El euro gana fuerza a costa del dólar: ¿Adiós a la hegemonía del billete verde? – Universidad de Pennsylvania – 5.11-2009

El euro superó el pasado 21 de octubre la cota psicológica de los 1,50 dólares. La última vez que la moneda europea alcanzó ese nivel contra el billete verde fue el 11 de agosto de 2008, cuando marcó un máximo de 1,5083. Y es que la divisa estadounidense está viviendo unos momentos delicados por su caída de cotización.   

     

Según cifras de Bloomberg, y a precios actuales del mercado, el euro se ha apreciado un 6,19% contra el dólar en lo que va de año, y un 18,38% desde los mínimos anuales de febrero. Pero esto no queda aquí porque la debilidad del dólar no sólo se ha dejado notar contra el rival del Viejo Continente. El Índice del Dólar de Estados Unidos, que mide la evolución de la moneda contra los seis principales socios comerciales del país, también se ha situado a su menor nivel en 14 meses, y ha bajado cerca de un 7% este año.

Malas perspectivas

“Por decirlo suavemente, las perspectivas para el dólar son muy confusas”, comenta Mauro F. Guillén, director del Instituto Lauder de Wharton. “Estamos seguros de que existen ciertas fuerzas estructurales que son proclives a golpear a la divisa estadounidense”, añade. “Al mismo tiempo, el dólar mantiene el liderazgo como moneda de reserva mundial y se mantiene como un seguro para los inversores cuando hay demasiadas incertidumbre económicas. Así que es importante poner un ojo en sus movimientos en el corto plazo, pero mantener el otro en cómo la tendencia a largo plazo afecta a la moneda”, aconseja.

En estos momentos existe mucha incertidumbre sobre cuál será la evolución de la cotización del dólar los próximos meses. Aunque en general, los analistas coinciden en apuntar a que su depreciación continuará. Los expertos de Goldman Sachs han comentado que el euro llegará a cambiarse a 1,55 dólares en un periodo de tiempo de entre tres y seis meses. “Ahora parece como si el hundimiento del dólar fuera ligeramente más profundo”, escribieron en un informe a los clientes fechado el 18 de octubre analistas como Thomas Stolper en Londres, Mark Tan en Nueva York y Fiona Lake en Hong Kong. “La visión subyacente de largo plazo es que el dólar está subvaluado y se recuperará algo”, indicaron los expertos de la entidad estadounidense.

“El dólar seguirá cayendo los próximos meses”, asegura Rafael Pampillón, profesor de Entorno Económico y Análisis de Países del IE Business School. “La causa del descenso es la duda que existe en estos momento sobre si Estados Unidos se recuperará antes que la zona euro, en donde países como Alemania y Francia están dando importantes señales de reactivación”, explica, al mismo tiempo que también apunta a las divergencias en los tipos de interés como otro de los motivos de la depreciación del dólar. En estos momentos, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), conserva el precio del dinero en el 0,25%, mientras que el Banco Central Europeo (BCE) los ha situado en el 1%. “En Estados Unidos las tasas seguirán más bajas por más tiempo porque la preocupación por la inflación es menor que en Europa, donde el BCE tiene el mandato expreso de mantener el aumento de los precios de consumo por debajo del 2%, por lo que estaría más dispuesto a subir tipos en cuanto haya amenazas inflacionista”, explica Pampillón.

Federico Steinberg, investigador Principal de Economía y Comercio Internacional del Real Instituto Elcano y Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid destaca que “ante el pánico en los mercados que siguió a la quiebra de Lehman Brothers, se produjo una huida hacia la seguridad, que produjo una fuerte apreciación del dólar, a pesar de que la crisis se había fraguado en Estados Unidos”. Sin embargo, continúa, “una vez que la normalidad comienza a volver a los mercados financieros, se ha retomado la tendencia pre-crisis, en la que el déficit exterior y la acumulación de deuda estadounidense, sumados a la rigidez del tipo de cambio de China, hacen que el peso del ajuste de los desequilibrios globales recaiga en una apreciación del euro”.

