VENEZUELA: Sin luz ni agua ni cisternas – ANALITICA – 4.11.2009

Todavía quedan sus buhoneros por ahí que creen que algún día Chávez vendrá y les tenderá la mano para sacarlos de la pobreza y llevará a Miraflores a trabajar con los lujos y gordos sueldos que allí se ostentan. Que los ministros, diputados, gobernadores y alcaldes oficialistas se bajaran de sus Ford Explorer Eddie Bahuer con sus respectivos escoltas, policías, motorizados y demás, para subirlos y brindarles una parrilla o un vino. A esos amigos del comercio espontáneo en las avenidas y bulevares del país, hay que decirles que se bajen de esa nube, que eso no sucederá.

COMENTARIO: ARTÍCULO relacionado de ANALITICA “El caos de la salud pública venezolana”

Tenemos diez años esperando resolver los problemas mínimos de una nación latinoamericana (seguridad, salud, vivienda, empleo, educación) y con este gobierno se agotó toda esperanza de progreso. Venezuela quiere respuestas y buenos servicios. Para construir la mayoría en términos eficaces debemos unificar la alternativa a Chávez, la vía de desarrollo en la próxima encrucijada electoral que se avecina en la que todos quieren estar, pero sólo podemos colocar a los más aptos y capaces: unidad para el pueblo pues, sin discusión. Pero vamos a enfocar ese objetivo tomando el descontento y denuncia del tema eléctrico y del agua como meta a mediano plazo. Ya es más que claro que el desastre de la energía eléctrica tiene al gobierno hecho añicos. Cada protesta incrementa la rabia de la gente al ver que no puede hacer casi nada sin luz y, encima de eso, sus aparatos dañados. Pero si concatenamos los dos principales servicios para el ciudadano, agua más electricidad, es mucho lo que podemos conseguir en torno al apoyo de las masas. Tenemos la dirigencia para ello, manos a la obra. La zona Oeste de Anzoátegui, por ejemplo, tiene un problemón. Existe represa y demás pero no hay agua. Insólito. En el caso de Píritu, para ser específicos, sigue sin agua y sin cisternas el sector El Estadio, San Celestino, Parcelamiento, Virgen del Valle, El Tejar de Píritu, Las Colinas de El Tejar, Las Cayenas y muchos otros. “Se ha manifestado lo cara dura y lo inoperante que es Hidrocaribe. No lo decimos nosotros, lo dice el pueblo de los municipios del Oeste” comentaba Franklin Méndez, presidente de la cámara municipal. La verdad en la municipalidad es que la cámara aprobó 600 mil bolívares para cisternas (hay 2 cisternas nada mas funcionando y se rotan para todos lados) y 500 mil bolívares para entregar tanques de agua con base y todo en las zonas rurales y no se sabe si fueron colocados o no porque ni se ven, ni se ha entregado informe alguno. Entonces, mis queridos ciudadanos, en eso debemos enfocarnos. Para que no ocurra una tragedia social hay que canalizar este tema y direccionarlo hacia donde se debe, proyectar esa nueva mayoría que se construye con el consenso de la alternativa democrática y el trabajo de todos en 100% Unidad.

www.angelarellano.tk

asearellano@yahoo.es

Fuente: http://www.analitica.com/va/politica/opinion/1024902.asp

1 comentario

  • By Willi Noack, 4 Noviembre 2009 @ 13:57 pm

    El caos de la salud pública venezolana

    José Rafael López Padrino

    Martes, 3 de noviembre de 2009

    A partir del año 2000 se ha intensificado el proceso de deterioro de la asistencia médica pública en nuestro país, producto de una concepción errada del manejo de las políticas sanitarias y asistenciales por parte del régimen. La pretensión de reemplazar el sistema existente, el cual a pesar de todas sus deficiencias, ya tenía un cúmulo de experiencias positivas y se apoyaba en un personal formado con altos niveles académicos y científicos, por un sistema público de salud paralelo (Misión Barrio Adentro) ha generado un gran colapso de los servicios médicos asistenciales del país.
    El régimen del tte coronel viola permanentemente la Constitución Nacional, cuando incumple los artículos 83, 84 y 85 referentes a la obligación que tiene el Estado en la asistencia a la salud de la población, a fin de lograr un adecuado bienestar. El pinocho de Miraflores miente cuando afirma que el 95% de la población tiene “asegurada” la cobertura médica. Lamentablemente, los venezolanos, no disponemos de una legislación que nos garantiza la cobertura de los gastos médicos por parte del Estado. En muchos países, tal derecho esta garantizado a través de decretos o leyes que establecen y regulan estos servicios. Es similar a los seguros privados, en los cuales existe una póliza de cobertura, la única diferencia es que en el seguro público el financiamiento proviene de los impuestos o de las contribuciones de la seguridad social. Este tipo de beneficio social no ha existido, ni existe (a pesar de 10 años de robolución) en el país, todos conocemos el vía crucis (ruleteos) que debe soportar todo aquel que requiera una atención médica en forma inmediata. El gobierno actual no ha incorporado tal requisito en ninguna de las múltiples versiones de la Ley del Sistema Público de Salud, la cual tiene casi 10 años en mora con la Constitución de 1999. En efecto el 67,8% de los habitantes de Venezuela no cuenta con ningún tipo de seguros de salud y en los sectores más pobres (grupo E), casi el 80% de la población no dispone de ninguna cobertura social. ¿De dónde sacó el iluminado de Miraflores esa cifra? O simplemente es un dato estadístico más inventado, como acostumbra hacer el régimen.

