Un Plan Nacional sin fundamento – PÁGINA SIETE Editorial – 28.4.2011
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La elaboración del Plan Nacional de Desarrollo (PND) “Bolivia digna, soberana, productiva y democrática para vivir bien. 2006-2011”, fue anunciada el 18 de abril de hace cinco años. Su primera versión fue presentada oficialmente dos meses después y luego promulgada como decreto en septiembre de 2007. Fue un largo proceso de elaboración de un documento que prometió ayudar en la transformación de la economía nacional.
En más de un aspecto Bolivia ha cambiado desde que el MAS llegó al poder y no volverá a ser la misma de antes de 2006. Existe un proceso de inclusión que se percibe en todos los ámbitos. La Asamblea Plurinacional es posiblemente la más clara muestra de la nueva institucionalidad. Sin embargo, el PND, particularmente en lo que se refiere a transformación productiva, se quedó sin bases.
Por ejemplo, ofreció la superación del patrón primario exportador, que a la fecha no sólo está intacto sino que continúa afirmándose con más del 80% de las exportaciones compuestas de materias primas y las exportaciones no tradicionales en franco proceso de reducción porcentual.
Se afirmó en el PND que los objetivos macroeconómicos serían un medio y no un fin. Se entendía que la ciudadanía menos privilegiada ocuparía un lugar primordial al momento de tomar decisiones económicas trascendentales.
El efímero gasolinazo es la mayor evidencia que ese postulado ha sido puesto de lado.
No obstante su anulación, los efectos del mismo mostraron la gran fragilidad de la economía de los hogares de quienes se suponía debieron ser los principales beneficiarios del PND.
Todas las acciones planteadas en dicho Plan se dirigían a fortalecer el aparato productivo para que se llegue a una tasa de crecimiento promedio del PIB de un 8%. La economía boliviana ha crecido a una tasa promedio inferior al 4%; es un muy bajo crecimiento considerando los elevados precios de los productos que vende Bolivia. Con ese mismo escenario otros países han crecido el doble o más que Bolivia.
La principal oferta para el sector rural fue impulsar una “revolución agraria” que permitiera la mecanización del agro y apoyara a los pequeños y medianos productores. Asimismo, ofreció un seguro agropecuario para los riesgos climáticos. Amabas acciones resultaron también postergadas.
Un aparato planificador debió construirse, pero ello no se logró; la educación debió ser descolonizadora pero sigue igual que siempre; otros tantos cambios no se plasmaron. El PND fracasó y el inicio del desarrollo sigue siendo esquivo en el país.
http://www.paginasiete.bo/2011-04-28/Opinion/NoticiaPrincipal/16Opi00128-04-11-P720110428JUE.aspx
Sin categoría | Willi Noack 28 Abril 2011
