LA VIDA COTIDIANA EN MERCADO CITY – Ovidio Roca – 3.4.2011

Vendedoras asentadas en las calles sembradas de residuos sólidos y líquidos; cleferos buscando algo que mondar en los basurales; ladrones eligiendo a sus presas; compradoras nerviosas pasando de camión a camión, de puesto a puesto, preguntando los precios; cientos de camiones cargados de productos diversos; taxis parados en media calle cargando frutas y verduras; carretilleros haciendo equilibrios con su carga y corriendo de un lado a otro; vehículos de todo tipo y marca, haciendo sonar sus bocinas e insultando y siendo insultados por los otros conductores; y haciéndoles coro los gritos de los vendedores de asaditos, mocochinchi y refresco de linaza.

Pacos y agentes municipales haciéndose los opas (con éxito) con la trancadera del tráfico, mientras buscan un incauto para llenar su cuota del día. Orines y basura frente al Parque de las flores ausentes y todo esto entremezclado, arremolinado y sobre todo, oloroso.

Es la vida cotidiana en Mercado City, el pueblo sin ley donde el Sheriff da besos babosos a algunas señoras de “carne buena” (gorda y blandita) e insulta a las periodistas. Sus asesores nerviosos lo sujetan y le susurran al oído que se calle, mientras le meten algunos calmantes.

Vivir cerca del mercado de abasto es una aventura alucinante; este monumento a la incapacidad de gestión municipal, que democráticamente jode la vida a los vecinos de La Palmas y Villa Rosario y expande su mugre por toda la ciudad. Lo extraño y destacable es que la gestión del Sheriff de garbage city es aceptada y celebrada por la mayoría de la población. Las encuestas certifican que es la autoridad de mayor aceptación en el país de Murundanga.

Al parecer la respuesta es que este caos, informalidad y desorden maloliente, es lo que gusta a la población. No seria nada extraño, pues los quesos más olorosos son los más apetecidos. Napoleón, en medio de la batalla, escribía y enviaba a Josefina un papelito que decía: No te bañes, voy!!

Como hace cientos de amaneceres, se produce el mismo ritual, pero esta vez con una variante. Es mi mujer discutiendo con las Señoras de pollera española del siglo XVIII, sombrero como el que llevaba Vivian Leigh en “Lo que el Viento se Llevo” y chinelas hawaianas contrabandeadas de la china: Por qué bloquean el garaje y tiran basuras en toda la calle. La respuesta originaria es; que quieres puess??. Que se vayan a otra parte y me dejen tranquila!!. Esta es tu casa pues??. Si!!, Te la compro, cuantos $$$ pides puess. Tantos $$$ dijo mi esposa.

La semana siguiente, las mismas señoras con el sombrero a lo Vivien Leigh la heroína de la película sobre la guerra de secesión de los Estados Unidos, un Oficial de Crédito de la Cooperativa, mas un huayra leva, tocaron la puerta. Esta vez lo recibí yo.

Vinimos a ver el lote y los papeles me dice el huayra leva; si, dice el oficial de Crédito. Miren puess dijo la señora de chinelas y continúo: aquí tumbamos la casa y los árboles y ponemos los camiones, entran dos filas, no mejor de esta otra manera, tres. Esta bien dijo el Oficial de Crédito, shii, dijo el huayra leva. Y finalmente la Señora de sombrero a lo Vivien Leigh: confirmo, volvemos la próxima semana para firmar y abrir la cuenta para depositar la plata.

La siguiente semana mi esposa fue a la Cooperativa y firmo la apertura de una cuenta conjunta de las tres partes. Bueno todo listo me dijo cuando volvió ya nos podemos ir a vivir al campo. Yo empecé a ordenar mil libros, que ni de lejos llegan a los 20.000 de un intelectual que se respeta.

Pasaros dos semanas de nerviosa espera y finalmente volvieron las Señoras de pollera española del siglo XVIII, con el sombrero a lo Vivien Leigh en “Lo que el Viento se Llevo” y chinelas Hawaianas contrabandeadas de la china y me dicen. No vamos a comprar tu lote, hemos arreglado la Alcaldía y nos vamos a quedar nomass vendiendo en las calles, así nomass es mas barato y no compramos tu casa.

Es la lógica del mercado y de la informalidad, no necesitas invertir y gastar si lo puedes conseguir gratis o con unos pesos y promesas de votos. Y seamos objetivos, es gracias al trabajo de los productores del campo y al de estas señoras, que tenemos la canasta alimenticia mas barata (aunque mas sucia) del mundo. Finalmente ellas están trabajando y llevando a los ciudadanos los productos agrícolas que todos necesitamos. El verdadero problema es que no tiene un lugar adecuado para asentarse, no existe un mercado mayorista donde puedan llegar con sus camiones y menos una autoridad que haga su trabajo y ponga orden.

Tenemos un inoperante gobierno Municipal, que desconoce y abjura de sus competencias (lo vimos con la tarifa de transporte urbano). Es inconcebible que desde hace veinte años y más, (al margen de otras muchas falencias) no ha realizado una obra de urgente necesidad cual es el mercado mayorista. Hace más de veinte años tienen el proyecto y los terrenos y la pregunta es, por que no lo construyen. Si lo mismo pueden conseguir las comisiones, el quinto del Rey, que obtendrían con la adjudicación de otras obras de infraestructura. O hay otros intereses michis que no conocemos, o es que el Abasto es un negocio para algunos dueños ediles de terrenos aledaños y que se alquilan como deposito. O es la canasta gratis y surtida que llevan algunos funcionarios municipales, o los votos que se ofrecen para las elecciones, o quien sabe qué.

La buena noticia es que ahora hay un crédito de la CAF aprobado para el mercado mayorista. Existe la necesidad, es una obligación municipal, tienen los recursos y ahora solo falta la voluntad.

Enviado por el autor ovidio roca avila [ovidroc@hotmail.com]

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