Chile dio muestras de un proceso electoral impecable – HOYBOLIVIA – 18.1.2010
COMENTARIO:
La cultura democrática de la democracia representativa con madurez.
¡Felicitaciones!
Relacionado: 1.- Giro chileno a la derecha sacude equilibrios políticos en Suramérica, 2.- Elección de modelo, 3.- Adiós, señora Bachelet…, 19.1.2010, 4.- Chile, un ejemplo envidiable,Marcelo Rivero
CHILE
Hay pocos países en el mundo, y mucho menos en América Latina, donde con algunas mesas de votación todavía abiertas y apenas media hora después del primer escrutinio parcial, el candidato perdedor reconozca su derrota por menos de cuatro puntos.
Y menos frecuente aún, que la presidenta de la República telefoneé para enviar un entusiasta y sincero mensaje de felicitación al candidato de la oposición, con los canales de televisión transmitiendo en directo.
Pero lo que no tiene parangón en los países de la región es que los dos protagonistas de la jornada, el derechista y vencedor de los comicios, Sebastián Piñera, y el oficialista Eduardo Frei, comparezcan juntos en público acompañados de sus respectivas familias.
Las muestras de respeto, apoyo y admiración que ambos se dedicaron fueron sólo la continuación de la primera aparición pública de Frei, que apenas media hora después de conocer los primeros resultados, reconoció su derrota.
La normalidad democrática se vivió ya desde primeras horas, donde sólo un enfrentamiento verbal entre adherentes de uno y otro candidato rompió el transcurso de una jornada electoral que empezó a las 07:00 horas (10:00 GMT).
Tras nueve horas de funcionamiento, las primeras mesas comenzaron a cerrar a las 16:00 horas (19:00), y sólo dos horas después el subsecretario del Interior, Patricio Rosende, ofreció los primeros resultados, con el 60,32% de los votos escrutados.
Las cifras otorgaban a Piñera una ventaja de 3,75 puntos, y tanto los líderes de la Concertación como el propio Frei se apresuraron a reconocer sin ambigüedades ni ambages el triunfo de su rival.
También la presidenta socialista, Michelle Bachelet, que el próximo 11 de marzo traspasará el mando a Piñera, cumplió con la “tradición republicana” de llamar por teléfono al presidente electo, como ya se había comprometido horas antes.
En una conversación distendida, Bachelet felicitó a Piñera y dialogó también con su esposa, Cecilia Morel.
La mandataria llamó después a Frei, y poco después el perdedor de los comicios se presentó en un acto público junto a Piñera.
Piñera hizo entonces un “llamado a la unidad de los demócratas” y resaltó que “para tener un buen país necesitamos no sólo un buen gobierno, también necesitamos una buena oposición”, un llamamiento al que Frei respondió con altura de miras.
“Quiero desearle éxito al nuevo presidente, que le vaya bien, porque así le va bien a Chile”, dijo Frei, cerrando así un encuentro en el que los dos candidatos mostraron su compromiso con la democracia y por hacer de Chile un país mejor.
http://www.hoybolivia.com/Noticia.php?IdEdicion=617&IdSeccion=18&IdNoticia=26309
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Relacionado:
Giro chileno a la derecha sacude equilibrios políticos en Suramérica
Santiago de Chile.- Los votantes chilenos eligieron hoy al empresario Sebastián Piñera como su nuevo presidente, girando a la derecha y sacudiendo así los equilibrios políticos en Suramérica.
“La tendencia es clara”, dijo resignado el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, agregando que ya vendrá el tiempo de pensar en una refundación de la alianza oficialista de centro izquierda, reveló DPA.
Piñera, quien obtuvo 51,87% de los votos contra el oficialista senador Eduardo Frei (48,13%), aseguró en campaña que desplegará una estrategia libremercadista para Chile y readecuará las alianzas en Suramérica.
En especial, Piñera tomó distancia del proyecto bolivariano del presidente Hugo Chávez en Venezuela. “No es una democracia”, dijo sin ambages reiteradamente en campaña.
Pero además declaró los últimos años su cercanía con Colombia y el presidente Álvaro Uribe, a quien visitó personalmente y le pidió consejos para gobernar ya en el año 2008, en una gira por ese país.
Lo anterior generaría un bloque de perfil neoliberal en la Unión Suramericana de Naciones, conformado por Chile, Colombia y el Perú, todos gobiernos distantes del eje venezolano, al que suman fuerzas Bolivia y Ecuador.
