El día después – EL DIA (Editorial) – 6.4.2010

El Gobierno retrucó este lunes con fuerza y mucha soberbia el mensaje que le dieron los bolivianos el domingo en las urnas, que se resume en una negación del poder total que pretende ejercer el MAS en el país. El presidente Morales dijo el domingo por la noche que los únicos votos que valen son los que consiguió el 6 de diciembre de 2009 y que pusieron literalmente en sus manos todo el aparato estatal y represivo, el mismo que fue reactivado ayer, como para que no queden dudas de que su hegemonía sigue intacta.

COMENTARIO:

Las 100 Leyes serán la prueba si el gobierno tomará en cuenta la oposición. Es de temer que la oposición no recibirá dinero.

A caso los resultados del 4.4.2010 han cambiado las posibilidades de imponer leyes por contar con las mayorías necesarias….. Muchos analistas siguen soñando con cálculos irreales lo que se sabrá pronto.


Tal como lo había prometido y sin sopesar que el escenario político de hoy es totalmente distinto al de la semana pasada, el Gobierno puso en marcha los mecanismos de persecución política que ha venido usando muy calculadamente en épocas preelectorales y que ahora sólo pueden atribuirse al malhumor causado por los guarismos del domingo.
Del otro lado se ha producido la reacción de una dirigencia en contra del manoseo de la justicia y la persecución. De pronto –y gracias a los votos del domingo-, se ha recobrado la conciencia perdida sobre la fuerza, la legitimidad y el derecho que tiene una región a defenderse de los ataques de un centralismo que ha estado buscando cómo humillarla y despojarla de su dignidad.
Antes de las elecciones, el Gobierno había llegado muy lejos en su afán de dividir a Santa Cruz y sobre todo, deslegitimar toda la valerosa lucha autonómica de los últimos años. A través de maniobras fabricadas y también facilitadas por propios y extraños, se ha estado buscando cómo vincular con el terrorismo todo un proceso que ha estado trabajando para profundizar la democracia y conseguir una mejor distribución del poder, derechos que se han ganado pero que el totalitarismo no se puede dar el lujo de conceder.
El Gobierno había perdido toda la credibilidad en relación al caso Rózsa, pues se demostró que todo fue parte de una intriga fabricada por el régimen en complicidad con los aparatos de inteligencia y seguridad del Estado, que derivó en la matanza del 16 de abril de 2009 en el hotel Las Américas. Al Gobierno y el sistema parajudicial cooptado con fines de control político nunca les ha interesado llegar a la verdad sobre este asunto y menos aclarar las vinculaciones del supuesto grupo terrorista con personajes como Clavijo, el capitán Andrade y otros que tocan las más altas esferas del poder nacional. Sólo quieren escribir un libreto oficial, con el único fin de pasarle la guillotina a quienes levantaron las banderas de la mayor causa nacional capaz de entorpecer los planes anacrónicos que engloba ese eufemismo llamado “cambio”.
Como el libreto gubernamental sobre el caso Rózsa perdió sentido, ahora pretenden que sean los mismos cruceños, todos esos que han sido acarreados a La Paz ante el fiscal Marcelo Soza, ya sea a la fuerza o de manera negociada (chantaje al fin), los que reescriban el caso terrorismo, de acuerdo por supuesto, a las líneas elaboradas por el régimen. Hay muchos que se han estado prestando a ese juego siniestro, pensando en que van a salir airosos, pese a que les han conseguido extraer confesiones en las que se autoimplican. Ayer se produjeron muestras de hastío sobre este show gubernamental. Ojalá no las mate la indiferencia.

El Gobierno ha vuelto a reactivar su aparato de persecución política, lo que ha sido entendido como una vendetta por la derrota del domingo.

http://elnuevodia.com.bo/index.php?cat=318&pla=3&id_articulo=30190

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