Caballero Pregunta: 1.- Policías y Periodistas y 2.- Las ideologías en la comunicación – Julio César Caballero M.* – 30.5.2010
Esta es la historia de una relación que fácilmente se tensa por múltiples razones. Ambas profesiones se encuentran en un forcejeo constante que provoca fricción, cuando los primeros no reconocen que el periodismo ejerce un derecho constitucional que esta basado en principios universales de libre pensamiento, libertad de expresión, y libertad de información constituidos en bienes jurídicos protegidos en una sociedad democrática. Y los segundos, …..
…..en su intento por conseguir la primicia, por ser los primeros en llegar a la escena, los más rápidos, los que van más lejos, y en vivo, entorpecen el proceso de investigación que debiera mantener las reservas necesarias para que se cumpla el trabajo de los operadores de justicia. Pero no todas las “diferencias” entre policías y periodistas se reducen a estos temas, que si bien son de fondo, también hay otros más cotidianos que contribuyen a la colisión entre ambos grupos de servidores públicos. La falta transparencia puede ser un detonante para que un tema se convierta en titular de prensa o despierte el interés de los comunicadores, y la policía debe entender la necesidad de aclarar sus formas de actuar en los hechos violentos que acaparan la atención de las audiencias y los lectores. La falta de información o el hermetismo, es sin duda otro motivo por el que los periodistas exigen que las fuentes policiales mejoren la calidad de la información que brindan. El uso excesivo de la fuerza contra los trabajadores de la prensa ha sido una constante en escenarios de confrontación en el pasado cercano, sin que hasta el momento se hayan esclarecido los hechos donde los niveles de violencia han puesto en peligro la vida de los comunicadores.
Hay una agenda pendiente que debiera ser discutida con serenidad y con apertura por ambas partes, para llegar a establecer claramente cuales son los roles que tienen en la sociedad civil. Ese es el objetivo que esta moviendo a la Asociación de Periodistas de Santa Cruz, a buscar abrir espacios de análisis y de reflexión con el alto mando policial, y las instituciones que forman parte del sistema de administración de justicia, para dejar claramente establecido que el periodismo responsable responde a principios éticos que son fuente doctrinaria de la autorregulación del gremio, fuerza moral que lo asiste para investigar, retratar, difundir, informar, y opinar en muchos casos de forma crítica, sobre los hechos que tienen que ser conocidos por la opinión pública.
Lo cierto es que policías y periodistas actúan en escenarios donde la violencia es noticia, y en muchos casos ambos se dan la espalda y desconocen sus propias realidades, por lo que será saludable para la gente, que por un momento hagan un alto en el camino para construir espacios de diálogo. Seguro que en muchos casos continuaremos irreductibles en nuestras diferencias, pero el esfuerzo habrá valido la pena.
* Periodista y Cientista Jurídico
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Las ideologías en la comunicación
Julio César Caballero M.*
Enrico Udenio, en su libro “Corazón de derecha, discurso de izquierda” se pregunta si se pueden medir las tendencias ideológicas de los medios de comunicación, y si con encuestas u otras metodologías de investigación social se puede establecer la predisposición mediática y periodística de sus contenidos. Estos trabajos investigativos que los llevó a cabo en Argentina, me parecieron muy interesantes y luego de leerlos me sentí tentado a realizar el mismo ejercicio con los medios bolivianos en la presente coyuntura. A pesar de procesar mucha información de fuentes políticas, por los continuos actos electorales, y la confrontación incesante en esta sociedad, los comunicadores no estamos muy predispuestos a reconocer que las ideologías se expresan a través de nuestros productos comunicacionales. Nos es más fácil guarecernos bajo la frondosa sombra de la “imparcialidad” o incluso insistimos en oponernos a reconocer que nuestro punto de vista, jamás será neutral lo que no quiere decir que no seamos objetivos. A los medios estatales no es necesario auscultarlos a profundidad porque todos sabemos a quien responden y cual es su ideología predominante y que estrategia comunicacional aplican. Pero cuando analizamos los contenidos de los medios privados, la cosa se vuelve mucho más compleja porque no hay un solo tono y menos una letra que los haga idénticos entre sí. Dejando de lado otros intereses, que puedan ejercer presión sobre sus redacciones o sus producciones, se podría decir que los contenidos son más liberales, aunque en algunos casos las ideas de centro con matices progresistas, y hasta de izquierda democrática, asoman principalmente en medios que no están bajo la dirección empresarial que participa activamente en política. ¿Afecta a las audiencias y a los lectores, las tendencias ideológicas de los medios de comunicación? Si. Pero si bien los efectos se reproducen en la direccionalidad de la opinión pública, esa es una cualidad de la democracia, donde la multiplicidad de voces y opiniones están apuntaladas por el derecho a la libre información de los periodistas que no son eunucos pensantes. Aunque llegado el momento de diferenciar los géneros periodísticos, es una muestra de responsabilidad ética, que cuando se este construyendo una opinión claramente diferenciada del resto del contenido, debiera no esconderse la orientación de la misma para que las audiencias o lectorías sepan quienes son, desde el punto de vista ideológico, los emisores del mensaje. Más allá de los pudores que podamos sentir al identificarnos con ideas políticas, no necesariamente causas partidarias, debiéramos sentirnos preocupados cuando misteriosamente algunos periodistas líderes de opinión salen del aire, dejan de escribir en sus columnas, son “renunciados” a sus fuentes de trabajo, por su forma de pensar, o son censurados por sus opiniones, cualquiera sea el tono que usen para decirlas.
* Periodista y Cientista Jurídico
Autor, Julio César Caballero M. | Willi Noack 30 Mayo 2010
By Orlando, 31 Mayo 2010 @ 10:20 am
Sin duda que el tema abordado es complejo, pero no por ello incomprensible. Recuerdo que M. Foucault, al concluir su libro en torno a la microfísica del poder le preguntaron fue consultado en torno a su inclinación política e ideológica y sólo atinó a responder que sólo escribía lo que pensaba; por lo que me parecería hasta ingénuo consultar a los medios o los periodistas a qué ideología responden; si bien sabemos que el propio discurso, sea este escrito, en imágenes o en actiutdes y comportamientos, como decía el propio Foucault, conlleva su propia significación. Corresponderá a los analistas y estudiosos de significaciones, decir la tendencia ideológica de cada discurso.
Por tanto, no es de extrañar que, sin decir palabra alguna, de manera “muisteriosa”, algunos periodistas o “líderes de opinión” son practicamente despedidos de sus espacios, sabiendo perfectamente que, como bien dijera Lazarsfeld, “la orquesta toca al ritmo de quien le paga” y, en este caso, es innegable que el principal financiador publicitario es, concretamente, el gobierno.