MITOS Y UTOPIAS – Ovidio Roca – 4.10.2010

Las personas pueblan su imaginación con fantasmas, dioses, fabulas, mitos. La gente imagina y cree, y es esa creencia, creencia sólida  como la roca, la que hace que las cosas ocurran. No se trata “de lo que es” en realidad, se trata “de lo que la gente cree que es” y eso para ellos, es lo único importante. Ergo, la naturaleza humana nos induce a luchar por utopías antes que por la cruda realidad, nadie se hace matar por el PIB o el modelo de desarrollo cruceño, pero sí, por sus dioses, su patria, su caudillo.

(con un comentario de Carlos Herrera)

En Bolivia, cuando han transcurridos 200 años de la Republica, ingresamos a una nueva era, la del “proceso de cambio” impulsado por el llamado poder indígena originario, que pretende desandar lo andado e imponer nuevas reglas de comportamiento político, económico, de convivencia. Y el problema es que en lugar de hacerlo en procura de un proyecto de vida en común y compartida, nos están llevando hacia un sistema totalitario, de imposición y dominación tribal. Y en lugar de construir leyes y una judicatura imparcial y apegada a las normas de convivencia, estamos construyendo un mecanismo punitivo para castigar aquellos que discrepan con su proyecto de poder; con el caudillo y principalmente con el grupo palaciego, quienes realmente ejercen el poder. Lo  que es peor, es un proyecto que usa  perversamente para sus fines y con impudicia, los prejuicios raciales y la revancha histórica.

Los problemas de producción y empleo, los problemas de gestión no son importantes, para los viejos bolcheviques que manejan el rumbo del país y que para salir del paso aplican las obsoletas recetas del Gosplan. El Estado administra todo, es el dueño de todo y de todos. En verdad los líderes totalitarios e intelectuales Jacobinos, nunca han pretendido ni les ha interesado solucionar la dinámica del conflicto social o económico; es el poder, la lucha por el poder lo único importante para satisfacer sus ansias, su ego.

Y que es el poder?. Nos lo dice Nietzsche en El Anticristo:

¿Que es bueno? Todo lo que acrecienta en el hombre el sentimiento de poder, la voluntad de poder, el poder mismo. ¿Qué es felicidad? La conciencia de que se acrecienta el poder, que queda superada una resistencia. No satisfacción sino aumento de poder, no paz sino guerra, no virtud sino aptitud. Los débiles y malogrados deben perecer, tal es el axioma capital de nuestro amor al hombre, y hasta se les debe ayudar a perecer.

En este experimento masista se cobijan diversos proyectos económicos, ideológicos e indigenistas, que confluyen como siempre en procura de lograr el control, el poder y así satisfacer sus intereses y apetitos. Y para mantenerlo, para disfrutarlo; al menos el grupo Jacobino, necesita del mito, así los viejos bolcheviques usaran mientras puedan hacerlo, a Evo Morales, el Mito de la reivindicación indígena.

No se ve de parte de estos grupos un proyecto de construcción de una sociedad para todos, una sociedad de bienestar y prosperidad, de un Estado democrático y plural sino un afán de  dominación pura y simple. Han diseñado su proyecto usando lo mas siniestro, el racismo, la revancha histórica contra los colonizadores de hace quinientos años, el castigo a los q`aras, y la oferta de tomar y repartir como botín sus tierras y bienes.  Mediante una Constitución amañada nos ha dividido en naciones, etnias y tribus, dejando sin derechos a los bolivianos, ahora llamados interculturales. Se ha impuesto la creencia y así lo entienden algunos, que cada cual como originario, puede hace lo que le venga en gana, desde dejar sin energía al país entero o linchar a cualquier sospechoso.

Manejan estratégicamente el concepto del enemigo, buscando unir así al pueblo en su favor y en contra de aquellos que nos quieren invadir, destruir. El enemigo externo, los Estados Unidos, los  gringos y el interno los q`aras y especialmente los oligarcas del oriente y sur del país. Lo irónico es que los ideólogos de esta patraña son q´ aras bolcheviques, usando como pongos y punta de lanza a la nacionalidad aymara.

Pero el problema mas grave es, que congruente con el populismo del gobierno, esta la  propensión de la gente de creer en las promesas y de esta manera estan logrando que gran parte de los indígenas, los excluidos, los pobres, los cocaleros, los contrabandistas, los que quieren hacerse ricos ahora, es decir la gran mayoría de la población,  piense que con el MAS van a conseguir, todos y cada uno de ellos, sus aspiraciones, sueños y apetencias.

La historia nos enseña que proyectos excluyentes, racistas y estatistas, como los del MAS, conducen a la destrucción del país, al enfrentamiento racial, a la violencia, a la miseria económica, en nuestro caso salvo para los narcotraficantes. Sabemos también que finalmente la economía los derrotara, por seguir un modelo económico que se ha mostrado inviable. Pero este proceso de desgaste puede durar bastante y mientras tanto generar miseria, represión en la población y extenderse por demasiado tiempo como en Cuba, hermoso país donde luego de mas de cincuenta años de comunismo, vale decir miseria y esclavitud, están reconociendo que las empresas estatales son ineficientes y deficitarias, que el intento de reemplazar el mercado y la propiedad privada fracaso y ante esa realidad despiden de sus pegas a la gente, y para que no se mueran de hambre les están permitiendo, con limitaciones, usar su iniciativa personal, su capacidad de trabajo, en fin hacerse capitalistas y liberales. (*)

Conocemos que es difícil convencer a la gente con realidades, “basta de realidades, queremos promesas” fue una consigna popular en el siglo pasado. Por esto necesitamos además de economía, de progreso, de seguridad, de educación, salud y bienestar; esperanzas y sueños y utopías, pero utopías posibles. Necesitamos de forma urgente construir una propuesta, una utopia posible, un  nuevo mito para el Santa Cruz y Bolivia del siglo XXI, un mito que nos conmueva a todos, un proyecto para el bienestar ciudadano y en libertad y democracia.