El ascenso de Piñera al poder, en lo que es el primer triunfo de la derecha desde 1958, también implicará un bloqueo al deseo de Bolivia de obtener una salida al mar por territorios chilenos.
“No cederemos parte de nuestro territorio, ni mar”, prometió Piñera en reiteradas ocasiones. “Vamos a facilitar el acceso de Bolivia a nuestros puertos, pero no vamos a ceder territorio”, acotó.
Igualmente, Piñera señaló que continuará la estrategia de defensa de su país ante la Corte Internacional de La Haya, tribunal en el que el Perú demandó por territorios marítimos a Chile.
No obstante, Piñera sabe que no puede generar conflictos con todos sus vecinos, debido a los miles de millones de dólares que las empresas chilenas han invertido en Sudamérica.
El mismo es dueño de Lan Perú, empresa que controla el tráfico aéreo en Perú y que él prometió vender antes de asumir la presidencia el 11 de marzo.
Por ello, Piñera aseguró que fortalecerá lazos con América Latina, en una señal que el país tampoco abandonará las políticas de Estado construidas con el concurso de la derecha los últimos años.
http://internacional.eluniversal.com/2010/01/17/int_ava_giro-chileno-a-la-de_17A3300691.shtml
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Relacionado:
Elección de modelo
Cayetano Llobet T. | Actualizado 17/01/2010
Cierto, ciertísimo, que sobre gustos no hay dogma. La gente escoge lo que más le gusta y de ahí, a aguantar las consecuencias de su buena o mala elección. Los argentinos -porque Menem ya estaba agotado por el peso de los cuernos de su Miss Universo y Maradona todavía no culminó su tratamiento para adelgazar- escogieron a la mejor publicista de botox, doña Cristina Kirchner. Que ahora tengan que tragarse, a ritmo de tango, a uno de los ejemplos continentales de corrupción, es cosa de ellos. El feliz matrimonio, desde que comparte la presidencia (2003), ha incrementado su humilde patrimonio personal de 1,7 millones a 12,3 millones de dólares. Nadie podrá negar que se trata de una prueba exitosa de economía doméstica a pesar de los pequeños gastos en aviones privados y modelitos exclusivos Chanel, con carteras Gucci, Louis Vuitton, Cartier y Hermes. Que la economía argentina vaya de crisis en crisis y su política parezca pantalón remendado con los retazos más tristes del peronismo decadente, es otro cuento: ellos solitos, los argentinos, eligieron el modelo.
También se puede hacer gala de mal gusto y elegir al más colorinche y al mismo tiempo más feo. Es el modelo que se la pasa prometiendo “socialismo” durante diez años, nuevos paraísos en versión “siglo XXI”, y tener que contarles a los suyos, a los venezolanos, a los que eligieron mayoritariamente el modelito, que la falta de electricidad no es un accidente temporal, sino una forma de vida a la que tienen que acostumbrarse, y que tienen que hacer caca a luz de una linterna. ¡Mientras consigan baterías! Y los que eligieron el modelo no pueden quejarse: como en los mejores tiempos de la UDP en Bolivia, tienen que correr a las tiendas a ver qué pescan antes de que los precios sigan subiendo y los almacenes cerrando. Y tienen que apurarse, porque la inflación sigue trepando y la divisa, desde 1999 -inicio del milagroso mandato chavista- ha perdido el 87% de su valor. Y para que no le quiten méritos al “Mussolini tropical”, en algo tenía que ser primero: tiene la mayor inflación de la región.
Pero la pasarela no está clausurada, ¡faltaría más! Cuba, el gran modelo, el que tenía que encabezar el entierro del imperio, el que sigue ondeando su bandera con la leyenda “¡venceremos!”, acaba de comunicar a sus bases -todos son socialistas en la isla, salvo los agentes de la CIA y los mercenarios del imperialismo- que ya no tienen ni para la libreta de racionamiento. Después de cincuenta años, el modelo no ha sido capaz de lograr resolver ni siquiera el problema de alimentación: ¡tienen que importar el 80% de sus alimentos! Ya es modelito en desuso y el propio Fidel ya ha abandonado su desteñido verde olivo y se siente más cómodo enfundado en Puma o Adidas que, obviamente, no son de confección nacional.
