El vicepresidente Álvaro García Linera ha tenido palabras llenas de optimismo, durante una entrevista en el Canal 7, respecto a su visión sobre el país y su futuro, en contraste con todos los indicadores que sostienen graves deficiencias estructurales y pobreza.

García Linera, entusiasta como se lo veía en la entrevista, sostuvo que ha llegado el momento de imaginar “a Bolivia en grande, como potencia y no como el último país del cual todos tienen pena”.

De acuerdo al segundo mandatario, el plan de gobierno del MAS, para los próximos cuatro años prioriza un gran desarrollo industrial y productivo. Considera que las batallas políticas terminarán, se acabarán las grandes confrontaciones y el país en adelante tiene que dedicarse a producir en grande, hacer de Bolivia un centro energético de la región integrado y con producción para todos.

No se trata de ver a Bolivia con el lente contrario a los vaticinios auspiciosos de García Linera, pero, la realidad es que en estos últimos cuatro años se avanzó poco, en lograr la creación de empleos, en reducir los índices de mortalidad infantil, facilitar vivienda social, servicios y en fin, aspectos que mejoren la calidad de vida.

En relación a planes gubernamentales, una de las grandes frustraciones parece estar en la nacionalización de hidrocarburos y la industrialización.

Sin embargo, qué boliviano o boliviana no quisiera que el plan de gobierno del MAS y de sus gobernantes, si logran la reelección, se cumpla. Este plan sería importante que ingrese al debate entre candidatos a las elecciones de diciembre, para que no quede en declaraciones unilaterales. Por ahora, lo de Bolivia, potencia, parece evocar aquello de Bolivia, país de ganadores.

Fuente: http://www.opinion.com.bo/Portal.html?CodNot=77243&CodSec=2