¿Además de ineptos, impunes? – HidrocarburosBolivia.com (Editorial) – 3.11.2010
Dentro de una década, si no intensificamos la explotación de los hidrocarburos podemos quedarnos con el petróleo bajo tierra”. Aun hoy, ese es un absurdo monumental, porque la sustitución de los hidrocarburos (sea como combustibles o como materia prima para la petroquímica) es una posibilidad muy remota, aunque la cantaleta absurda con que iniciamos este comentario sigan repitiéndola algunos sin sonrojarse.
Y quien lo dijo originalmente, en 1974 no fue un parroquiano despistado cualquiera, sino alguien que en ese momento actuaba como presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos: Rolando Prada.
Por supuesto que debió hacerlo para agradar a su jefe, Hugo Banzer Suárez, es decir más por lambonería, zalamería o como quiera que le digan a eso, que por convicción, porque es difícil de creer que desde la presidencia de YPFB se digan tales desatinos.
Aunque últimamente ya nada sorprende en ese ámbito.
Entonces esa prisa por deshacernos de nuestro gas no era gratuita. Precisamente el dictador Banzer había dicho, por su parte que “las naciones industrializadas están dedicando recursos y esfuerzos considerables para encontrar sustitutos de los hidrocarburos. El momento en que estos esfuerzos se concreten nuestros recursos naturales se convertirán en la denuncia a la ineptitud”.
Pues la ineptitud quedó denunciada. La ineptitud de Rolando Prada y de Hugo Bánzer, quien, dos días después de declarar lo anterior firmó con su colega el general Ernesto Geisel, en ese momento cabecilla de la dictadura militar en el Brasil, el convenio para que ese casi despreciado gas de petróleo boliviano se fuera allá, para impulsar la industrialización brasilera.
Y esa capitulación de los derechos bolivianos a sus recursos naturales, a su gas enriquecido de hidrocarburos licuables que hasta hace muy poco se los estaban llevando gratis al Brasil y que aún hoy no se pagan con justicia, esa capitulación de Banzer, se firmó, para mayor vergüenza, en Cochabamba, el 22 de mayo de 1974.
¿Luego no era que los delitos que causan daño económico al Estado no prescriben? Deberíamos, entonces, juzgar puntualmente este inocultable daño. Para sentar precedentes, que serán útiles a fin de por lo menos no repetir la ineptitud denunciada. Y no vamos a escribir “ineptitud” entre comillas, porque habría que, más bien, escribirla con mayúscula, INEPTITUD, y destacarla en todos los libros de historia de Bolivia.
Sentar precedente, decimos, porque precisamente las ineptitudes reiteradas, recurrentes, plenamente detectadas y denunciadas nos tienen como estamos: sin metalurgia, sin siderurgia, sin petroquímica, cuando todo eso debería ya ser una realidad para Bolivia.
Porque ha llegado hace rato la hora de que los bolivianos escribamos nuestra historia como sujetos, y que dejemos finalmente de solo sufrirla como objetos.
Ese es el verdadero sentido del cambio. ¿O no?
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Sin categoría | Willi Noack 3 Noviembre 2010
