Estatización y confiscación de los fondos de pensiones – Fernando Rodríguez Mendoza / EL DEBER – 23.5.2010
Cuando fracasó el sistema de reparto solidario para el régimen de jubilación, manejado por el Estado de manera ineficiente y corrupta, lo que llevó a la quiebra del mismo, se lo reemplazó con un nuevo sistema de previsión a largo plazo con el formato del ahorro individual, en el que dos administradoras de pensiones reciben el ahorro forzoso de los trabajadores para que las sumas recaudadas tengan beneficios al invertirse en mecanismos de alta seguridad en los mercados de capitales y, principalmente, se garantice los ahorros de los trabajadores que no pueden ser dispuestos ni manejados al libre albedrío de los administradores.
Se creía que se había dado un paso importante en las relaciones laborales y ahora nos encontramos discutiendo la eliminación del sistema de previsión a largo plazo para regresar al viejo sistema solidario y mancomunado, bajo administración y responsabilidad del Estado, es decir, a un sistema que fracasó.
El mecanismo por utilizarse es sencillamente la estatización de la administración de los fondos de pensiones bajo unos parámetros preocupantes y que van a tener consecuencias directas en el régimen de jubilación.
El primer parámetro que preocupa está en que realmente se va a producir la confiscación de los ahorros de los trabajadores, entendiéndose por confiscación privar a alguien de sus bienes y derivarlos al Tesoro General de la Nación. El dinero ahorrado en los Fondos de Capitalización Individual, bajo la administración de las actuales Administradoras de Fondos de Pensiones, va a pasar a ser administrado por organismos gubernamentales, sin que haya ni seguridad y menos garantía de que no va a ocurrir lo que ocurrió en el pasado, cuando existían los fondos de reparto solidario y mancomunado de los que simplemente se esfumaron.
El otro elemento de preocupación es la disminución de la edad para jubilarse. Entendemos por jubilación el cese de funciones o de actividades por razón de vejez, lo que da lugar al derecho de recibir pensión. Salvando a los mineros, que por efectos de su actividad tienen una vida realmente corta, los demás trabajadores -a los 58 años- aún se encuentran en la plenitud de sus facultades físicas y mentales.
La disminución de edad para acceder a la jubilación conlleva tres graves problemas. El primero, de carácter técnico-económico: al aumentar el sector pasivo, es decir, los jubilados que ya no aportan, se va a generar una presión insostenible sobre la población activa que aporta al sistema de previsión social, que es la que finalmente va a mantener a los jubilados, lo que originará un desequilibrio de muy difícil sustentación en el tiempo. El segundo, de carácter práctico, los jubilados no pueden ser contratados para trabajar en otras actividades con el riesgo de perder su pensión de jubilación, limitando a las personas las posibilidades de seguir creciendo y formarse. Y el tercero, de carácter humano, una persona que a sus 58 años no tenga actividad ni trabajo y sin ser viejo ya no sea útil a la sociedad, va a crear generaciones de adultos mayores prematuros, frustrados y fracasados.
La medida apropiada e inteligente es mejorar el sistema de previsión a largo plazo y no regresar al pasado, a un sistema ya probadamente ineficiente.
* Abogado
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Relacionado: Informe Nacional de Coyuntura 48, ver comentario de Carlos Herrera
By Willi Noack, 23 Mayo 2010 @ 12:16 pm
Recibi este comentario de carlos Herrera [calinzell@hotmail.com] junto con el pdf arriba publicado:
“Como siempre claridad y objetividad en los informes de Milenio, Gracias!
Una observación: hubiera sido bueno introducir el dato sobre el monto global de rentabilidad que los aportantes han acumulado durante la gestión de las AFPs, para que le quede claro a la gente (y sean ellos los que evalúen) si la gestión privada ha sido buena o mala. Quiero decir ¿cuanto dinero además de lo aportado he ganado por las inversiones de la AFP?. No sé si se puede hacer este cálculo global pero el caso es que importa mucho quitarle sustento al argumento oficial de que las AFPs no han hecho una buena gestión de los ahorros, porque lo que es evidente es que cada aportante ha acumulado (en rentabilidad) un 80 de lo aportado. Un ejemplo de lo que quiero decir, mi esposa ha acumulado una rentabilidad en 15 años que alcanza casi al monto aportado con sus descuentos. Es decir, aportó 20 pesos y ahora tiene 37 o algo así……. Luego la tendencia en el mundo es la de los aportes individuales me parece…..
PD
1).- A Roberto Laserna con todo respeto, sugiero realizar un informe sobre la deuda pública y su impacto en las finanzas públicas y en la economía en general, en un estudio posterior.
2).- Aquí en SC en la Cainco se puede alquilar un servicio de base de datos de mas o menos quince mil (tal vez más mucho mas, no estoy seguro) empresarios afiliados a la institución. Me parece que los informes deberían llegar a un espectro de mínimo treinta mil a cincuenta mil personas en el país. No es muy complicado. Si esto ya pasa entonces mis felicitaciones; porque se debe rearmar de nuevo la opinión política inteligente en el país y el rol de los intelectuales (cuando ellos saben ejercer tal rol) es importantísimo. Un saludo. Carlos.”