Organizaciones sociales cambian sus finalidades – EL DIARIO Editorial – 1.2.2011

“…otras instituciones de indescifrable finalidad…”

Desde mediados del siglo pasado varios organismos de carácter social dejaron de lado su rol propio y los objetivos que les señala su naturaleza, para derivar en el campo político con clara tendencia a involucrarse en los gobiernos de turno, desviación que en el actual régimen se viene consolidando de modo tan franco que la referencia de estas mismas organizaciones se ha hecho política-partidista. En oportunidad del cambio parcial del gabinete presidencial con motivo del primer año de la nueva Constitución del Estado Plurinacional, dichas tendencias se hicieron más que evidentes.

En efecto, en estos afanes sobresalieron la Federación de Juntas Vecinales y la Central Obrera Regional, ambas de El Alto, circunstancia en la que la primera logró el Ministerio de Medio Ambiente y Agua a través de una dirigente vecinal y abogada, recobrando el espacio que el 2006 fue ocupado por el destituido señor Abel Mamani, migrado a las filas opositoras. Se dice que con dicha designación el Gobierno hace posible aquietar la turbulencia alteña manifestada peligrosamente por el llamado “gasolinazo”. Contrariamente a este intento la Federación de Juntas Vecinales esperaba “por lo menos cuatro ministerios”, porque “El Alto empezó la lucha por este proceso y sólo recibe migajas…”. La COR, más discreta por ahora en sus peticiones, parece conforme con la Alcaldía en manos de su ex dirigente Edgar Patana.

No andan lejos otras instituciones de indescifrable finalidad, como el grupo de mujeres Bartolina Sisa, el cual integra el Gobierno desde el 2006 ocupando ahora las carteras de Desarrollo Rural y de Justicia, incluyendo los viceministerios de cada ramo. Las Federaciones de Cocaleros del Trópico de Cochabamba controlan a su vez los viceministerios de Defensa Social, de la Coca y los espacios de la lucha antidrogas con todas sus dependencias, en una especie de dualidad entre productores y el destino de gran parte del producto. Lo anterior destaca lo más importante, pero no lo único, de la injerencia de organizaciones que en teoría son apolíticas, pero que actúan políticamente, lejos de sus específicas funciones.

El origen y la misión de las asociaciones barriales, por ejemplo, que en nuestro medio se las conoce desde muy antiguo como Juntas Vecinales, está definido por su propio nombre, que no es otro que velar por la provisión de los servicios públicos a favor de la vecindad, de las condiciones de habitabilidad y del desarrollo humano de la misma, objetivos alejados del quehacer político. Algo parecido ocurre con las centrales obreras, debiendo volcar su atención a las mejores condiciones de trabajo de sus afiliados, a los aspectos salariales, seguridad industrial, etc., sin vinculación con el activismo político y la conformación de gobiernos. En este caso, la deformación de las finalidades se hizo tradicional desde mediados del Siglo XX, cuando su líder Juan Lechín fundó y condujo la COB por el camino de la política, a cuyo título alcanzó la Vicepresidencia de la República. Sin duda lo que ocurre contradice las finalidades legítimas y necesarias de los organismos de tipo social y los hace dependientes de los deslices políticos, como invariable característica negativa de todo Gobierno de paso por el poder. Así las referidas organizaciones pierden credibilidad y convierten a sus afiliados o “bases” en mero peldaño para que algunos escalen posiciones de Gobierno y lo hagan “a voz en cuello”.

Como en el caso de los dirigentes alteños, se pretende que las movilizaciones de 2003 y el derrocamiento consiguiente constituyen carta de ciudadanía para exigencias políticas, inclusive sobrepasando las atribuciones constitucionales del Primer Mandatario de designar a los ministros de Estado, lo cual además de adquirir contornos desmesurados, significa arrogarse la toma de decisiones por el resto de la ciudadanía nacional. La democracia es la única vía válida de consulta y decisión. Lo contrario es colocarse fuera de lo racional, moderno y civilizado.

http://www.eldiario.net/noticias/2011/2011_02/nt110201/0_01edt.php

Sin Comentarios

Aún no hay comentarios.

Escribe tu comentario:

Editor: Willi Noack | Administración Técnica: Jose Carlos Choque Y. | Creatica Ltda.