Bolivia: país agrario sin política agraria – EL DIARIO Editorial – 2.3.2011
Las diversas soluciones que plantean autoridades del “Estado Plurinacional”, periodistas y aficionados revelan claramente que en Bolivia no se conoce la cuestión agraria, aunque nuestro país es agrario por excelencia.
Esta contradicción ha determinado, por un lado, que se produzca la escasez de alimentos, abandono de la tierra, migración del campo a la ciudad, etc. y, por otro, que no contemos con la soberanía alimentaria que se pregona a tambor batiente. Esta situación tendrá mayor gravedad porque los encargados de la conducción de los organismos oficiales encargados de resolver el caso, generalmente desconocen el asunto.
Se puede decir que las fórmulas de solución sugeridas, en ningún caso tocan la esencia de la cuestión. Se trata, pues, de propuestas de aficionados que no resuelven el problema, sino que lo agravan. Se desconoce que la producción no es un problema técnico, ni mucho menos, como proponen autoridades y aficionados. Es un asunto de Derecho y, todavía más, es un asunto político.
En ese sentido, las soluciones básicas no están en represas, semillas o tractores; están en medidas legales e inclusive en disposiciones constitucionales, que es donde se origina el problema actual de la falta de producción de alimentos. Se debe comprender, en ese sentido, que el Derecho agrario es la expresión concentrada de la economía y sin la existencia de disposiciones legales adecuadas a la realidad agraria del país, la agricultura seguirá yéndose a pique, como ocurre al presente a ojos vista.
Se debe remarcar que las decisiones sobre Derecho agrario dependen de decisiones políticas, sin las cuales aquéllas no se las puede dictar. Por tanto, también hay que agregar que las decisiones políticas agrarias son la manifestación concentrada de la economía y del derecho agrario. En esa forma, si en la atención de la seguridad alimentaria no se toma en cuenta esos aspectos, que son la esencia del asunto, nada se habrá avanzado.
La solución a la crítica escasez de alimentos en Bolivia no se origina tanto en factores de origen internacional ni en factores climáticos, sino en la desorganización de nuestra agricultura en general. Bajo otras disposiciones constitucionales y legales, la agricultura boliviana producía lo suficiente para el consumo interno e inclusive existían sobrantes para la exportación. Sin embargo, ahora importamos azúcar, arroz, trigo, aceite, verduras, papa, fruta y productos enlatados. El 70 por ciento de la fruta de los mercados es de origen extranjero. Es, pues, imprescindible que al más corto plazo el Gobierno dé un golpe de timón a su política agraria y busque elementos idóneos para poner fin a esta etapa en la que ya no existen soberanía ni seguridad alimentaria. Lo decimos oportunamente.
http://www.eldiario.net/noticias/2011/2011_03/nt110302/0_01edt.php