Restricciones al trabajo periodístico – EL DIARIO (Editorial) – 3.2.2010

“La conducta de algunas autoridades del Ejecutivo y del Legislativo está demostrando que el gobierno del Movimiento Al Socialismo continúa empeñado en una confrontación con los medios de comunicación y con los trabajadores de la información, como son los redactores, reporteros, camarógrafos y reporteros gráficos. Ese ensañamiento con los comunicadores y los medios se inició desde la asunción del MAS al Gobierno en enero de 2006,…”

Por triunfalismo y falta de experiencia algunos dirigentes políticos que llegan a ocupar cargos de importancia en la administración pública se creen con derecho a imponer sus criterios y caprichos, quieren dirigir el comportamiento de la gente que los rodea y de quienes recurren a ellos por diferentes motivos propios de la coyuntura. Esos personajes de la politiquería boliviana son los que más dañan la imagen del país y también del Gobierno, porque se exceden en sus actos y su comportamiento no se enmarca en los lineamientos gubernamentales, lo que alimenta la política de confrontación del presidente Evo Morales Aima.

Como producto de esta forma de pensar, con prepotencia el Presidente de Diputados quiere imponer por la fuerza lo que le parece correcto, cuando lo único que está haciendo es restringir y obstaculizar la labor legislativa. La conducta de algunas autoridades del Ejecutivo y del Legislativo está demostrando que el gobierno del Movimiento Al Socialismo continúa empeñado en una confrontación con los medios de comunicación y con los trabajadores de la información, como son los redactores, reporteros, camarógrafos y reporteros gráficos. Ese ensañamiento con los comunicadores y los medios se inició desde la asunción del MAS al Gobierno en enero de 2006, llegando al colmo de anunciar la elaboración y promulgación de una Ley que norme la actividad de los periodistas, con la finalidad de sancionar a los medios que falten a la verdad. Esta idea descabellada no es sino una censura a la libertad de expresión y una violación a la Ley de Imprenta y a la Constitución Política del Estado vigente, con la muletilla de castigar la mentira. Eso es inconcebible, porque lo que hacen los medios es transmitir la información que se genera en el país y en el mundo. En todo caso los que mienten son los que generan la información y en el caso específico de Bolivia, varios gobernantes porque se oponen a que se diga la verdad, o no les conviene la información que generan los opositores al Gobierno y que publica la prensa.

Por ello con soberbia y falta de consideración, el flamante Presidente de la Cámara de Diputados, atenido al poder que le confiere la coyuntura política, de manera unilateral dispuso que el espacio asignado a los comunicadores para que cumplan con la cobertura informativa, sea reducido, porque el palco fue asignado a los asesores de los diputados. Esa disposición abusiva implica poner trabas a las tareas de los trabajadores de la comunicación, porque al parecer para quien preside la Cámara Baja la cobertura periodística carece de importancia.

Además han sido retiradas las sillas del sitio asignado al trabajo periodístico, incomodando a los periodistas que deben tomar nota de lo que ocurre en las sesiones de los diputados en el hemiciclo legislativo. Esa forma de actuar entorpece y profundiza la confrontación que el Primer Mandatario sostiene con los medios de comunicación y con sus trabajadores, lo que es un nuevo atentado a la libertad de expresión y al trabajo al que tienen derecho todos los bolivianos. Este atropello es una violación a la Constitución Política del Estado, vigente en el país.

Ante ese abuso, los periodistas acreditados para la cobertura informativa de la Cámara de Diputados, como protesta determinaron no acudir a una conferencia de prensa convocada por el presidente de la Cámara de Diputados, quien además no sólo les priva del espacio donde los comunicadores hacen su trabajo desde la recuperación de la democracia el 10 de octubre de 1982, sino que se niega a responder las demandas informativas de la prensa. Esa autoridad tiene que entender que la información legislativa no es privativa de alguien, por el contrario, tiene la obligación de atender las demandas informativas de los periodistas, para que el pueblo sepa todo lo que ocurre en la Cámara Baja, no hacerlo significa recurrir a la mordaza, medida pretendida en el pasado por algunos malos legisladores de los denominados partidos neoliberales.

Es oportuno que se pronuncien comunicadores que ahora están en el oficialismo y que en otro tiempo eran fervientes defensores de la libertad de expresión, de la Ley de Imprenta y del trabajo sin restricciones al que tienen derecho los periodistas. No poner trabas a los excesos de quienes se consideran todopoderosos por ser militantes o afines al partido de gobierno puede originar situaciones conflictivas para los gobernantes. En consecuencia es necesario que las mencionadas autoridades cambien de conducta.

http://www.eldiario.net/noticias/2010/2010_02/nt100203/0_01edt.php

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