Pasado, presente, futuro… – Susana Selem Antelo – 9.1.2011

Pasado, presente y futuro en ‘tiempos de cambio’masista, me recuerdan el aforismo del francés Gustav Flaubert: “el futuro nos tortura, el pasado nos encadena. He aquí por qué se nos escapa el presente”.

El pasado encadena a los masistas a un imaginario mundo aymara, que lo suponen socialista y bucólico al que habría que retornar porque es la cultura, según el ‘Vice’, “más cohesionada y compacta, con mayor poder de irradiación nacional” y por lo tanto debe ser el núcleo articulador del “nuevo mestizaje” (Tinkazos, diciembre 2010).

Esa afirmación habla de etnocentrismo puro, contradiciendo la supuesta calidad ‘plurinacional’ de la Constitución, que en los hechos es ‘uni’ pues desconoce la diversidad y las diferencias de un mestizaje que no acepta imposiciones. Por eso el futuro tortura al MAS: ni con el poder total acumulado en un quinquenio, convencen al país diverso del que gran parte se rindió ante la esperanza de “vivir mejor”que resulto cruel demagogia: no existía ni existe proyecto para realizar esa hazaña.

Encadenados al pasado aymara, los masistas más radicales centran y proyectan venganzas contra los k’aras. Ahí afloran los primarios instintos de la naturaleza humana, como el de dominar -dicen que el más primario de todos- a través del ejercicio del poder, el castigo, persecución, descalificación, descrédito y humillación a todo adversario político hasta ‘aplastarlo’. Para justifcar erorres y horrores de gestión los hombres del MAS buscan chivos expiatorios, que a su vez les proporcionan material periodístico para distraer, manipular, mentir y desinformar sobre la crítica realidad socioeconómica del país. Las víctimas no solo son adversarios políticos actuales, sino tambien potenciales y no siempre políticos .

El presente se les escapa a Morales y compañía cuando cometen actos falidos como el supermaxi gasolinazo. La interpelación furiosa, violenta y amenazadora provino precisamente de aquel núcleo aymara que ayer lo aupó al poder. Hoy está defraudado, aunque alguna dirigencia y en nombre de los movimientos sociales negocia la aplicación de ‘minigasolinazos’que el oficialismo presenta como “haber escuchado las demandas del pueblo”. ¿Por qué no aplicó antes esa medida -‘sopapitos’ en vez de letales sopapos- para no abultar más la subvención a los hidrocarburos? Por varias razones: Evo Morales y sus hombres se creyeron omnipotentes, ‘eternos’ e intocables; como no tienen proyecto para el pais total, tampoco tienen proyecto económico, solo proyecto de poder por el poder: en lo único que han sido eficientes es en la adminstración de la manipulación mediatica, la mentira, la represión política y la represion judicial.

Se les escapa el presente traducido en mala gestión pública, escasa inversión, cero generación de empleo y desencanto a granel. Recurren a leyes como la antirracista que prevé suspensión de medios de comunicación hasta por un año, y será un instrumento para controlar la emisión de información, cómo se la comunica y para ir eliminando el pensamiento crítico. El pasado, presente y futuro que gestionan Morales y sus hombres, encadenan a Bolivia a un tiempo sin retorno. Esas cadenas no tienen, hoy por hoy, quien las rompa desde la fragmentada oposición democrática de Bolivia.

Enviado por la autora susana seleme [susanaseleme@gmail.com]

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