“La fatal ignorancia” – Susana Seleme Antelo – 5.5.2010

“Hay de todo en este mundo… pocas cosas tan fatales como la
ignorancia fatal y la anorexia cultural que aquejan a este país. ” SSA

Un burdo ejemplo de lo que puede ser una fatal ignorancia es la burrada de las hormonas femeninas, los pollos, los ‘gay’ y los calvos, con la que el presidente Evo Morales dio vuelta al mundo en menos de 60 segundos. Sin embargo, “la fatal ignorancia” y la crónica “anorexia cultural” del MAS y sus hombres consisten en el rechazo-desprecio a la pluralidad del pensamiento político, de la práctica política y de la libertad de ideas, como dimensiones propias de la política.

“La fatal ignorancia” como “anorexia cultural” es un interesante libro de Axel Kaiser, joven intelectual cuya tesis es que si la cultura es relevante para la política, por ahora, la hegemonía en ese plano la tiene la izquierda o el “progresismo”, en Chile. Así se refiere Kaiser a uno de los problemas que tendrá la derecha de Piñera: “la formación de intelectuales”.

No es mi intención hablar de Chile, pero retomo, en primera instancia, la idea de izquierda y derecha, aunque muchos se rasguen las vestiduras pues afirman que ya no existen. Pertenezco a la cofradía de quienes pensamos que sí existen con matices que permiten hablar de derechas democráticas, en contrapartida a las fascistas-dictatoriales, como de izquierdas democráticas frente a las estalinistas-totalitarias.

En segunda instancia, mi intención es afirmar que en Bolivia, la “la fatal ignorancia” y “anorexia cultural” la han padecido y la padecen los unos y los otros: la norma ha sido una crónica inapetencia por la cultura liberadora, por la formación de intelectuales con pensamiento crítico, por la libertad que el pensamiento necesita para expresarse. La anorexia cultural se traduce en angurria por la cultura de las consignas y los dogmas, tan propios en la vida política boliviana, conducentes al rechazo del pensamiento político diferente y plural, al desconocimiento de que “el sentido de la política es la libertad”, como dijo Hannah Arendt. O como pensaba Rosa Luxemburgo: “la libertad es siempre la libertad de quien piensa diferente”. Todo lo contrario de Morales y sus hombres.

Para Kaiser, “… la cultura y el mundo intelectual son decisivos en la batalla por las ideas, y del resultado de esa batalla depende finalmente el resultado de la lucha política y en consecuencia el destino del país.” ¿Adónde nos ha conducido la anorexia cultural en la practica política de Bolivia, como ésta que está escribiendo el MAS, que se dice de izquierda, pero es antidemocrática, afín al totalitarismo? Esa anorexia cultural explica sus opciones radicales, materializadas vía la imposición a rajatabla. Y se imponen, como ha demostrado, destrozando las instituciones, la convivencia democrática y el Estado de Derecho, para obtener, “la más pequeña de las leyes: la ley del más fuerte”, según E. Ottone y S. Muñoz Riveros.

A esa ley recurre el oficialismo para resarcirse por la pérdida de un millón de votos entre diciembre 2009 y el pasado 4 de abril. Con “la ley del más fuerte” compensa el ‘extravío’ de un millón de votantes, con una escandalosa maniobra ‘proporcional distributiva’ que quita escaños a la oposición y pasan al MAS en algunas Asambleas Departamentales, como por arte de magia negra.

¡Otro desmantelamiento institucional producto de la fatal ignorancia del MAS -pensamiento absoluto y poder dogmático- aplicados sobre el ya poco creíble y hoy parcializado Órgano Electoral. El fin de su independencia, como la de otros poderes, reflejan la actual fatal ignorancia oficialista

Enviado por la autora susana seleme [susanaseleme@gmail.com]

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