Costas cuestionó la suspensión del cargo de algunas autoridades en funciones, como la del gobernador tarijeño, Mario Cossío, y el proceso judicial contra el alcalde paceño, Luis Revilla, y calificó como un plan del oficialismo para “descabezar a todo lo que signifique una oposición democrática, con improperios y una barbarie judicial”, según sus declaraciones a la prensa boliviana.

Cossío fue destituido de su cargo y en su lugar fue elegido el asambleísta del MAS Lino Condori, tal como lo había anunciado el presidente Evo Morales en manifestaciones públicas.

El gobernador tarijeño fue acusado de delitos de conducta antieconómica y por deberes incumplidos en el no cobro de una póliza de garantía por un monto millonario de bolívares, que causó un daño económico al Estado, según referencia de la prensa santacruceña.
Cossío se declaró primero en huelga y sus seguidores realizaron varias protestas. Luego abandonó esa medida extrema y, aunque sus familiares sostenían que seguía en su residencia, ayer apareció en nuestro país.

Detenciones

Tras el trascendido de que pediría asilo, cinco ex funcionarios de su gobernación fueron detenidos por la policía, acusados de ser responsables de perjuicios contra el Estado boliviano.

Uno de los detenidos es Mauricio Lea Plaza, ex secretario de la Gobernación de Tarija, y ex hombre fuerte de Cossío, acusado de supuesto daño al Estado de Bolivia con la firma de un documento relacionado a la construcción de una presa conocida como El Molino.

Entre los privados de su libertad figuran los técnicos de la Gobernación de Tarija Bernardo Almazán y Jacob de la Cruz, acusados al igual que Lea Plaza.

El tiempo para fugarse

Angel Acosta y Blas Franco, quienes estaban implicados en el caso del crimen de  Cecilia Cubas, la hija del ex presidente Raúl Cubas, habían sido beneficiados con el refugio por el Gobierno boliviano en julio de 2006.

La resolución había sido criticada ya que había una orden de captura firmada por la Corte Suprema de ese país.

Sin embargo, tras la intervención de Mirtha Gusinky, madre de la víctima, y de la fiscalía paraguaya se revocó ese estatus.

No obstante, Franco y Acosta ganaron el tiempo necesario para fugarse.