Poner orden, un alto costo político – Jorge Miranda Morales / HOYBOLIVIA – 9.3.2011

El ex presidente Carlos Mesa, me respondió a una pregunta con demasiada sinceridad o con mucha impotencia: “si hago eso mañana me sacan a patadas”. La pregunta era: señor presidente, por qué no frena el contrabando, apoya la industria nacional, cobra impuestos a los gremialistas y toma una decisión sobre el transporte público?…”. La respuesta del presidente repercutió en todos los diarios del país con respuestas sobre el tema que no pasaron de críticas de parte de los políticos.

Y es que poner orden en este caótico país tiene un alto costo político que puede implicar que cualquier autoridad sea sacada a patadas por los afectados. Y es que este país también tiene dueños. Dueños de las calles, de los mercados, de las fronteras, de las instituciones públicas, de nuestra vida y seguridad. Dueños que sólo buscan sus intereses personales y que poco les importa los daños que puedan causar a quienes tienen relación directa con ellos.

Este es el caso del transporte público. Es un sector que con mucha habilidad ha creado organizaciones sindicales bajo el nombre de “choferes” y así se acostumbra a llamar a este servicio público. No son transportistas, dueños de micros o de taxis y menos son empresarios, simplemente son “choferes”, o sea, ese humilde conductor que trabaja hasta 15 horas al día con un salario de hambre que le paga un “chofer de micro” (no un propietario de micro) que en muchos casos tiene al menos 4 unidades trabajando en las calles.

Estos “choferes” se llenan la boca pidiendo disculpas a la población por el paro indefinido con la excusa de que es para mejorar el servicio. Acusan a las autoridades municipales de no querer encontrar una solución al conflicto, la misma que pasa por aceptar la suba del pasaje y, mientras eso no suceda, “no hay voluntad” de las autoridades.

Pero en este caso no sólo los “choferes” del transporte son responsables de este caos, sino también las autoridades nacionales, municipales y de tránsito. Podemos decir que principalmente las dos últimas no defienden los intereses y necesidades de la población que tiene que usar todos los días micros viejos, con asientos despedazados, sucios, ventanas que no se abren en tiempos de calor o no se cierran en tiempos de lluvia y que además se parecen a una lata de sardinas porque los pasajeros van amontonados todos los santos días porque a los “choferes” del transporte no les da la gana de mejorar sus herramientas de trabajo.

Este sector, debería estar considerado en el campo empresarial como el rubro del transporte público, porque ellos hacen una inversión de aproximadamente 30 mil dólares en un motorizado (nuevo), generan ingresos diarios de al menos 1000 bolivianos, tienen personal dependiente y no cumplen con ninguna obligación impositiva. Una pequeña empresa con esa misma inversión, tiene registro de comercio, registro del SIN, paga toda clase de impuestos, sueldos, aguinaldos, seguro social y fondo de pensiones a sus dependientes. Cuál es la diferencia entre el sector transporte y una micro o mediana empresa? La respuesta es que los primeros no pagan ninguna clase de impuestos y los otros son exprimidos por los impuestos.

En otros países, son las autoridades municipales las que venden los boletos de micros a los propietarios del transporte, los mismos que son numerados, cobrándose de esa manera el impuesto correspondiente. No hay lugar a engaño. Un inspetor se sube en cualquier punto de la ciudad y verifica que los pasajeros tengan su boleto vigente.

Volviendo al tema, una máxima dice que si un negocio no te genera ganancias ciérralo. Si los transportistas pierden dinero todos los días, cómo es que han “subvencionado” el precio de los pasajes durante 10 años? Ellos mismos aseguran que hace 10 años no se modifica la tarifa del transporte y eso les signifrica trabajar a pérdida. Entonces, si trabajan a pérdida por qué no cierran sus puertas y archivan sus “cacharros” y dan paso a empresarios que sí están dispuestos a ofrecer unidades más grandes, nuevas y más confortables?

Lamentablemente, en este momento el tema de los pasajes está en una mesa ping pong, donde las autoridades nacionales a través de la ATT le pasa la pelota a los gobiernos municipales y éstos la devuelven de inmediato. Nadie la quiere tener en su mano por el alto costo político que ello implica.

A pesar de ello, es momento de que autoridades nacionales y municipales, apliquen normas que defiendan al usuario del tranporte con la prestación de un servicio eficiente, decente y de respeto a la dignidad de las personas que se ven obligadas a utilizar este medio de transporte. No es posible que un servicio público sea suspendido cuando a un dirigente le dé la gana. Ojalá mañana las proveedoras de agua, luz o telefonía no nos corte el servicio porque quieren un reajuste en las tarifas.

http://www.hoybolivia.com/Blog.php?IdBlog=36682&tit=poner_orden,_un_alto_costo_politico

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