¿Serotonina y multiverso? – Iván Árias Durán – 28.2.2011
“…mis comentarios siempre intentan ponerse desde la perspectiva de la gente, de cómo ciertas ideas o políticas le afectan, le impelen, lo sacuden, lo motivan y provocan afectos o desafectos, amores y odios.”
Empiezo este nuevo desafío de comunicarme con usted querido lector. Dejé esta hermosa costumbre hace tres meses atrás porque las ganas de escribir llegaron a su nivel bajo, muy, pero muy bajo. Cual represa vacía, me vino una sequia de ideas. “Estas con stress”, diagnostico mi esposa, con ese alarde de mujer del siglo XXI que sabe de los padecimientos modernos. “ Si las letras no te fluyen, si en vez de letras te sale espuma: deja de escribir!”, sentenció. Y así lo hice, me abstuve de plasmar en letras mis ideas, sentimientos, rabias y amores. Y es que ella tenía razón. El escribir es una pasión, un arte. Mucho más en nuestro país donde la escritura no forma parte de los ingresos familiares. Por lo tanto, para escribir tienes que estar en paz contigo mismo, tienes que estar con ganas de trasmitir ideas, esperanzas, confianzas y tejer complicidades entre el escritor y el lector. Que las líneas negras y los espacios entre ellos no sean cual rejas de cárcel, sino las rutas y áreas para despegar, para provocar el vuelo hacia nuevos desafíos.
Me anime a volver por estas rutas de las letras y por estos sitios desafiantes porque ya no me sale espuma. Bueno y cómo le voy a llamar a este sitio de opinión? Estuve dándole muchas vueltas. “Que se llame multiverso” sugirió mi hija: “porque, siempre, escribes sobre diferentes cosas y las ves desde diferentes ángulos y porque, como dice la ciencia actual, ya no hay un universo sino un multiverso, varios universos”. La idea me estaba gustando, pero ahí apareció mi hijo con una complementación que me agarró: “tú hablas sobre las ideas, pero, ante todo, de las emociones que provocan ellas, de las iras y alegrías que incuban, del estado de ánimo…eso lo tenemos nosotros, en nuestro propio cuerpo”. Dónde?, pregunté.
“Es la serotonina, pa, la serotonina: es la que se encarga de regular el apetito mediante la saciedad, equilibrar el deseo sexual, controlar la temperatura corporal, la actividad motora y las funciones perceptivas y cognitivas. También interviene, con otros neurotransmisores, en la angustia, ansiedad, miedo y, agresividad”
Motivado por los conocimientos de mi hijo aprehendidos en su último curso de secundaria (Dios mío! ya sale bachiller este año: “el tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos”, dice Milanes) le di vueltas a la idea y me puse a averiguar más sobre la serotonina. Y mis hijos tenían razón: mis comentarios siempre intentan ponerse desde la perspectiva de la gente, de cómo ciertas ideas o políticas le afectan, le impelen, lo sacuden, lo motivan y provocan afectos o desafectos, amores y odios. Esto me obliga a ser amplio como el multiverso que ha roto la idea que somos los únicos y que apenas concurrimos como un insignificante punto en la inmensidad de otros mundos.
Las pasiones son importantes, pero debemos saberlas controlar, dosificar y no hay mejor consultorio que el propio cuerpo, ni mejor farmacia que el cerebro: los niveles bajos de serotonina, se asocian a desequilibrios mentales como la esquizofrenia, autismo infantil, trastorno obsesivo compulsivo, hiperactividad infantil, depresión, estados de agresividad, migrañas, estrés e insomnio. El aumento de serotonina en los circuitos nerviosos produce una sensación de bienestar, relajación, mayor autoestima y concentración. Pero no basta el diagnostico, se necesita alternativas para romper los desequilibrios: Hacer ejercicio con regularidad, la vida al aire libre, pasear, emprender nuevos proyectos, cambiar de rutina, viajar y bailar favorece el incremento de esta sustancia.
Ivan Arias Duran
Ciudadano de la Republica de Bolivia
Miembro de columnistas.net
ivan arias duran [ivanariasduran@hotmail.com]
Autor, Iván Árias Durán | Willi Noack 28 Febrero 2011
