Una buena y otra mala – EL DIA (Editorial) – 3.8.2010

La mala noticia es que en los últimos años se han intensificado los ataques a la libertad de expresión en todo el mundo. En Rusia es la mafia, en México son los narcotraficantes, en Irak es la guerra, en Brasil son los terratenientes, en China es el comunismo y en América del Sur, es el populismo aspirante a totalitarismo el que arremete contra los periodistas y los medios de comunicación independientes.

Ya sea a bala, a palo, por medio de la intimidación o con la compra de los órganos de difusión críticos con el autoritarismo, los regímenes de fuerza que han proliferado en los diferentes extremos del planeta, pretenden acallar y censurar con el objetivo de que se imponga una voz única que comulgue con el poder y que no deje traslucir los actos de abuso y corrupción que indefectiblemente crecen y se multiplican en la misma proporción a la acumulación y la concentración de poder en pocas manos.
La buena noticia es que ni el más férreo oscurantismo ha podido con las ansias de libertad de los pueblos que buscan de cualquier manera hacer valer sus derechos, sin importar qué tamaño es el aspirante a Goliat que deban enfrentar. Con el auge de las tecnologías la promesa de victoria se hace aún más realizable y obviamente, el amordazamiento es una quimera para los tiranos.
Todo el mundo sabe lo que es “Wikipedia”, seguramente el esfuerzo colaborativo más grande que se haya dado en la historia por crear una enciclopedia virtual gratis, libre y accesible a todos. La gran novedad es que desde hace cuatro años existe “WikiLeaks”,  un equivalente de Wikipedia, dedicado casi exclusivamente a la investigación periodística.
Fundado por disidentes chinos, expatriados rusos y de comunidades de refugiados tibetanos, periodistas, analistas de inteligencia, matemáticos de numerosos países, Wikileaks se dedica a recolectar documentos secretos de gobiernos y empresas, información que somete a un cuidadoso análisis antes de ser publicada a nivel masivo. Cuenta con un cuerpo de 800 colaboradores, expertos en diferentes materias y abogados que se dedican a analizar la fiabilidad de la documentación que les llega de forma anónima.
WikiLeaks se enfocó desde un principio en los países con regímenes totalitarios como China, Rusia, la Eurasia Central, Medio Oriente y África, aunque ha logrado reunir más de 1,2 millones de documentos de los cinco continentes. Pese a que ha revelado varios escándalos desde su nacimiento, este portal ha cobrado fama mundial en las últimas semanas al mostrar cómo soldados estadounidenses asesinan a un reportero de la agencia Reuters y lo más polémico, ha hecho públicos los diarios de la guerra de Afganistán, una serie de 92 mil documentos sobre víctimas civiles provocadas por soldados de Estados Unidos y por efectivos de los países aliados, además de conexiones entre la inteligencia pakistaní y los talibanes insurgentes.
La actuación de WikiLeaks, además de significar una grave amenaza para los regímenes de fuerza en todo el mundo, es una demostración de que el periodismo tradicional, ese que busca constantemente sacar a la luz lo que otros pretenden ocultar seguirá imponiéndose sobre la banalización de la prensa que algunos creían ineludible con el auge de la Internet, los blogs y otros fenómenos de la comunicación digital.

Las nuevas tecnologías se ponen al servicio del viejo periodismo, ese que busca las noticias que otros quieren ocultar. Gana la libertad.

http://www.eldia.com.bo/index.php?cat=318&pla=3&id_articulo=38950

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