Bonos de Evo dejan en déficit al Tesoro General de la Nación – LA PRENSA – 21.1.2011

Gasto: El Tesoro soporta cada vez más presiones por el pago de bonos a niños, madres, salarios y rentas a los ancianos.

La política social de los bonos a escolares, madres de familia, niños y ancianos comienza a presionar sobre el Tesoro General de la Nación (TGN), que exhibe un déficit por el gasto corriente, en contraste con el superávit que anunció el presidente Evo Morales.

Estas dificultades de la principal fuente de recursos para soportar los gastos del sector público son interpretadas por la Fundación Jubileo como uno de los factores que llevó al Gobierno a aplicar un gasolinazo en diciembre.

Pero el análisis de la organización va más allá y observa que la política económica sigue basada en el rentismo y el extractivismo de materias primas, dejando de lado el objetivo de convertir al país en productor.

El especialista en presupuestos públicos de la Fundación Jubileo, René Martínez Céspedes, dice que en la torta de la inversión pública de 2011, el capítulo de la transformación productiva y el turismo, sumados al desarrollo agropecuario, suman el 7 por ciento, un pedazo chico frente al gran capítulo del transporte, que tiene un 33 por ciento.

Martínez observa el peso de las obligaciones del TGN y el porcentaje asignado a la producción, y concluye que la gente no tiene el empleo productivo y la capacidad para soportar un gasolinazo.

“El país no está en condiciones para aceptar medidas económicas como el gasolinazo”, asegura, respaldado por los datos oficiales, muchos de los cuales no ofrecen el detalle para saber exactamente en qué gasta el Estado.

¿Qué hemos hecho con los ingresos por los hidrocarburos?

Según sus datos, en 2005, los ingresos por regalía hidrocarburífera e Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) sumaban 4.672 millones de bolivianos.

Tras la nacionalización de los hidrocarburos, en 2006, el ingreso mejoró hasta 8.489 millones de bolivianos y en 2008 alcanzó su cumbre con 10.198 millones de bolivianos, aunque declinó en 2010 a 8.876 millones de bolivianos, duplicando el nivel de 2005.

La caja del Estado (TGN) también recibió una mayor presión. Por ejemplo, el pago del Bono Juancito Pinto creció de 217 millones de bolivianos, en 2006, a 381 millones de bolivianos en 2010, y se estima que a final de 2011, se pagarán 385 millones de bolivianos.

Por el Bono Juana Azurduy se paga por año unos 200 millones de bolivianos, mientras que el programa “Bolivia cambia, Evo cumple” eroga 58 millones de bolivianos por año, y la Renta Dignidad representa 1.290 millones de bolivianos.

A estos gastos se suman los salarios del sector público, que incluyen a los trabajadores en salud, efectivos militares y la Policía Boliviana.

Pobres gastan más del 50% en comida

El director de la Fundación Jubileo, Juan Carlos Núñez, dijo que a consecuencia del gasolinazo, determinado y luego abrogado por el Gobierno, los pobres deben gastar más del 50 por ciento de sus ingresos en la compra de alimentos.

Lamentó que la medida gubernamental haya causado expectativas inflacionarias, en las que difícilmente se pueden determinar su duración.

Núñez planteó al Gobierno y a todos los sectores de la sociedad poner mayor atención en las áreas de transformación productiva, turismo y desarrollo productivo para generar empleos e ingresos a favor de las personas de escasos recursos.

“El Instituto Nacional de Estadística (INE), con todos los criterios que ha definido, sólo le destina el 24,7 por ciento, si no me equivoco, a la alimentación. No está mostrando la realidad en la que estamos viviendo”, aseguró.

El ejecutivo dijo que el impacto de la inflación genera mayor pobreza. Además, las personas que no tienen trabajo realizan filas en las tiendas de la estatal Emapa para comprar azúcar y revender el producto. “Se abrió una puerta que no es muy fácil controlarla. Hay una distorsión en el mercado producto del gasolinazo”, informó a la Agencia de Noticias Fides.

Núñez argumentó que se debe trabajar en la solución de los problemas de empleo y contrabando de manera estructural.

El debate: ¿superávit o déficit?

El Gobierno anunció el año anterior un quinto superávit anual como el principal logro de su gestión, pero pocos días después aplicó un gasolinazo que hizo tambalear a la economía y al poder político, bajo el argumento de que las subvenciones a los carburantes eran insostenibles.

La Fundación Jubileo elaboró un análisis que intenta aproximarse al fondo del debate. Define al superávit como un ejercicio en el que los ingresos son más que los gastos, y explica que el déficit representa más gastos que ingresos.

Los cuadros expuestos en la parte superior de esta página describen al sector público no financiero (SPNF) que es administrado por el Gobierno, y, con datos al año 2009, se observa que las empresas públicas gozan de buena salud porque sus ingresos son mayores que sus gastos y tienen un superávit de 1,5 por ciento.

El Gobierno general, que comprende a la administración central, gobiernos departamentales, municipios e instituciones de seguridad social, presenta un déficit de 1,5 por ciento. El Tesoro General de la Nación presentó en 2009 un déficit de 674 millones de bolivianos.

Visto de ese modo, el conjunto de instituciones del SPNF no muestra un buen estado de salud financiera y deja en duda los datos del Gobierno, que insiste en la existencia de un superávit de 2 por ciento en 2010.

Para destacar

Crecen. A medida que los ingresos por hidrocarburos suben, las obligaciones lo superan en 674 millones de bolivianos.

Poco apoyo. La agropecuaria, el turismo y la transformación sólo reciben el 7 por ciento del presupuesto anual.

http://www.laprensa.com.bo/noticias/21-1-2011/noticias/21-01-2011_10002.php

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