RATIO IURIS: ¡SÓLO FALTÓ MARADONA! – Cayo Salinas – 26.10.2009

Los integrantes del ALBA-TCP creen ser émulo del G-8, que como bien sabemos, aglutina a los países más industrializados del mundo, con poder para influenciar en el contexto internacional precisamente por ser lo que son, ¡los países más industrializados del mundo!, situación nada despreciable si miramos que todos están al margen del Socialismo del Siglo XXI que va de la mano de la pobreza y la demagogia.

Días atrás Cochabamba sirvió de escenario para contemplar la parafernalia con la que se muestran al mundo y las expresiones soeces de alguno de sus integrantes cuando se les pregunta algo que no quieren responder. Hablan de la pobreza y gastan plata como si ésta sobrara. Pregonan estar al lado de los pobres y se dan festines con comida gourmet al estilo de las nomenclaturas comunistas. Son capaces de ser gárrulos al extremo; venden ilusiones haciendo creer a la gente que su Alianza — más política e ideológica y menos económica— será capaz de salvar al mundo del imperialismo, del neoliberalismo, de los vende patria, de los culito blanco, de los 500 años de dominación colonial y que la fuerza que une a potencias del calibre de San Vicente y Granadinas, Dominica o Antigua y Barbuda, permitirá que el sueño de Bolívar se haga realidad. Sin embargo todos, sin excepción, giran en torno a Chávez, su agenda y hasta su estado de humor. Él, siendo dueño de la plata, ordena, impone y todos callan. Así de patético y así de triste. Y créalo, no lo digo yo, lo dice la gente que estuvo en el evento tras bambalinas.

Y es que sin capacidad para darse cuenta que en términos de economía no significan nada, los muchachos seguidores de Chávez baten palmas y siguen el juego adulador que a la hora de la verdad, permite que Bolivia se beneficie del “apetecible y próspero” mercado cubano y compita con el venezolano, que con habilidad, nos ha postrado como potencia gasífera del Continente no se por cuántos años más. Chávez sabe: la política es una cosa, los negocios otra.

Se reúnen con agendas políticas que desprecian los verdaderos problemas de la gente; inventan lanzamientos de empresas “grannacionales” como si por crearlas en papel, habrá más trabajo; inventan un signo monetario sin tener la más peregrina idea de cómo funciona el comercio internacional; movilizan gentes a quienes martirizan en un Estadio para práctica deportiva con tediosos discursos y bajo un sol sofocante, y olvidan lo medular, lo que las gentes precisan: respuesta a sus problemas. Y es que disfrutar el poder y ejercerlo haciéndole creer a la gente que se piensa y trabaja por ella, sirve en “potencias” del nivel de los países que como Venezuela, Ecuador, Bolivia o los ya nombrados, tienen, a la luz del canto demagógico de individuos como Chávez, niveles de riqueza y crecimiento incomparables. ¡Y muchos se la creen!. Bien vale entonces derrochar la plata como se hace o pensar en que 300 millones de dólares nos sobran para poner en órbita un satélite que nadie sabe qué uso se le dará mientras en Arque o Achacachi la gente sigue jodida porque no tiene caminos de acceso, mejor salud y mejor educación.

Ah, y me olvidaba. Sólo faltó Maradona. Seguidor de Chávez, Fidel Castro y el “Che” Guevara. Sponsor del Socialismo del Siglo XXI. Locuaz, vocinglero y ordinario a la hora de demostrar satisfacción por la clasificación de su país al Mundial. Perfecto componente para una de las alianzas más poderosas del mundo. ¡Olé!.

Fuente: Cayo Salinas [c.salinas@cayosalinas.com]

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