Algunos candidatos tramposos – Paulovich – 8.10.2009

Mi buen amigo y excelente sastre Manuel Sillerico me llamó por teléfono para comunicarme que algunos candidatos a senadores y diputados por diferentes agrupaciones y frentes políticos le habían solicitado la confección de varios trajes al ‘estilo Chuma’. Como yo desconocía ese estilo de trajes, tuve que preguntarle en qué consistía y Manuel me dijo: “¡Ay, don Paulino!, el estilo Chuma quiere decir, pues, al fiado”.


Como no conozco a ninguno de los candidatos que acudieron a la sastrería del maestro Sillerico, le recomendé prudencia porque es proverbial la ‘mañudería’ de los políticos que llegan a candidatos y encargan la confección de varios trajes con la promesa de que pagarán apenas triunfen en las elecciones.
Pensaba aconsejar también al maestro Sillerico no confiar demasiado en los candidatos oficialistas, porque muchos de ellos llegarán a la Asamblea Plurinacional y entonces se harán a los guapos, no pagarán nunca sus deudas o colocarán éstas en el ítem Gastos de Campaña Electoral, debiéndose tramitar su cancelación ante la jefatura del partido o ante algunas oficinas estatales.
Todo el cuento anterior no es más que el preámbulo de la noticia que conocí la otra noche a través de la TV, cuando un periodista cruceño bien informado y muy valiente, como Carlos Valverde, nos hizo saber que el principal candidato a la Presidencia no había pagado la cuenta por el alquiler de una plaza de toros en Madrid, donde se reunieron los bolivianos adictos a su persona y no se dejó ingresar a los paisanos que se oponen a su Gobierno y a su candidatura.
Al conocer la noticia, llamé a mi tía Conchita, que vive en Torrelodones, para que me confirmara la noticia hablando con el administrador de la Plaza de Toros de Leganés, donde el ‘matador’ boliviano toreó, banderilleó y mató a seis hermosos toros de raza de la ganadería de José Luis Rodríguez Zapatero, que regaló al ‘Niño de Orinoca’ 70 millones de dólares que debíamos a la madre patria.
Mi tía Conchita habló con el administrador de la Plaza de Toros y éste le dijo: “Mira, Conchita, cuando vino un señor a solicitarme la plaza para que en ella toreara el Presidente de Bolivia y candidato a la reelección, yo acepté a ojo cerrado. Y cuando fui a cobrar al hotel Ritz me dijeron que el personaje se había marchado a Bolivia y no dejó a nadie la suma correspondiente al alquiler. Como tienes un pariente en Bolivia casado con tu sobrina, pregúntale qué debo hacer para cobrar los 17.500 euros que me adeuda su Presidente, o si esos euros también fueron incluidos en los $us 80 millones que Bolivia debía a España y que fueron perdonados”.
Yo estoy desconcertado, pero sigo creyendo en que los candidatos no son los mejores deudores.

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