La miopía del Defensor – EL DIA (Editorial) – 12.1.2011
El Defensor del Pueblo incluye en su informe diez casos que ejemplifican esta perversión de la justicia boliviana y si bien está perfectamente fundamentada su denuncia, lamentablemente no refleja el verdadero problema, consistente en la instrumentalización del Poder Judicial para perseguir a líderes opositores.
El gobierno descalificó el informe del Defensor del Pueblo
Los Tiempos 12.1.2011
La desclasificación de archivos del período dictatorial de Bolivia figura entre los casos emblemáticos en el informe, debido a que una vez más las Fuerzas …
Cuando en el oriente boliviano exigen democracia y respeto a la autonomía, el Gobierno habla de “golpe cívico-prefectural” y ordena cercar a Santa Cruz. Cuando los gritos vienen de otra parte y hacen temblar la plaza Murillo, Evo Morales retrocede y asegura que lo hace porque “hay que escuchar al pueblo”.
Los muertos y perseguidos políticos también tienen diferente tratamiento según el lugar de procedencia y eso se puede observar en un reciente informe del Defensor del Pueblo, referido al manejo de la justicia que hace el Estado Plurinacional donde, según el reporte, “no se cumple adecuada e imparcialmente con el debido proceso, la presunción de inocencia y muchos menos con el derecho constitucional del acceso a un juicio justo, de modo que satisfaga la sed de justicia de todo boliviano y boliviana”.
El Defensor del Pueblo incluye en su informe diez casos que ejemplifican esta perversión de la justicia boliviana y si bien está perfectamente fundamentada su denuncia, lamentablemente no refleja el verdadero problema, consistente en la instrumentalización del Poder Judicial para perseguir a líderes opositores, eliminar las libertades individuales, cercenar derechos elementales y acabar con el pluralismo político en el país. En la lista de los episodios citados no figura ninguno de los 36 líderes procesados ilegalmente, algunos de ellos en ausencia, tampoco las autoridades que han sido derrocadas y no aboga por los presos políticos que este régimen mantiene en la más absoluta ignominia.
Los casos “emblemáticos”, que según el Defensor, reflejan la sistemática violación a los derechos ciudadanos, tienen que ver con el linchamiento de cuatro policías en Uncía; el asesinato de dos manifestantes en Caranavi; la muerte del peruano David Olorio en las celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen en El Alto y el posterior ajusticiamiento de su compatriota, Carlos Alberto Junco Cáceres, en la cárcel de Chonchocoro. También menciona el caso del conscripto que fue torturado en un cuartel militar y a la negativa de las Fuerzas Armadas a abrir los archivos de las dictaduras para esclarecer numerosas muertes y desapariciones.
Insistimos, no se trata de cuestionar la validez de las denuncias, pero sí advertir sobre el reducido alcance del informe, de una institución cuya finalidad es velar por el respeto a los derechos humanos de todos los bolivianos, no sólo de una parte de ellos. Los casos citados están referidos a fallas que comprometen el accionar no sólo de la Justicia, sino también de la Policía, las Fuerzas Armadas y el sistema penitenciario. Estos problemas se arrastran desde hace mucho tiempo en el país y si bien se puede afirmar que el “proceso de cambio” no ha hecho nada por repararlos, lo que conviene es llamar la atención sobre la sistemática destrucción del Estado de Derecho que proviene justamente de las élites políticas que mantienen controlada la plenitud del sistema republicano.
El Defensor del Pueblo debería reparar esta omisión. Ignorar lo que está sucediendo con la justicia y la persecución de ciudadanos bolivianos, cuyo único “delito” es pensar diferente al régimen autocrático dominante, es convertirse en cómplice de la destrucción de la democracia.
El Defensor del Pueblo incluye en su informe diez casos que ejemplifican esta perversión de la justicia boliviana y si bien está perfectamente fundamentada su denuncia, lamentablemente no refleja el verdadero problema, consistente en la instrumentalización del Poder Judicial para perseguir a líderes opositores.
http://www.eldia.com.bo/index.php?c=Editorial/Opinión&articulo=La-miopia-del-Defensor&cat=363&pla=3&id_articulo=51563