    La tragedia sanitaria que vivimos los venezolanos, insistimos, responde en parte a la política gubernamental de crear un sistema paralelo de salud, el cual surgió no como producto de un trabajo planificado y organizado por las Instituciones Públicas del Estado venezolano, sino como estrategia política del tte coronel para superar su debilidad electoral (referéndum revocatorio 15-8-2004). La implementación de la Misión Barrio Adentro ha representado una inversión superior a los 16 mil millones de dólares, la construcción de micromódulos de atención primaria, de Centros de Diagnóstico Integral y de Centros de Alta Tecnología, así como la contratación de alrededor de 26.600 médicos cubanos, cuya certificación académica-profesional sigue siendo un total misterio. Lamentablemente, hoy sabemos que más de 2.000 de esos micromódulos (70%) han sido abandonados, por falta de personal médico y de recursos adecuados.

    Paralelamente, el sistema tradicional de ambulatorios y hospitales existentes fue abandonado, negándoles la necesaria dotación de equipos y el mantenimiento apropiado. La estructura organizativa y funcional del Ministerio de Salud ha sido desmantelada, excluyendo por razones políticas al personal con formación, conocimiento y experiencia en administración de Salud Pública, sustituyéndolos por uniformados sumisos, improvisados, sin conocimiento de la materia, como el actual Ministro de Salud (coronel Carlos Rotandaro). Se han eliminado Divisiones y Departamentos importantes como la División de Malariología y Saneamiento Ambiental, o se han designado a sujetos que sufren de estupor catatónico (inmovilidad absoluta) para el manejo de divisiones tales como la de Endemias Rurales, Enfermedades Crónicas, Diabetes, Enfermedades de Transmisión Sexual y otras. Se han abandonado los Controles sanitarios del Niño y de la Embarazada, la Educación Sanitaria, y las Campañas de Control de Vectores, de Alimentos, de Aguas y Disposición de Excretas, de Fumigaciones Preventivas servicios prestados a la población por el Ministerio de Salud en el pasado. Todo esto se ha traducido en el resurgimiento de enfermedades infecto-contagiosas tales como: paludismo, sarampión, parotiditis, fiebre amarilla, tuberculosis, lepra, Chagas, leishmaniasis y dengue, que ahora afectan la salud de miles de venezolanos.

    Ante la crisis que se vive en el sector el régimen apela de nuevo a la mentira, y a la manipulación de la esperanza, al afirmar que con la llegada de este nuevo contingente de médicos cubanos y estudiantes de medicina, quienes se suman a las decenas de miles que ya están en el país, se solucionará el problema de la salud pública de los venezolanos. Todos sabemos que la incorporación de este nuevo personal, responde a los intereses políticos del régimen con miras a las elecciones del 2010 (trabajo político electoral encubierto con la actividad asistencial) y no a un Proyecto Asistencial elaborado por las Escuelas de Medicina de nuestras Universidades Nacionales, las sociedades científicas y los expertos venezolanos en la materia.

    Hay que decir la verdad al país: Barrio Adentro como proyecto dispensador de salud fracasó, solo atiende al 17% de las necesidades médicas de la población, mientras el 65% restante acude a la red tradicional de ambulatorios y hospitales hoy día en estado de abandono. Lejos de reconocer este rotundo fracaso, el régimen sigue mintiendo, maquillando la verdad con consignas efectistas como: “reimpulso de la misión”, “relanzamiento de la misión”, la “política de las tres R”, etc. Nunca antes se ha gastado tanto dinero en forma tan desordenada, incontrolable y poco transparente en el sistema de salud, con resultados, tan pobres.

    lopez@zeus.bwh.harvard.edu

    Todo sobre nuestro columnista: José Rafael López Padrino

    Fuente: http://www.analitica.com/va/politica/opinion/5253127.asp

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