Cinco Lecciones de Liderazgo de la Plaza Tahrir, El Cairo – Larry Miller – 18.2.2011

Por Larry Miller, 12 de febrero 2011
Es imposible observar los dramáticos acontecimientos en Egipto sin meditar en las lecciones para los líderes, ya sea de países o empresas. Me gustaría compartir cinco lecciones de liderazgo que se destacan y no deben ser ignoradas por los líderes.

(Enviado por Carlos Javier “Cali” Cuéllar)

1. Cuanto mayor sea el control, mayor es la tendencia a la inestabilidad. Es una paradoja. Mubarak ejercía todas las formas de control imaginables en la oposición y la gente que lo rodeaba. Pero el corolario de este control absoluto es que se crea un “sistema cerrado”: un sistema que no procesaba la retroalimentación de su entorno y esto llevó a la inestabilidad final.
Se trata de un problema del “sistema completo”. En mi anterior artículo les presenté un modelo del Sistema Completo que incluye: a) el ambiente interno, b) el medio ambiente extendido, y c) el entorno externo. La mejora del sistema proviene de los circuitos de retroalimentación y el proceso de adaptación de estos ambientes. El ambiente interno de Mubarak estaba compuesto por su círculo de colaboradores de confianza. Su entorno se extendió el Ministerio del Interior y el Ejército. El entorno externo fue la masa del pueblo egipcio.
Las empresas aspiran controlar y procesar la retroalimentación que reciban en el ambiente interno. Ellos ven eso como su trabajo. En las empresas dinámicas, las barreras entre el ambiente interno y ampliada (proveedores, socios) se convierten en extremadamente porosas, casi inexistentes. Lo que a menudo se hunde empresas (y países!) es la incapacidad para crear “paredes porosas” y tener altas tasas de reacción y respuesta al entorno externo. Los dirigentes no están leyendo Facebook!
Hay una ley social: mientras más exitoso, seguro o dominante el organismo (persona, empresa o país) más alto es el muro que crece entre ella y el medio ambiente. Cuanto más dominante un líder como Mubarak, menos siente la necesidad de escuchar, responder, o respetar a los que están fuera de su círculo dominante. Mubarak no estaba leyendo Facebook y no tomó en serio las peticiones de reforma. Es la enfermedad de la arrogancia. La arrogancia es el mayor enemigo del aprendizaje y la calidad. Mientras más arrogante, menos sensibles al ambiente externo. La historia ha demostrado una y otra vez con la caída de las empresas grandes y países.
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2. No subestime el poder de auto-organización.
Aquellos en el poder tienden a creer que sus seguidores se perderán sin su guía y control. La Plaza Tahrir en las últimas semanas ha sido una increíble demostración del poder de “auto-organización.” Los manifestantes entraron plaza Tahrir, sin aparente líder, ninguna organización, ni responsabilidades asignadas. Pero, dado un propósito común, se organizaron. Ellos lograron una organización que asumió la responsabilidad para el control de los que entraron en la plaza y se aseguraron que no portaban armas. Organizaron el saneamiento y los servicios médicos. Ellos organizaron la seguridad y protección dentro de la plaza.
También desarrollaron un sistema complejo y altamente eficaz de comunicación. Ellos fueron muy auto-organizados y esta organización, hecha con dignidad y moderación, es un ejemplo que no podía ser ignorado. Ellos no eligieron líderes formales y nadie trataba asumir el papel de líder. Ellos actuaron con una increíble madurez.
El poder de la auto-organización está presente en cada organización. Con demasiada frecuencia es descartado como una interrupción caótica de las líneas formales de autoridad. Los que están “in situ”, ya sea en una fábrica, una escuela, o en las calles, tienen la facultad de resolver los problemas porque tienen la capacidad de auto-organizarse. Los medios de comunicación social, los celulares, el internet, son facilitadores de la auto-organización. Las compañías u organizaciones necesitan para fomentar el poder de la auto-organización en vez de tenerle miedo.
3. El peor discurso en la historia del mundo!
Como estudiante y practicante de técnicas para en público, he intentado aprender de los discursos políticos efectivos. Ningún líder debe subestimar la influencia potencial de un discurso o presentación pública eficaz. Hay mucho que aprender del discurso de Mubarak la noche antes de su renuncia definitiva y las desastrosas consecuencias para la nación.
Los manifestantes estaban celebrando alegremente lo que creían sería su renuncia definitiva. Ellos se sintieron horriblemente decepcionados. No sólo no renunció, pero en su discurso habló al pueblo como a sus “hijos” y en el tono más paternalista. Parecía no entender que en su público habian familias, médicos, abogados, trabajadores, así como estudiantes que habían llegado a la Plaza Tahrir para protestar contra su gobierno. Ellos estaban cansados de ser tratados y que les hable como si fueran sus hijos. El discurso de Mubarak fue acerca de “su” propia dignidad, “su” propia auto-importancia. Su discurso no mostró el reconocimiento o la empatía por las inquietudes de sus seguidores. Ese es el momento cuando los seguidores dejan de seguir.
Los líderes lideran mediante la creación de un propósito común, valores compartidos y la visión común que puede inspirar a sus seguidores. El líder nunca motiva a los seguidores al hablarles de su propia importancia. Los líderes lideran expresando empatía y la creación de lazos de unidad con sus seguidores. En la medida en que fallan en esta tarea, fallan como líderes.
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4. Los puntos de inflexión emergen a la velocidad de Internet.
Las revoluciones actuales en el Oriente Medio son ejemplos perfectos de los “puntos de inflexión”. Los sentimientos y deseos de cambio son en principio las opiniones de la minoría pequeña, despreciada y rechazada. Poco a poco ganan adeptos. Y de repente, tienen un impulso suficiente para crecer exponencialmente (el punto de inflexión) para volcar el viejo orden y crear uno nuevo.
La revolución egipcia se estuvo fabricando desde hace treinta años. Sin embargo, el poder de Facebook, como Wael Ghonim ejecutivo de Google ha explicado, ha permitido que cincuenta a cien mil egipcios colaboren de forma instantánea y formen un consenso para la acción. El poder de Internet nunca ha sido demostrado con mayor claridad.
Cada organización sobrevive por su capacidad para adaptarse a los cambios en el entorno externo. La capacidad de escuchar, de sentir, para responder y adaptarse a los cambios que tienen lugar, determinará su capacidad de sobrevivir el punto de inflexión en su próximo mercado.
5. Con un Propósito hay Unidad; En la Unidad hay Poder.
Para mí, la imagen más conmovedora de todas las imágenes procedentes de la plaza Tahrir era la imagen de la masa de los musulmanes se inclinaban en su oración diaria. Sin embargo, no es la oración lo que me conmovió. Rodeando a los que oraban había un círculo de hombres entrelazados por los brazos y mirando hacia el exterior en una actitud de protección de los ataques a los que rezaban. ¿Quiénes eran estos defensores? Ellos eran cristianos! ¿Qué más se puede decir?
Nunca subestimes el poder del propósito para unir a las personas en una búsqueda común. Ningún otro grupo podría haber tenido éxito en esta revolución. Fue el poder de unir a diversas personas con un propósito común lo que derribó los muros de la autoridad dictatorial. Ese poder está latente en cada organización si solo los líderes podrían invocarlo.

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Enviado por Carlos Javier “Cali” Cuéllar y nos escribe:

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