¿Por qué, entonces, tanto alboroto cuando Evo Morales elige modelo? Primero, y visto el panorama, no hay mucho de dónde escoger. Segundo, todas las razones teórico-doctrinales que el Vicepresidente García Linera ha brindado para la elección son de un peso académico abrumador -no hay que olvidar que es una suerte de Gramsci del marxismo originario-, y son decisivas para la marcha hacia nuestro futuro comunitario, igualitario y armonioso. Tercero y finalmente, vista la pasarela que hemos descrito, ¿por qué no pensar que en la elección de modelo -¡y qué modelo!-, Evo Morales ha sido, si no el más convencional, sin duda el de mejor gusto?
enviado por Esteban Farfán Romero [farfan2007@gmail.com]
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Adiós, señora Bachelet… por Juan Boliviano
Seguramente dirán -quizá no les falte razón- que soy un fósil neoliberal. Llegarán a decir que soy un derechista empedernido muy cercano al fascismo, un racista impenitente, un federalista y aun separatista. Sucede que he resuelto hacer público mi entusiasmo, mi contento, mi satisfacción, etc., por el resultado de las elecciones en Chile que terminó con los 20 años del gobierno de la llamada “Concertación”.
Seguramente también me verán como “pinochetista”, porque creo que el innegable ascenso y el éxito de Chile, son los frutos de la continuidad durante veinte años, de la política del régimen militar que, luego los 17 años de eliminar de su país los resabios del comunismo, dejó el camino trazado para los gobiernos que le sucedieron.
Por eso, repito: Me complace que los comunistas, socialistas y los otros extremistas chilenos, al final, pasen a la oposición, con la complicidad de los ingenuos demócratas cristianos
En verdad, a los socialistas Lagos y Bachelet no se les conoce una sola acción que tienda a una transformación, como las que proclama su partido de raigambre marxista, ni de sus desprendimientos radicales, como el extremista MAPU de inspiración castrista, donde alguna vez recaló el impresentable José Miguel Insulza.
Pero este, fue, en realidad, un período de excepcional crecimiento chileno. Virtudes las hubo, especialmente la de transitar por el pragmatismo, negando las oscuras opciones del extremismo. Por ejemplo, es notable que, mientras chillaban los “progres”, incluido al sinuoso Lula, Chile suscribiera Tratados de Libre Comercio, comenzando con Estados Unidos, mandando a la mierda a los comunachos, extremistas y “termocéfalos”. Así se dedicaron en serio a continuar en el camino sensato, rumbo al bienestar.
Otro mérito que se debe reconocer a la Concertación: no llegó internamente al populismo primitivo de Chávez, y se mantuvo con una economía abierta y de libre mercado. Y respetó la iniciativa privada, de la que surgió el ahora presidente electo Sebastián Piñera.
Por todo lo anterior, en Chile, aunque el nuevo presidente cambiará el estilo -cada mandatario impone el suyo-, se mantendrá la esencia de un país resuelto a vivir en democracia, con una economía libre y respetando el Estado de Derecho.
Donde se advierte que habrá un real cambio, será en el ámbito de las relaciones internacionales. El Presidente Piñera es demasiado serio para compartir algo con los populistas de la ALBA, especialmente con Chávez o con su despatarrado discípulo Evo Morales, tan tentado al insulto y a la calumnia; menos aún con el inmoral Ortega, ni con la estrafalaria Cristina tan aporreada últimamente.
No es de esperar que se repitan las poses de la señora Bachelet, tan tentada a la figuración, como cuando presidió la sesión de UNASUR a instancias de Chávez, traicionando sus deberes democráticos: la imparcialidad y la justicia. Fue ella la que nos metió al canalla Mattorolo, para que “investigue” la matanza de Pando, sabiendo que ese argentino es un terrorista irredento. Doña Michelle cambió la seriedad y la consecuencia para acallar a Evo Morales, que pudo alcanzarla con sus diatribas.
Por supuesto, señora Bachelet, con el alto aprecio de los chilenos, cuando ya se va le decimos: velas y buen viento…
Seguramente dirán -quizá no les falte razón- que soy un fósil neoliberal. Llegarán a decir que soy un derechista empedernido muy cercano al fascismo, un racista impenitente, un federalista y aun separatista. Sucede que he resuelto hacer público mi entusiasmo, mi contento, mi satisfacción, etc., por el resultado de las elecciones en Chile que terminó con los 20 años del gobierno de la llamada “Concertación”.
Seguramente también me verán como “pinochetista”, porque creo que el innegable ascenso y el éxito de Chile, son los frutos de la continuidad durante veinte años, de la política del régimen militar que, luego los 17 años de eliminar de su país los resabios del comunismo, dejó el camino trazado para los gobiernos que le sucedieron.
