¡Cuidado con el control en las mesas! – Dante N. Pino Archondo – 27.11.2009
En algún momento tenía que saltar la liebre. Porque conociéndonos los bolivianos, como nos conocemos y sabiendo que en nuestro territorio la población rural es dispersa, no tiene las condiciones básicas para facilitar la tarea de empadronadores y tampoco habían recursos humanos dispuestos a la aventura de viajar kilómetros, esperar lo suficiente para que la comunidad se reúna y realizar sus tarea, el anuncio de la Corte Electoral sobre la meta alcanzada del mas del 90 por ciento de empadronamiento con más de cinco millones de ciudadanos, sonaba a concierto maravilloso en medio del altiplano cobijado por el Illimani.
Lo que pasó es que tanta fue la presión para tener un nuevo padrón, tan infantiles fueron las disposiciones legales que se emitieron, para esto y los plazos de la convocatoria electoral que se dispusieron, que todo era una inmensa plataforma de lanzamiento al fracaso.
Entonces la discusión sobre el tapete era muy simple: los que querían el padrón antiguo querían fraude, los que pedían padrón nuevo elecciones limpias. Luego esas posiciones derivaron en que el padrón podía ser nuevo pero los plazos de la ley de convocatoria electoral no se movían. Con esta inteligentísima forma de razonar se llevó a cabo la misión imposible. El señor Exeni en un arranque de sinceridad consigo mismo y conocedor de los finales que se avecinaban, tomó la decisión más inteligente. Renunciar.
Pero en este valle de lágrimas siempre hay dispuestos a jugar al héroe y el señor Costas es uno de ellos. Todo se puede cuando hay “voluntad política”, esa que el señor Exeni no estaba dispuesto a dar. Y en una curiosa transformación del modo de pensar del gobierno, se dio paso al padrón biométrico, se asignaron fondos y se advirtió al nuevo Presidente del órgano electoral que si no empadronaba al cien por ciento de los electores, se usaba el padrón existente.
¿Cómo hizo la Corte Nacional Electoral para concluir en el plazo de tres meses para tener en su base de datos a más de cinco millones de ciudadanos, debidamente registrados, primero y luego consolidar toda esa información en unos pocos días en el centro nacional de La Paz?
Todo el equipo de la Corte Nacional Electoral merece un premio de reconocimiento internacional, porque esa hazaña tiene, debe, ser explicada paso a paso, con muestras que despejen la duda de incrédulos como yo.
Ayer el ingeniero Iván Guzmán de Rojas, advertía, que el modus operandi del fraude, no es la discusión del ocho por ciento del padrón que no se sabe si se habilitan o no, sino el control electoral que debe realizarse en cada mesa de votación. Especialmente allá donde las comunidades votan con chicote en la mano, y en donde (Potosí) las actas originales son cambiadas por otras, preparadas, y en el camino unas se entierran y las otras nacen a la vida electoral, dando el cien por ciento de la victoria al señor del Jacha Uru.
Entre la advertencia del señor Guzmán, el bluf del gobierno con la Corte del señor Costas y los gritos del comentador Valverde, todo está claro. Evo tiene listo el 70 por ciento del voto en sus manos. Manfred y Samuel, podían prepararse para el baile que les espera luego o en un arranque de seriedad y uso de la fuerza electoral que tienen, obligar a la Corte Nacional a explicar sus resultados y evitar lo que por ahora parece inevitable.