¿Fin de la hegemonía del dólar?

Steinberg asegura que “la depreciación del dólar, unida a la apreciación del oro y a las declaraciones de China sobre la necesidad de sustituir al billete verde como moneda de reserva global, han vuelto a abrir el debate sobre las perspectivas de que el euro pueda remplazar al dólar como la moneda hegemónica global”. De hecho, para argumentar esta opinión cita un reciente ensayo publicado en la revista Foreign Affairs, en el que Fred Bergsten, uno de los mayores especialistas en la geopolítica de las divisas, afirmaba que Estados Unidos debería darse cuenta de que promover el mantenimiento del dólar como única moneda de reserva ya no se corresponde con su interés nacional porque dificulta la disciplina interna que la economía necesita para reducir su enorme endeudamiento.

Algunos analistas como Jane Foley, de Forex.com, hablan de que en estos momentos el mercado se encuentra ante “un complot contra el dólar como la moneda de reserva mundial predominante”. El pasado 6 de octubre, el diario británico The Independent, publicó que los países árabes del Golfo, China, Rusia, Japón y Francia estudian la posibilidad de reemplazar el dólar en los intercambios de petróleo por una cesta de divisas que incluiría el yen, el yuan, el euro, el oro y una futura moneda común del Golfo. La publicación de esta información -desmentida por Kuwait y Qatar-, coincidió con un llamamiento de la ONU en favor de una nueva moneda mundial de reserva que acabe con el “privilegio de mantener déficits externos” que obtiene Estados Unidos de la supremacía del dólar.

Pero esto, que algunos llaman “complot”, viene de mucho más atrás. China ya había llamado en marzo a sustituir el dólar por una moneda que se utiliza en las transacciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyo valor se determina en función del dólar, del euro, del yen y de la libra esterlina. “El estallido de la crisis y su contagio a todo el mundo reflejó las vulnerabilidades inherentes y los riesgos sistémicos en el sistema monetario internacional existente”, escribió el gobernador del Banco del Pueblo de China, Zhou Xiaochuan, en un ensayo publicado en la web de la entidad el 23 de marzo.

Rafael Pampillón cree que “en el comercio internacional el dólar es una moneda imbatible a pesar de la depreciación que está sufriendo en estos momentos”, y considera que esta hegemonía es “difícil” de que cambie. A pesar de ello, sí que cree que la tendencia es que el dólar vaya perdiendo hegemonía mundial y el euro la vaya ganando. Este profesor de la IE Business School considera que para que el euro logre robarle definitivamente el “sitio” al billete verde, necesita tiempo para demostrar a los mercados que se trata de una divisa segura y en la que se puede confiar, de hecho, cita algunos estudios que prevén que el euro se convertirá en la moneda mundial por excelencia en el año 2015.

“Lo más probable es que el euro vaya poco a poco apreciándose y ganando cuota de mercado en las reservas y las transacciones internacionales, pero que no llegue a cuestionar la hegemonía del dólar”, prevé Federico Steinberg, que asegura que, “a pesar de que desde su creación el euro ha logrado tener un mayor peso internacional al de la suma de las anteriores monedas nacionales, el dólar sigue dominando de forma clara los mercados internacionales de activos”. Este investigador de economía y comercio internacional afirma que a finales de 2008, el 45% de los títulos de deuda estaban denominados en dólares y sólo el 32% en euros, aunque el euro había aumentado su cuota en 12 puntos desde su creación y el dólar había perdido 5. Mientras que en las reservas de los bancos centrales, el dominio del dólar es todavía mayor: 64% del total frente al 27% de euro, aunque la moneda única ha ganado casi 10 puntos porcentuales desde su creación.

“Es probable que el euro sea una moneda cada vez más fuerte y tenga hegemonía regional, pero no la única divisa global. Y en un horizonte de dos o tres décadas, lo más probable es que en el mundo convivan tres monedas de reserva: el dólar, el euro y el yuan, sin que ninguna domine claramente sobre las demás”, mantiene Steinberg.

