Gobierno busca reeditar milicias históricas – LOS TIEMPOS – 23.8.2010
“DOCTRINA DE PATRIOTAS”
El gobierno del presidente Evo Morales se encuentra en estado de apronte ante posibles ataques externos o internos contra todo aquello que afecte los objetivos e intereses del Estado Plurinacional, para lo cual está intentando reeditar, en una “Doctrina Alternativa de Patriotas”, algo similar –pero más moderno– a las milicias que lograron la derrota española durante las guerras de la independencia o a las mismas milicias que respaldaron la revolución de 1952.
A eso obedecen los últimos entrenamientos de reservistas y mujeres en manejo bélico que se dieron por unos cuantos días en algunos cuarteles del país y que generaron más especulaciones que certezas, según revelaron fuentes vinculadas a la seguridad del Estado.
Éstas manejan un documento confidencial que explica la estrategia de la “Doctrina Alternativa de Patriotas”, que intenta conceder una opción de respuesta militar, real, creíble y efectiva “cuando la soberanía e integridad sean amenazadas por países externos”.
La estrategia busca además, “a través de la maniobra en tiempo y espacio prolongado, primero equilibrar el desajuste bélico y luego destruir la fuerza militar enemiga en señal de represalia y punición al daño moral y material llevado a cabo contra nuestro Estado”.
La historia de Bolivia no tiene nada investigado sobre las milicias, pero las más recordadas son las instauradas por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).
El historiador cochabambino Gustavo Rodríguez explicó que estos grupos civiles armados por el Gobierno tuvieron al menos tres fases: su nacimiento en reemplazo del diluido Ejército, que respondía a sus propias estructuras sindicales; las milicias del partido, que respondían a la lógica del MNR, al que pertenecían los sindicatos; y su última fase de decadencia, que coincide con la caída del poder del MNR antes del período de Gobiernos de facto militares.
Los oficiales y cadetes fueron internados en prisiones y campos de concentración por no alinearse con el régimen movimientista.
Recién en 1954 se reabrió la escuela militar y se reorganizó al Ejército bajo la orientación del partido de Gobierno de entonces.
En la insurrección de abril de 1952, el proletariado de Bolivia con las armas conquistó el poder, pero no lo conservó para sí, más bien lo cedió al gobierno del MNR, aunque organizó al mismo tiempo la Central Obrera Boliviana (COB), en la que prácticamente residía aquel poder.
Algunos críticos consideran que así se estableció una dualidad de poderes que después desapareció y consolidó al MNR en el Gobierno para iniciar una contrarrevolución.
Las milicias ayudaron en la independencia
Un primer referente de milicias armadas en Bolivia es la colonización, durante la cual estos grupos armados se constituyeron en una parte fundamental del sistema como forma de expandir y mantener los territorios adquiridos. Desde 1492 hasta la independencia del continente, estos grupos de hombres fueron evolucionando: eran huestes de conquista que sólo buscaban proteger lo conseguido, luego lograron mucha mayor organización militar.
La investigación “Hombres en armas: milicias americanas y guerrillas en la independencia” de Ricardo Asebey y Roger Mamani concluye que en Charcas, al igual que en las otras provincias de ultramar de la monarquía, se constituyeron milicias que tenían como tarea principal hacer los servicios de Policía.
Pero durante el proceso de independencia, estos grupos armados configuraron la base de los grupos irregulares que se enfrentaron al poderío español.
La milicia en la ciudad de La Paz tuvo una participación notable en los eventos de julio de 1809. Los investigadores afirman que sin la conformación de estos cuerpos armados, el movimiento juliano no hubiese tenido el alcance que a la postre alcanzó.
Será homenaje a los guerrilleros de la colonia
El documento confidencial “Doctrina Alternativa de Patriotas” se recuerda a “102 valerosos guerrilleros” que habrían sido los artífices de la derrota española, organizados en republiquetas del norte, centro y sur.
En homenaje a ellos –señala el documento–, “el Ejército, reviviendo los primigenios planteamientos estratégico-tácticos y adecuándolos a los escenarios de conflicto actuales, ha creado la doctrina alternativa de Patriotas”.
En el documento se señala entre las amenazas a la seguridad y a la defensa a la injerencia de potencias extranjeras, organismos, agencias u otros sujetos de derechos internacionales que afecten a los objetivos e intereses del Estado Plurinacional.
EL ANÁLISIS
Gustavo Rodríguez
“No eran desalmados con armas”
Rodríguez marca claramente la diferencia que existe entre esas milicias –reconocidas, que integraban batallones y hasta participaban de los desfiles cívicos con sus uniformes de obreros, campesinos o mineros y portando armas de viejo calibre– y los paramilitares –que respaldaron sobre todo a los Gobiernos militares de facto–. Aunque algunas definiciones utilizan como sinónimo ambos términos.
Las milicias respondían sobre todo a sus estructuras de organización sindical porque es allí de donde venían. “Eran organizaciones bastante formales y muy difícilmente se salían del control”.
Muy por el contrario, los paramilitares –no siendo mercenarios porque creían que lo que estaban haciendo estaba bien– eran grupos clandestinos e irregulares y sus actuaciones no tenían limites ni normas pues no respondían a ninguna estructura.
“Las milicias en cambio no eran bandas armadas de desalmados que van por todo lado, sino una estructura de poder del sindicato y por lo tanto estaban bajo sus reglas”, sostuvo Rodríguez.
Durante el período revolucionario del MNR, todos los sindicatos tenían milicias. “De hecho, hasta hace no muchos años, en las estructuras sindicales había un secretario de milicias armadas”.
http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/nacional/20100823/gobierno-busca-reeditar-milicias-historicas_86290_164978.html
Rodríguez recordó, de entre esas muchas milicias armadas surgidas desde el seno de los sindicatos, a dos en Cochabamba: la del Morro de Sacaba y la de la fábrica Manaco, cuyos miembros son bastante reconocidos por sus luchas y persecución durante las luchas sindicales.