Brasil / elecciones: por el mundo sin Lula – Abraham Zamorano / BBC Mundo – 29.10.2010

LulaEl presidente Lula, cuya popularidad ronda el 80%, saldrá del gobierno el primero de enero.

Son pocos los presidentes que pueden decir que tienen hilo directo con Barack Obama y Mahmoud Ahmadinejad, o que gozan de excelentes relaciones con el venezolano Hugo Chávez y con el francés Nicolás Sarkozy.


Tal vez el único sea el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, capaz de ganarse ovaciones de los activistas contra la globalización en el Foro Social Mundial de Porto Alegre la misma semana en que el poderoso Foro Económico Mundial de Davos le daba el premio al “Estadista Global”.

Rousseff y Serra

El nuevo presidente supondrá un cambio seguro en la política exterior.

Aclamado por la prensa internacional y reconocido por los líderes de izquierda y derecha, Lula puede presumir de haber llevado a su país a una inédita presencia en las instancias internacionales, todo, como él mismo ha repetido, superando “el histórico complejo de perro que ladra y no muerde”.

“Lula convirtió a Brasil en un país contestatario de los grandes centros de poder sin ser conflictivo y conservando las buenas relaciones”, según le dijo a BBC Mundo el profesor Rafael Duarte, de la Universidad de Sao Paulo (USP).

Ni Serra ni Rousseff será un símbolo como Lula ni ganará tanto protagonismo en la política exterior          Rafael Duarte, USP

Para ello estrechó su amistad con los gobiernos “satanizados” de Venezuela o Irán, sin perder el sentido pragmático y conservando la buena sintonía con los grandes centros de poder: EE.UU. y Europa.

Ahora llegan las elecciones que dirimirán el talante de la nueva diplomacia brasileña entre lo que se piensa será un “continuismo de bajo perfil” de la oficialista Dilma Rousseff o el alejamiento de los vecinos sudamericanos en beneficio de EE.UU. que los analistas consultados por BBC Mundo entrevén en la propuesta del opositor José Serra.

La “diplomacia lulista”

Las razones para este paso adelante en la comunidad internacional hay que verlas en el propio desarrollo económico brasileño, un gigante de la industria agrícola que en los próximos años se espera que llegue a ser una potencia petrolera.

Es por ello que el futuro de las relaciones exteriores es tan importante. “Tiene muchos intereses que defender”, como apunta el profesor Duarte.

Lula y Chávez

Los analistas consideran la “amistad” de Lula con Chávez un ejemplo de pragmatismo.

Los tres grandes ejes de la política internacional de Lula han sido su fuerte apuesta por la integración regional en Sudamérica, su impulso de la presencia en foros internacionales y su búsqueda de socios no tradicionales como India o China.

El presidente llevó a Brasil a acercarse a Bolivia o Venezuela, a desoír a EE.UU. al apoyar el derecho de Irán a un programa nuclear pacífico y a convertirse en protagonista en la crisis del golpe de Estado en Honduras.

Todo con un “cambio de táctica al servicio de los dos grandes objetivos históricos de la diplomacia brasileña: una silla permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU y una posición preponderante en la Ronda de Doha”, la gran negociación para liberalizar el comercio mundial, según el analista Marcos Nobre.

Antes, agrega Nobre, el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2003) buscaba cumplir esos dos objetivos a través del acercamiento con EE.UU. y la Europa representada en el Consejo de Seguridad. Con Lula, los mismos objetivos, pero una táctica diferente.

Los puntos negros del “lulismo”

A decir del profesor Ricardo Sennes, “el balance es intermediario, el país ganó proyección, pero tampoco se puede decir que tuvo éxito en todo”.

Convirtió a Brasil en un país contestatario de los grandes centros de poder sin ser conflictivo y conservando las buenas relaciones     Rafael Duarte, USP

Pero si hay un crítico con la diplomacia lulista, su énfasis “sur-sur” y las tensiones despertadas con EE.UU., ése es el ex ministro Celso Lafer, canciller durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, en el que también Serra ocupó la cartera de Planeamiento y después de Sanidad.