Por eso, repito: Me complace que los comunistas, socialistas y los otros extremistas chilenos, al final, pasen a la oposición, con la complicidad de los ingenuos demócratas cristianos
En verdad, a los socialistas Lagos y Bachelet no se les conoce una sola acción que tienda a una transformación, como las que proclama su partido de raigambre marxista, ni de sus desprendimientos radicales, como el extremista MAPU de inspiración castrista, donde alguna vez recaló el impresentable José Miguel Insulza.
Pero este, fue, en realidad, un período de excepcional crecimiento chileno. Virtudes las hubo, especialmente la de transitar por el pragmatismo, negando las oscuras opciones del extremismo. Por ejemplo, es notable que, mientras chillaban los “progres”, incluido al sinuoso Lula, Chile suscribiera Tratados de Libre Comercio, comenzando con Estados Unidos, mandando a la mierda a los comunachos, extremistas y “termocéfalos”. Así se dedicaron en serio a continuar en el camino sensato, rumbo al bienestar.
Otro mérito que se debe reconocer a la Concertación: no llegó internamente al populismo primitivo de Chávez, y se mantuvo con una economía abierta y de libre mercado. Y respetó la iniciativa privada, de la que surgió el ahora presidente electo Sebastián Piñera.
Por todo lo anterior, en Chile, aunque el nuevo presidente cambiará el estilo -cada mandatario impone el suyo-, se mantendrá la esencia de un país resuelto a vivir en democracia, con una economía libre y respetando el Estado de Derecho.
Donde se advierte que habrá un real cambio, será en el ámbito de las relaciones internacionales. El Presidente Piñera es demasiado serio para compartir algo con los populistas de la ALBA, especialmente con Chávez o con su despatarrado discípulo Evo Morales, tan tentado al insulto y a la calumnia; menos aún con el inmoral Ortega, ni con la estrafalaria Cristina tan aporreada últimamente.
No es de esperar que se repitan las poses de la señora Bachelet, tan tentada a la figuración, como cuando presidió la sesión de UNASUR a instancias de Chávez, traicionando sus deberes democráticos: la imparcialidad y la justicia. Fue ella la que nos metió al canalla Mattorolo, para que “investigue” la matanza de Pando, sabiendo que ese argentino es un terrorista irredento. Doña Michelle cambió la seriedad y la consecuencia para acallar a Evo Morales, que pudo alcanzarla con sus diatribas.
Por supuesto, señora Bachelet, con el alto aprecio de los chilenos, cuando ya se va le decimos: velas y buen viento…
Seguramente dirán -quizá no les falte razón- que soy un fósil neoliberal. Llegarán a decir que soy un derechista empedernido muy cercano al fascismo, un racista impenitente, un federalista y aun separatista. Sucede que he resuelto hacer público mi entusiasmo, mi contento, mi satisfacción, etc., por el resultado de las elecciones en Chile que terminó con los 20 años del gobierno de la llamada “Concertación”.
Seguramente también me verán como “pinochetista”, porque creo que el innegable ascenso y el éxito de Chile, son los frutos de la continuidad durante veinte años, de la política del régimen militar que, luego los 17 años de eliminar de su país los resabios del comunismo, dejó el camino trazado para los gobiernos que le sucedieron.
Por eso, repito: Me complace que los comunistas, socialistas y los otros extremistas chilenos, al final, pasen a la oposición, con la complicidad de los ingenuos demócratas cristianos
En verdad, a los socialistas Lagos y Bachelet no se les conoce una sola acción que tienda a una transformación, como las que proclama su partido de raigambre marxista, ni de sus desprendimientos radicales, como el extremista MAPU de inspiración castrista, donde alguna vez recaló el impresentable José Miguel Insulza.
Pero este, fue, en realidad, un período de excepcional crecimiento chileno. Virtudes las hubo, especialmente la de transitar por el pragmatismo, negando las oscuras opciones del extremismo. Por ejemplo, es notable que, mientras chillaban los “progres”, incluido al sinuoso Lula, Chile suscribiera Tratados de Libre Comercio, comenzando con Estados Unidos, mandando a la mierda a los comunachos, extremistas y “termocéfalos”. Así se dedicaron en serio a continuar en el camino sensato, rumbo al bienestar.