Debemos imaginar y construir entre todos, y aquí hacen falta los partidos políticos tan denigrados, esta Utopia posible en la que la gente crea y por la que este dispuesta a luchar.

La utopia de un régimen autonómico, usando los principios de subsidiaridad, autogobierno y desarrollo local; preservado y respetando las pautas culturales de cada uno en su propia región y posibilitando que la rica la diversidad nacional pueda generar sinergia con su rica diversidad y su culturalidad.

Una utopia democrática pues solo en una verdadera democracia se logra el respeto a la identidad de los pueblos y las personas, donde las diferencias son valoradas y aceptadas y donde la igualdad es la formalidad necesaria para que la heterogeneidad emerja.

Un país donde todos somos personas libres y nuestros derechos ciudadanos, económicos y políticos son garantizados, de la misma manera que nosotros respetamos los derechos de los demás.

En fin una utopia de país educado, multicultural, innovador, productivo y de trabajo, donde todos estemos incluidos, pues solo se supera la pobreza creando riqueza, siempre respetando nuestro entorno ambiental y social.

Nota:

(*) “Nuestro Estado no puede, ni debe, continuar manteniendo empresas, entidades productivas y de servicios, presupuestadas con plantillas infladas y pérdidas que lastran la economía”. En los próximos cinco años serán eliminados 500 mil empleos en el sector público y los trabajadores despedidos deberán encontrar empleo en cooperativas o en actividades por cuenta propia, anuncia la Central de Trabajadores de Cuba.

El problema es que estos cuentapropistas deben buscárselas sin tener mercado de insumos, sin posibilidades de importar ni exportar, sin acceso al crédito, sin capital, sin tecnología.

Enviado por el autor ovidio roca avila [ovidroc@hotmail.com]

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COMENTARIO de Carlos Herrera

Lo que mi amigo Ovidio Roca hace aquí es pensar con verdadera inteligencia, aunque la afirmación suene redundante.  ¿Qué quiere decir pensar con inteligencia? Que la opinión que vierte el articulista sobre el tema, tiene en cuenta todo el bagaje de información indispensable para examinar con acierto el fondo del asunto. En otras palabras, que, de cierta forma, su opinión resume las ideas y el conocimiento más adelantado sobre tal asunto. Ello aunque se trate de un sencillo artículo y no de un Tratado de varios tomos.
Me doy perfecta cuenta que esta clase de afirmaciones no son del agrado de muchos, sobre todo de aquellos que piensan que todo es relativo y que la verdad de unos puede no ser la verdad para otros. Pues no, no es así. El conocimiento puede perfectamente ser objetivo, esto es, mostrar la misma verdad para todos. ¿O no es cierto que la Democracia es un régimen de gobierno basado en la tolerancia, y por lo mismo el mejor marco para la convivencia civilizada? ¿ O que el régimen de economía planificada y de decisiones centralizadas como el cubano, sólo ha traído miseria y represión para ese pueblo? ¿ O que la filosofía política moderna, enseña que lo más próximo al régimen político ideal es la Democracia? ¿Y que la forma mas adelantada de aquella es la Democracia Representativa (basada en la idea de la separación de poderes) porque el conocimiento y la experiencia acumulada en más de dos mil años de historia, nos ha enseñado que el Poder puede también ser tremendamente peligroso para la sociedad civil? ¿O que en la base de las democracias mas adelantadas están las ideas de respeto a la dignidad humana, a las libertades, y la validación de que son legítimas y hasta necesarias las diferencias entre los seres humanos?
Pues bien, a la hora de juzgar la política nacional (o cualquier otro asunto) se puede decir también la verdad, o acercarse lo más a ella, a condición que la forma (que sí puede ser diversa) sea capaz de transmitir lo esencial del tema, el verdadero substrato intelectual. ¿O acaso no es un placer leer a Eduardo Bowles, a Jorge Asbún, a Fernado Molina (que dejó Pulso y aquel se convirtió en una letrina)  a Willi Noak, a Roberto Laserna, al ingeniero Miranda, a Javier Paz, a Juan Cariaga (que ya no escribe o escribe poco) a Horacio Andaluz y a Antonio Andaluz, a Don Wilman Duran, a Jorge Lazarte en algunos casos, a Luis Eduardo Siles, o a ese excelente periodista que es el señor H. Vacaflor, y a una veintena de otros bolivianos que olvido involuntariamente?.
PD. Amigos, !Que viva la libertad de expresión! Un saludo carlos. .

carlos Herrera [calinzell@hotmail.com]

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  1. MITOS Y UTOPIAS | ovidroc — 13 Septiembre 2011

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