Para Lafer, la política internacional de Lula es “voluntarista” y sólo busca el “prestigio” –en especial del propio mandatario–, sin prestar atención a si podía obtener resultados positivos para los ciudadanos.

En artículo publicado en septiembre en el diario Estado de Sao Paulo, Lafer acusó a la diplomacia lulista de “descapitalizar de manera creciente el soft power de la credibilidad internacional de Brasil, comprometiendo el prestigio del país”.

“Esta situación la agrava el empeño del presidente en asociarse a regímenes permeados por la inquina del ‘árbitro’ –por ejemplo, el Irán de Mahmoud Ahmadinejad–”, escribió Lafer.

Si ganase Serra…

José Serra

El candidato Serra supondría un acercamiento a EE.UU. y enfriamiento de la relación con Sudamérica.

Por lo poco que ha dejado entrever en campaña el ex gobernador de Sao Paulo, con su llegada al poder acabaría el idilio con los “bolivarianos” y habría un casi seguro enfriamiento de las relaciones con el Mercosur.

Después de las fuertes críticas vertidas por Serra al gobierno de Bolivia y las dudas que expresó sobre el Mercosur, aunque no haya insistido en ellas durante la campaña, sí que lo llevarían “a empezar con un déficit”, en las palabras de Duarte.

Probablemente habría una relación más cuidadosa con EE.UU. No creo que Serra repitiera un desafío como fue el episodio de Irán    Fabio Reis

“Ahora bien, la región es estratégica por razones económicas, así que si gana va a tener que trabajar en la recomposición y no mirar para otro lado”, apunta el profesor.

Coincide Marcos Nobre, para quien una cancillería de un hipotético presidente Serra tendría a un diplomático experimentado al frente que “tampoco va emprender peleas innecesarias con Bolivia”.

Fabio Reis coincide en la idea de que la relación con América Latina “recularía” con Serra en el poder. “Pero a cambio, probablemente habría una relación más cuidadosa con EE.UU.”, opina.

“No creo que Serra repitiera un desafío como fue el episodio de Irán, que fue un foco de tensión”, comentó Reis.

Según Nobre, habría una vuelta a la política externa de Fernando Henrique Cardoso, la que buscaba cercanía con los núcleos de poder: EE.UU. y Europa.

Si ganase Rousseff…

Dilma Rousseff

De la candidata Rousseff se espera continuismo, pero sin “tanto carisma”.

Favorita en las encuestas, un gobierno de la ex ministra Rousseff, una apuesta personal de Lula para que sea su sucesora, supondrá una línea continuista de la política internacional brasileña.

Según le contó a BBC Mundo el analista Fabio Reis, profesor emérito de la Universidad de Minas Gerais, “hay dudas sobre hasta qué punto ella estará influenciada por un Lula en la sombra o pasará a tomar la iniciativa”.

Hay razones para presumir que va a dar continuidad al trabajo de Lula. Dudo que se lance a buscar cambios significativos     Fabio Reis

“Hay razones para presumir que va a dar continuidad al trabajo de Lula. Dudo que se lance a buscar cambios significativos”, comentó.

Además, Reis considera que es improbable que Rousseff “llegue a ser tan afirmativa y con tanta capacidad de iniciativa”.

Para el experto, de ganar la presidencia Rousseff, su gobierno tendrá “un perfil más bajo”, idea con la que coincide también el profesor Duarte.

“A Lula le gusta ‘actuar’ y Dilma no tiene la misma personalidad”, señala Duarte, que agrega que eso “implicará que la cancillería gane autonomía y protagonismo”.

Pase lo que pase, el primero de enero de 2011 ya no estará Lula en el poder. Sea con su “heredera política” Rousseff o con el opositor Serra, habrá acabado la era de “Lula superstar“, como apuntó el semanario alemán Der Spiegel.

“Ninguno será un símbolo como ha sido Lula. Ninguno establecerá tan fuerte énfasis y ganará tanto protagonismo en la política exterior”, sentencia el profesor Duarte.

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2010/10/101022_brasil_elecciones_politica_exterior_az.shtml

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