Una de las regiones del planeta en la que el dólar tiene más peso es Latinoamérica, por lo que los países de la zona se verían obligados a mover ficha ante el hipotético fin de la divisa estadounidense como moneda de reserva mundial. “Si esto ocurriese creo que tomarían el camino iniciado por China y Brasil para dejar de utilizar el dólar en sus intercambios comerciales mediante la firma directa de acuerdo con otros países”, opina Pampillón. El gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, y el presidente del Banco Central de Brasil, Henrique Meirelles, llegaron a un principio de acuerdo en la reunión anual del Banco Internacional de Pagos en Basilea celebrada a finales de junio para comerciar entre ellos con sus respectivas monedas, dejando de lado así al dólar estadounidense. A pesar de ello, Pampillón recuerda “la importancia que tienen para los países latinoamericanos los intercambios comerciales con Estados Unidos”, que es su primer mercado exportador e importador.

Los problemas de un euro fuerte

El hecho de que el euro comience a verse como una alternativa a la hegemonía del dólar provoca la apreciación de éste, y lo hace en un contexto de crisis internacional. “Las autoridades europeas no han hecho ninguna declaración que indique que pretendan potenciar el uso internacional del euro porque para la mentalidad europea, tradicionalmente ajena a los argumentos sobre hegemonía geopolítica, los costes asociados a una apreciación a corto plazo del euro superan con creces los posibles pero inciertos beneficios futuros”, señala en este sentido Steinberg.

Los países de la eurozona y el Banco Central Europeo (BCE) se han declarado preocupados por la fortaleza del euro porque perjudica a los exportadores comunitarios y pone en riesgo la recuperación. La evolución del tipo de cambio del euro “es un problema que nos preocupa”, admitió el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, en una rueda de prensa el 20 de octubre, al término de la reunión mensual de ministros de Economía de la zona euro. Pero hasta el momento, el más claro respecto a esta situación ha sido el consejero del BCE y también gobernador del banco central de Eslovaquia, Ivan Sramko. “El dólar está débil en la actualidad, la tendencia es clara y aparente, la fortaleza del euro puede empezar a causar problemas a la región”, dijo en una conferencia celebrada el 23 de octubre. “Es necesario coordinar actividades en cuanto a los tipos de cambio”, advirtió.

Pampillón asegura que “el euro fuerte va a dañar a las exportaciones de la región, aunque algunos países como Alemania sufrirán menos debido al alto valor tecnológico de sus productos, mientras que otros como España se verán más afectados”. En la misma línea, Steinberg cree que “un euro fuerte ayuda a contener la inflación y abarata el precio del petróleo, pero en una situación como la actual, con presiones deflacionarias y demanda débil, una moneda fuerte podría socavar la incipiente recuperación en la zona euro”.

Prácticamente la misma situación se puede vivir en Latinoamérica con la debilidad del dólar, que podría traer ventajas para las economías de la región, pero también serios inconvenientes. “Las exportaciones latinoamericanas hacia Estados Unidos van a perder competitividad porque, además, las divisas latinas se están apreciando respecto al billete verde, lo que también provoca que las remesas en dólares que llegan de los inmigrantes valgan menos en la moneda local”, explica Pampillón, que como contrapunto asegura que la deuda de estos países, la gran mayoría en dólares, “será menor en divisa local y con los tipos tan bajos en EEUU pagarán menos intereses”.

En cualquier caso, tanto los países de la zona euro como los latinoamericanos tendrán que acostumbrase a vivir con un dólar débil, según deja entrever Mauro F. Guillén, que apuesta como escenario más probable para los próximos años por una continua depreciación del dólar para que se produzca en el mercado internacional de divisas un gradual juste para que Estados Unidos pueda reducir su masiva deuda.

 

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¿Es la deflación una seria amenaza?
La visión latinoamericana de una crisis mundial

Fuente: http://www.wharton.universia.net/index.cfm?fa=whatshot&language=spanish

 

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