Evo, y si aprendemos de Pepe? – Iván Árias Durán – 8.12.2009
““Solo una actitud democrática permitirá una maduración política masiva de esa inmensa potencialidad. Hay que ser democráticos, tremendamente democráticos. Es la hora de tener claro que ante el dilema centralismo o democracia, hay que inclinarse por más democracia”. Los militantes lo miraban con extrañeza como admiración.”
De 1973 a 1976 Uruguay estuvo gobernado por una dictadura cívico militar, encabezada por Juan María Bordaberry (1928- ) político y estanciero, que disolvió el Parlamento, las organizaciones sociales, los partidos políticos y suprimió las libertades civiles. En 1975, Bordaberry, propuso a los militares imponer un sistema constitucional de inspiración facista, eliminando definitivamente a los partidos políticos para entonces ilegalizados y suprimiendo las instituciones liberales. Actualmente, Bordaberry cumple arresto domiciliario, debido a acusaciones de crímenes de lesa humanidad como de ser el autor intelectual de secuestros y desapariciones de opositores políticos, especialmente del Movimiento de Liberación Nacional (MLN) Tupamaros.
En las elecciones del 29 de noviembre del 2009, ganó la Presidencia del Uruguay, con más del 52%, el ex guerrillero Tupamaro José “Pepe” Mujica (1935- ) quien, sufrió por más de doce años detención en cuarteles militares. En 1963 se integró a los tupamaros y participó en operativos guerrilleros, al tiempo que trabajaba en su chacra. En enfrentamientos armados fue herido de seis balazos y cayó preso. Mujica pasó 15 años de su vida en prisión. Su último período de detención duró trece años, entre 1972 y 1985. Fue uno de los dirigentes tupamaros que el gobierno cívico-militar tomó como «rehenes», lo que significaba que serían ejecutados en caso de que su organización retomara las acciones armadas.
Mujica cuenta; “nos rotaban por las unidades militares y en una de ellas estuvimos cerca de dos años en un pozo subterráneo, sin movilidad. Aislados del mundo y de nuestros afectos. Tuve siete años sin leer nada, salvo unos pedazos de diarios. Durante meses estuvimos con las manos atadas en la espalda con alambres”.
En 1985 fue liberado y evaluando sus años en la cárcel señala: “En la cárcel, nunca deje de ser libre. Puede sentirse como una monstruosidad, aparente, lo que voy a decir: le doy gracias a la vida por lo que he vivido, porque si no hubiera pasado esos años, de aprender el oficio de galopar para adentro para no volverme loco de pensar, me hubiera perdido lo mejor de mí mismo”. Gabriel Pereira relata que a dos días haber sido liberados, los líderes del MLN recibieron una invitación para hablar en un acto. “Los viejos”, como se conocía a los líderes que sobrevivieron a la guerra, a la tortura y a la cárcel, designaron a Pepe para dar el discurso. Se plantó ante cientos de jóvenes y, delante de un cartel que decía “somos un pueblo que camina hacia la liberación nacional”, improvisó un discurso. Si aquellos jóvenes esperaban un llamado a la revolución, se equivocaron:
“Solo una actitud democrática permitirá una maduración política masiva de esa inmensa potencialidad. Hay que ser democráticos, tremendamente democráticos. Es la hora de tener claro que ante el dilema centralismo o democracia, hay que inclinarse por más democracia”. Los militantes lo miraban con extrañeza como admiración.
El ahora electo Presidente, lo primero que hizo fue reunirse con el líder del Partido Nacional (PN Colorado) porque según Mujica “no hay vencedores ni vencidos, apenas elegimos gobierno, mañana la patria continúa y el compromiso continúa”. El líder del PN es Pedro Bordaberry (1960- ) hijo del dictador que lo confinó a años de cárcel.
Pepe señala que “el hombre no es él, el hombre es hijo de las peripecias, de las adversidades. Algunos tuvimos la suerte de que la vida nos diera licencia para seguir viviendo y en alguna medida recoger la miel que pudimos cosechar en el marco de las amarguras. Si no, nunca hubiéramos fabricado esa miel”. Seguro que “la historia es una construcción tremendamente colectiva” hoy busca consensos con el resto del espectro político. “Hay que negociar acuerdos, muchos acuerdos. Estoy más cerca de Marx que de Lenin, porque no creo que una sociedad pobre, intelectualmente sometida y sin una alta capacitación pueda plantearse la construcción de una sociedad superior. De pretenderlo, se puede construir un monstruito, como ya ha pasado”. Mujica se dispone a ser el continuador de las políticas de Tabaré Vázquez. No estaría mal que aprendamos de Pepe, sí?
Ivan Arias Duran
Ciudadano de la republica de Bolivia
Miembro de columnistas.net
Enviado por el autor ivan arias duran [ivanariasduran@hotmail.com]