Nada nuevo bajo el sol – Susana Seleme Antelo – 26.9.2010
Lo intuíamos desde el principio por las aproximaciones político-tácticas dadas por Evo Morales Ayma y sus hombres: podría ser reelecto presidente cuantas veces quisiera, como lo ha sido en las 6 Federaciones de Cocaleros del Trópico cochabambino.
Desde la presidencia nada le impide hacerlo, amparado en la burla democrática eleccionaria, mañosamente manipulada desde el poder total, para darle al autócrata –un solo hombre que ejerce todos los poderes– el pase a la legalidad y la legitimidad, con lo que la reproducción del poder político está garantizada.
Sin embargo, hay quienes creen que ese anticipado lanzamiento internacional desde Naciones Unidas, en Nueva York, es una medida ‘distraccionista’, a más de 4 años de la próxima contienda electoral. ¿Es una cortina de humo que se suma al humo del fuego y sus secuelas de quienes lo provocan y quienes lo permiten? Un apresurado llamado electoral unifica al instrumento, sí, pero distrae a la oposición política y a la sociedad de los verdaderos problemas del país.
¿Por qué introduce hoy en la agenda política la reelección, si hay temas de coyuntura mucho más acuciantes? Temas como el contrabando y rechazo a la ley de aduanas de los sectores de la llamada economía informal, la ausencia de empleo y trabajo productivo, sumados a la corrupción, el narcotráfico y al consumo de drogas que, amén del daño individual-familiar que produce, también tiene efectos colectivos por la extensión-proliferación de la delincuencia cada vez más violenta. O la industrialización del Mutún, o de YPFB, que nunca llega, mientras la transferencia de divisas al exterior para comprar energía sube geométricamente. O la prevista insuficiencia alimentaria si continúan las erráticas políticas frente a los sectores productivos de alimentos. O el bajo índice de inversión pública –no llegaba a 50% hasta agosto- y la drástica reducción de la inversión privada y la inversión extranjera directa, entre otros. Los otros problemas se ubican en el seno del propio MAS, por sucesos como los de Caranavi, Uncía y Potosí, además de las diferencias con la CSUTCB, la CIDOB y la CONALCAM, la ‘confederación para el cambio’.
Sombrío cambio para el futuro democrático boliviano, si nos atenemos a lo dicho por el propio presidente: “llegamos para quedarnos” hasta 50 años. Pero la Ley 4021 le impide ir a la reelección en 2014, pues al promulgar la Constitución Política del Estado -7 de febrero de 2009- quedó claro que el primer período de gobierno era el que estaba en curso, y el segundo, el que resultare de la elección del 6 de diciembre de 2009. ¡Clarito, como el agua clara!
Pero nada detendrá a los hombres del MAS. Evo Morales quiere ser presidente otra vez, siguiendo al pie de la letra el camino socialista-autoritario-vitalicio-chavista. Cambiarán su propia constitución con la mayoría que ejercen en el Legislativo y tras la abolición de la división de poderes, el desmantelamiento del Tribunal Constitucional y la Contraloría; el control del Ministerio Público y la administración de justicia, amén del control militar, policial, electoral, el ‘control social’ y las ‘guillotinas judiciales’ para ‘aplastar’ a los adversarios políticos y a la libertad de expresión y de prensa.
¡Qué paradoja! hablar de reelecciones inconstitucionales, a pocos días de recordar 28 años de la recuperación de la democracia, conculcada antes por las dictaduras militares y hoy por el poder jacobino-bolchevique que alienta el ‘Vice’ y el Presidente, gustoso, acepta. Nada nuevo bajo el sol.
Fuente: enviado por la autora susana seleme [susanaseleme@gmail.com]