Otro mérito que se debe reconocer a la Concertación: no llegó internamente al populismo primitivo de Chávez, y se mantuvo con una economía abierta y de libre mercado. Y respetó la iniciativa privada, de la que surgió el ahora presidente electo Sebastián Piñera.
Por todo lo anterior, en Chile, aunque el nuevo presidente cambiará el estilo -cada mandatario impone el suyo-, se mantendrá la esencia de un país resuelto a vivir en democracia, con una economía libre y respetando el Estado de Derecho.
Donde se advierte que habrá un real cambio, será en el ámbito de las relaciones internacionales. El Presidente Piñera es demasiado serio para compartir algo con los populistas de la ALBA, especialmente con Chávez o con su despatarrado discípulo Evo Morales, tan tentado al insulto y a la calumnia; menos aún con el inmoral Ortega, ni con la estrafalaria Cristina tan aporreada últimamente.
No es de esperar que se repitan las poses de la señora Bachelet, tan tentada a la figuración, como cuando presidió la sesión de UNASUR a instancias de Chávez, traicionando sus deberes democráticos: la imparcialidad y la justicia. Fue ella la que nos metió al canalla Mattorolo, para que “investigue” la matanza de Pando, sabiendo que ese argentino es un terrorista irredento. Doña Michelle cambió la seriedad y la consecuencia para acallar a Evo Morales, que pudo alcanzarla con sus diatribas.
Por supuesto, señora Bachelet, con el alto aprecio de los chilenos, cuando ya se va le decimos: velas y buen viento…
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Relacionado:
Chile, un ejemplo envidiable
por Marcelo Rivero
Marcelo Rivero
Uno de los canales de televisión que suelo mirar es TV Chile y el domingo pasado a eso de las 8 de la noche lo busqué para saber cómo iba la segunda vuelta para la elección del presidente de la república. No tomé en cuenta que Chile es un país que ya se codea con los del primer mundo, de manera que pensé que estarían aún con cifras parciales, encontrándome con que a dos horas de la conclusión del plebiscito ya se había escrutado el 99 por ciento de los votos y que el triunfo de Piñera estaba asegurado, de ahí que pasaban por la pantalla escenas de la euforia que vivían los adeptos al victorioso empresario, tanto en Santiago como en otras ciudades de la nación trasandina.
Pero además se informaba sobre la serenidad que mostraba el candidato perdedor, que reconoció su derrota y que telefoneó a su contrincante para felicitarlo y anunciarle que haría una oposición útil para que Chile siga creciendo. El momento más trascendental se produjo cuando la presidenta Bachelet también se puso en contacto con el futuro gobernante, congratulándolo por su triunfo y augurándole éxitos en su gestión para bien de la patria. Piñera le respondió que su gobierno continuaría las buenas obras que ella había realizado a la vez que emprendería otros proyectos, que requeriría de su experiencia y capacidad para los nuevos cometidos, invitándola a desayunar al día siguiente para seguir intercambiando criterios. A continuación le manifestó que su esposa quería saludarla; ambas mujeres dialogaron como buenas amigas y la futura primera dama chilena felicitó a Bachelet por su excelente gestión, para finalmente quedar oficializado el encuentro en su residencia con el que será su sucesor.
Después en el canal televisivo se dieron cita, periodistas de por medio, delegados de los partidos involucrados en la última campaña electoral (es decir el balotaje), admitiendo aciertos y examinando errores de unos y otros, con el respeto de siempre e invariablemente poniendo por delante el mejor destino de Chile.
Por los demás en las calles, fuera de unas discusiones y una pelea entre dos simpatizantes de Frei, todo transcurrió como cuadra a una verdadera democracia, con júbilo -aunque no exaltado- de los ganadores y con tranquila resignación de los derrotados. Durante el período electoral no hubo ni injerencia externa, ni quejas por el uso abusivo de los medios en favor del candidato oficialista, ni asomo de fraude (como decir ‘voto comunitario’ para el mandón de turno, entrega de carnés entre gallos y medianoche, acarreo de votantes de un distrito a otro)… El aparato electoral fue manejado por chilenos -no por extraños-, muy escrupulosamente, los opositores pudieron hacer campaña en cualquier pueblo, no los amenazaron, no fueron corridos a pedradas, patadas y puñetes, ¡ni pensar que asalten sus casas causando destrozos y ocupándolas indefinidamente.
Concluí que Chile es un ejemplo y que produce envidia.
http://www.eldeber.com.bo/2010/2010-01-20/editorial.php