Perú toma opción de Bolivia de ser centro energético – LOS TIEMPOS – 17.10.2010
YA EXPORTA A EUROPA

Vista aérea de la planta de licuefacción de gas Pampa Melchorita en la costa peruana. Ahora el negocio de exportación del hidrocarburo es hecho a través de barcos. | infraestructuraperuana - Agencias Agencia
El gasoducto que lleva gas a Brasil. Este tipo de transporte es cada vez menos popular por su alto costo. – Hernán Andia |
Planta de gas. – Hernán Andia |
Perú apenas tres meses después del inicio de operaciones de su planta de licuefacción de gas natural en Pampa Melchorita en la costa del Pacífico provee ya a Brasil, México, Estados Unidos, Canadá y España a través del mar y tiene planes de llegar pronto a Argentina y Chile.
Las oportunidades de Bolivia, que en 2003 se perfilaba como el centro energético regional y abastecedor mundial de Gas Natural Licuado (GNL), fueron tomadas por Perú, coinciden analistas que recuerdan que antes, durante y después de la Guerra del Gas ese país contribuyó en evitar un acuerdo entre Bolivia y Chile para que el gas boliviano salga por ese país hacia Norteamérica, un proyecto impulsado por el consorcio Pacific LNG.
Las similitudes de los proyectos de Perú y Bolivia no sólo tienen que ver con el producto –gas natural licuado–, la vía de exportación del energético –el Pacífico– y los mercados –Norteamérica–, sino también el inversionista: la transnacional Repsol, la misma empresa que lideró Pacific LNG y que es ahora principal socia de Perú LNG, que opera Pampa Melchorita. La diferencia es que Perú ejecutó el plan.
“Las versiones en sentido de que Perú tuvo una actividad solapada muy importante en la Guerra del Gas, que cambió todo el destino de la industria petrolera, han sido muy insistentes, pero no demostradas. Lo cierto es que Perú se esforzó en evitar un entendimiento con Chile y al mismo tiempo hacer que el proyecto de exportación de GNL naufrague. El resultado neto de esa actividad diplomática es la actual planta de Pampa Melchorita del Perú. Se podría indicar que la política de Torre Tagle es una de las más eficaces en América Latina”, dice Carlos Miranda, analista y ex ministro de Hidrocarburos.
El experto y también ex ministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos señala que diversos actores en Perú contribuyeron en 2003 a enrarecer el ambiente para que el proyecto por Chile no se materializara. “Gran propaganda, principalmente en la ciudad de La Paz y El Alto, apareció dando a entender que el proyecto por Perú era mejor y en Bolivia fuimos pocos los que nos dimos cuenta de que en realidad se estaba peleando un mercado que ahora tiene Perú”, explica.
Para Francesco Zaratti, es probable que Perú tuviera un interés marcado en impedir el desarrollo del proyecto LNG por Chile.
“Basta recordar los varios ofrecimientos, todos ‘inmejorables’, que hizo Perú para evitar el acercamiento de Bolivia a Chile. Algunos funcionarios del actual Gobierno fueron muy activos en apoyar la propaganda peruana en los años 2002 y 2003”, apunta.
Irrupción del GNL
El consultor en temas energéticos Bernardo Prado, en tanto, atribuye a la indecisión, al desacuerdo y a la intolerancia de los bolivianos la pérdida de la oportunidad de exportar GNL y ser el centro energético regional.
“Los estudios realizados definieron que exportar el gas boliviano por Chile era más barato que exportarlo por Perú. Ante esa situación, el mismo Gobierno peruano ofreció compensar la diferencia para que Bolivia exporte su gas por Perú, pero el consorcio Pacific LNG dejó claramente establecida su preferencia por los puertos chilenos, lo cual fue considerado como una ofensa en algunos sectores radicales de la sociedad boliviana y así, sumando otros factores, comenzaron los conflictos sociales de 2003”, recuerda.
Miranda señala que la confusión política generada en 2003, que creó un sentido de desconfianza de provisión de gas por gasoducto, y la nacionalización de mayo de 2006, que confirmó esos temores, fueron el mejor motor para la aparición de GNL en el Cono Sur.
“Brasil fuertemente impactado por la política nacionalizadora buscó con grado de urgencia el abastecerse de GNL para prescindir de gas boliviano si fuera necesario y logró poner sus instalaciones en un año. Argentina hizo lo propio frente a la incapacidad boliviana de proveerle gas. Chile adoptó la provisión de GNL como la solución permanente para su consumo de gas por las fallas de la provisión argentina y la incertidumbre planteada por Bolivia en cuanto a su posibilidad de crecimiento y la política abiertamente antichilena de la Guerra de Gas”, dice.
