lector que se trata de una publicación que hace propaganda a los dueños.

Perfil

Corresponsal para América Latina
Nació en 1949 en Mainz, Alemania. Es fotógrafo arqueológico de profesión. Realizó Estudios de Lenguas Románicas y de Geografía en las universidades de Heildelberg y Complutense de Madrid, España.
Doctorado en Arte por la Universidad de Heidelberg.
Formado en periodismo en 1968 en el diario de Mainz, como redactor de la sección de cultura. Desde 1979 es periodista del diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, uno de los periódicos más grandes de Alemania con un tiraje diario de 400.000 ejemplares.
A partir de 1999 fue nombrado corresponsal para América Latina de este mismo diario, con sede en Buenos Aires, Argentina. Ha realizado coberturas del proceso político boliviano desde el surgimiento de Evo Morales en su etapa de líder sindical cocalero, hasta su elección como presidente del Estado.

http://www.eldeber.com.bo/2011/2011-06-12/vernotasantacruz.php?id=110611190913

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