La nueva Ley de Pensiones – LA PRENSA (Editorial) – 7.12.2010
Actualización 10.12.2010:
Estado retoma administración de pensiones luego de 14 años
EL DIARIOSin la aprobación de todos los sectores y con riesgo de insostenibilidad en el tiempo, el Gobierno promulgará hoy en instalaciones de la Central Obrera Boliviana (COB), la nueva Ley de Pensiones que reemplazará al sistema de reparto que estuvo en vigencia en el país durante 14 años bajo la administración del grupo BBVA y Zurich.
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La fracción solidaria debería pagarse con dinero del Estado. Pero el Gobierno evitó colocarse esa carga y prefirió ponérsela a los aportantes…
Contrariamente a lo que sucede en el resto del mundo, donde las edades para la jubilación aumentan, en nuestro país se aprobó una ley que establece una sustantiva reducción de 65 a 58 o, incluso, a 55 años.
Parecería que en Bolivia hemos encontrado la fórmula mágica porque en ninguna otra nación del mundo se habla de bajar la edad para optar a una jubilación. Esa fórmula, de permitir que el sistema se mantenga en el tiempo, podría valer el Premio Nobel de Economía para sus autores. Podría ser, además, la solución para todos aquellos países del primer mundo europeo, y muchos del tercer mundo, que están afrontando constantes problemas sociales, manifestaciones de protesta, paros, huelgas y otros, por tener la necesidad de ampliar la edad de jubilación en uno o dos años.
Es difícil pensar que los cálculos denominados matemático-actuariales y las proyecciones de Bolivia sean diferentes de los otros países que nos llevan ventajas de decenas de años de desarrollo económico y social. ¿No será que aquí estamos pecando de un optimismo exagerado y que al final serán los afiliados a los sistemas de pensiones los que pagarán los platos rotos en éste que parece sólo un experimento?
Y el tema de la edad se refiere sólo a uno de los puntos complicados de este nuevo sistema que es posible que tenga sostenibilidad por algunos pocos años y ¿después… qué se hará? ¿Se dejará que sean los próximos gobiernos los que tengan la tarea de recoger los platos hechos añicos?
¿Es correcto acaso que un ente estatal, con el rótulo de independiente e idóneo, administre el dinero de los aportes laborales y patronales, resistiendo eventuales presiones de los gobiernos para entregarles este dinero? Es el Estado el que debe a los fondos de pensiones más de 3.000 millones de dólares por la venta de bonos. Ahora seguirá siendo deudor, pero al mismo tiempo pasará a ser administrador del dinero recaudado y a recaudarse.
Tampoco parece justo que sean sólo los aportantes y los empresarios los que paguen la fracción solidaria de las jubilaciones de personas que aportaron sólo por 10 años o que recibirían un baja renta. Entre éstos bien puede figurar gente que, al haberse dedicado al comercio, al contrabando o a ejercer tareas independientes bien remuneradas, acumuló riqueza y no requiera necesariamente de una renta de jubilación.
La fracción solidaria debería pagarse con dinero del Estado. Pero el Gobierno evitó colocarse esa carga en los hombros y se la puso a los aportantes, al no modificar el proyecto de ley y aprobarlo como estaba.
Deberá recordarse que una de las razones del colapso del antiguo sistema de pensiones de reparto radicó en que muchos empresarios no tuvieron ningún problema en duplicar o triplicar ficticiamente, en planilla, el monto del salario de los últimos años de sus trabajadores para que tengan un promedio que duplique o triplique su renta jubilatoria con relación a su salario real.
Es una pena que una ley de tanta importancia hubiera sido tratada sin la seriedad y meticulosidad requeridas y menos analizada en todas sus consecuencias. El tiempo dirá si la fórmula fue genial o se utilizó a los bolivianos como conejillos de indias.
http://www.laprensa.com.bo/noticias/7-12-2010/noticias/07-12-2010_8177.php