INTEGRACIÓN
NO POR DUCTOS, sÍ POR BARCOS
Bolivia se proyectaba como el centro energético regional y de integración a través de gasoductos. Hubo proyectos grandes en torno al gas boliviano, como el Gasoducto del Sur, que ya quedaron olvidados.
“La integración se viene concretando hoy por barcos”, dice el analista Álvaro Ríos y Perú es el protagonista de esa unión.
Ríos añade que muy probablemente el país vecino materialice otro proyecto de exportación de GNL en el sur a partir de nuevas reservas que ya se vienen dando en lotes aledaños a Camisea.
Pérdida de mercados, credibilidad y reservas
Los analistas dicen que de 2003 a 2010 Bolivia perdió mucho en el sector de hidrocarburos, el principal motor de la economía.
Para el experto Francesco Zaratti, el país “ha perdido credibilidad y confiabilidad, dos aspectos fundamentales en esos negocios.
Ha perdido reservas a tal punto que muchos proyectos de desarrollo, exportación e industrialización van a quedar rezagados”.
Agrega que ya no será el abastecedor principal de países como Argentina, Uruguay y Paraguay y tampoco se ha logrado refundar YPFB.
En tanto, el especialista Álvaro Ríos apunta que después de fracasar el proyecto de Gas Natural Licuado (GNL) de exportación, Bolivia dejó ir la oportunidad de expandir un mercado adicional de gas para el país y no depender de uno o dos.
Finalmente, el analista Carlos Miranda dice que el país perdió definitivamente el mercado del norte chileno y en parte el de Argentina, que recibe 14 millones de metros cúbicos por día de GNL por mar y piensa duplicar la cifra el próximo año.
“Las instalaciones brasileñas están diseñadas para prescindir del gas boliviano, situación que no se ha presentado pero que podría suceder en cualquier momento”, agrega.
ANÁLISIS
“Brasil y Argentina pueden prescindir del gas boliviano”
Bernardo Prad, Consultor en temas energéticos
Bolivia ha perdido mucho. Ha dejado de ser el eje de la integración energética regional. Técnicamente Brasil y Argentina pueden prescindir del gas boliviano y compensarlo con importaciones de Gas Natural Licuado (GNL).
De hecho, el gas importado que consume el mercado argentino ya es en su mayoría GNL regasificado. En septiembre, ese país consumió en promedio 4,8 millones de metros cúbicos al día (MMCD) de gas provenientes de Bolivia y 5,4 MMCD provenientes de otros países por barco.
Con relación a Brasil, hay que resaltar que en septiembre llegó a regasificar hasta 18 MMCD.
Los precios del GNL ya no marcan las diferencias abismales de otros años con relación al precio del gas boliviano. El GNL tiene un precio que se ha desvinculado del petróleo y el gas boliviano tiene un precio vinculado al petróleo. Con las tendencias globales eso puede ser perjudicial en el futuro cercano.
Perú abastece a Brasil y no deberíamos sorprendernos de que lo haga en breve también con Argentina, que ya apostó por el GNL.
En octubre de 2006 se firmó un contrato de compra y venta de gas entre YPFB y Enarsa (petrolera estatal argentina). En dicho contrato Bolivia se comprometía a enviar 7,7 MMCD de gas a partir de 2007, subiendo a 16 MMCD desde 2008, y a la fecha –según lo pactado en 2006– los envíos deberían estar en 27,7 MMCD.
Sin embargo, tras firmarse en marzo de 2010 una adenda que modifica los volúmenes de gas que se enviarán al mercado argentino, los mismos no superan en promedio los cinco MMCD, muy lejos de los 27,7 que supuestamente deberíamos estar exportando.
Ante ese panorama, Argentina se vio en la necesidad de conseguir otro proveedor para el gas que Bolivia no le podía enviar y en mayo de 2008 llegó el primer buque metanero al puerto de Bahía Blanca con precios que duplicaban al gas boliviano.
En el caso de Brasil, la necesidad de tener proveedores de gas alternativos a Bolivia para garantizar su seguridad energética hizo que en enero de 2007 este país ponga en marcha el PAC (Plan de Aceleración del Crecimiento) que contemplaba, entre muchos otros proyectos, la puesta en marcha de los terminales de regasificación en la Bahía de Guanabara y en Pecém.
http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/economia/20101017/peru-toma-opcion-de-bolivia-de-ser-centro_94605_182736.html