Chiste en serio: LOS COJUDOS – Edgar Toro Lanza según él “periodista por cojudo” – 20.4.2012

Así  titula el libro de Luis Felipe Angell,  un escritor peruano más conocido como Sofocleto, quien es el autor del  libro que lleva el sugestivo título de  Los Cojudos, que en el fondo es una crítica o radiografía de la sociedad peruana, pero como bien aclara, se puede aplicar a cualquier sociedad de varios países de la región. Creo que en el país hay muchos que hacen honor a esta palabra tan común y corriente en nuestro lenguaje, pero no la escribimos sólo por miedo a esta sociedad tan “casta y respetuosa”, o como diría Sofocleto “por cojudos”.

COMENTARIO

¿Le gustan los chistes en serio? AQUI hay muchos….

Te agradezco, apreciado Dr. Carlos Javier Cuéllar, alias Cali por haberme regalado hace muuuuuchos años este libro con la dedicación textual: Cojudos somos todos. Así es, lamentablemente.

Sofocleto en su intento de buscar el origen de la palabra cojudo, no la encontró. “Cojudo quiere decir cojudo, a secas”, afirma, porque pertenece al patrimonio nacional.

“Aquí en el Perú la cojudez se respira, se huele, tiene color y temperatura, dimensión, forma y hasta sabor diría”, señala el autor. Y cómo no, en nuestro medio esto aflora. A diario vemos cojudos que marchan por una y otra cosa y a diario hay cojudos que ordenan represiones para incendiar más las protestas y la oposición tiene el festín servido.

El autor señala que el cojudo de arriba se siente criollo, el cojudo criollo se siente de clase media y el cojudo de clase media se siente de arriba, en una legítima ensalada social donde están representados todos los tonos, ya que tenemos cojudos negros, blancos, mestizos, cholos, extranjeros nacionalizados y demás colores del arco iris, que es el fenómeno más cojudo de la naturaleza. Nosotros diríamos a tono al actual proceso de “cambio” que vivimos.

La palabra cojudo es tan usada que hasta forma parte de nuestros  diario vivir: ¡Qué tal cojudo.! (admiración) ¡Por cojudo.! (reflexión) ¡Qué buen cojudo.! (halago) ¡So cojudo…! (definición) ¡Se pasó de cojudo.! (mesura) ¡Este cojudo.! (éxtasis) ¡Yo no soy ningún cojudo.! (orgullo), entre otros cojudos resalta el escritor.

También se refiere a que la cojudez tiene una raíz democrática porque lo mismo ataca a las autoridades más importantes del país como a un ciudadano común y tan cojudo puede ser un Premio Nobel como un analfabeto sordomudo.

“Creo sinceramente que los cojudos son felices. Hacen cojudeces, hablan cojudeces, piensan cojudeces y tienen una vida tan cojuda que nada les podría envidiar una ostra”.

En nuestro país, hay cojudos que creen que la salud se puede mejorar con ocho horas de trabajo, hay cojudos que piensan que los de afuera son mejores. Hay dirigentes cojudos que quieren invadir hospitales, hay cojudos que creen que se debe penalizar las protestas, hay medios cojudos, en fin…la cojudez es muy larga y aquí van algunos que forman parte del mundo de los cojudos:

No puede haber un alcalde más cojudo que se le vaya la mano en pleno acto público. Para muchos, el cara de dengue es un pendejo. Aunque Dessiré diga lo contario, yo sigo pensando que es un alcalde cojudo, creo que es mejor un cojudo alcalde porque mella la dignidad del periodismo, aunque muchos colegas cruceños lo defienden a raja tabla. “Es el mejor alcalde.”, nos dijeron un grupo de periodistas en un viaje a Lima a quienes les pedíamos -por favor- háganse respetar un poquito. ¡Dejen de ser cojudos!

Hay que ser muy cojudo para obedecer las llamaditas de favor para que sus hijos ingresen a la Academia de Policías, pues el Comandante de la Policía Nacional, el Director de la Academia Nacional de Policías (que es un pelechuqueño buen tipo) y otro coronel, se vieron envueltos en el caso de las coimas. ¡Qué cojudos! Diría Sofocleto.

El síndrome de la cojudez llega a todos. Tirarse una farra maldita y manejar el vehículo borracho siendo autoridad pública. Contratar jugadores extranjeros pasados o desconocidos para los clubes nacionales. Hay políticos fracasados que se meten a la dirigencia deportiva de puro cojudos que ni ahí funcionan. Aunque otros dicen que son más pendejos que salen millonarios que muchos cojudos que están por años. Hay que ser más cojudo todavía por hacer jugar cinco extranjeros en cancha cuando tu equipo está ganando.

Realmente hay que ser muy cojudo pensar que ser corrupto es sinónimo de inteligente, vivo, capo y ser  honrado es sinónimo de cojudo.  Para muchos cojudos lo primero es lo que vale. Yo sigo creyendo que la honradez es lo primero, aunque para muchos debo ser un cojudo.

Pero la cojudez no es sólo atribución de los varones, hay también mujeres cojudas. Sino cómo se explica que siendo  una líder indígena, aceptar ser  sub alcaldesa del alcalde de la derecha que es cuestionado. La ex gobernadora de Sucre, la ex alcaldesa de la misma ciudad, la ex presidenta del Comité Cívico de Tarija, la conductora de Tv que fue acompañante de Tuto, la misma concejala de Santa Cruz quien fue destituida, perdieron todo sólo por cojudas.

Me parece también que es una cojudez que muchos cantantes que triunfaron en la música (en sus diferentes géneros) después se conviertan en cantantes religiosos. “Pare de sufrir.Cristo viene.”, dicen los cojudos.

Uno quiere estar siempre libre o lejos de los cojudos, pero llegas a la casa y cada cojudo que encuentras en la tele es para volverse cojudo: Al mediodía  -lo siento querida amiga-pero me aparece una cojudez imitar a Mirtha Legrand con los almuerzos al mediodía. Es una burda imitación del productor cojudo que copia todo. Como todos aquellos cojudos que copian las escenografías de Tv Chile o el 13 de Argentina, hasta los colores.

Algunos relatores deportivos o conductores de Tv se la pasan con la cojudez de copiar todo a Tinelli y de su colega José María hasta en la forma de hablar: “Agárrate Catalina.”, dicen los cojudos que creen que nadie se da cuenta y nos quieren ver la cara de cojudos.

A la media noche hay varios cojudos: Uno que en lugar de hacer periodismo, hace propaganda a favor del gobierno y él solito se institucionalizó como un triste cojudo. Ya no da rabia, da pena. Después hay un otrora camarógrafo que pasó a ser presentador de noticias deportivas, pero finge la voz que da terror escucharlo. Forma parte de su galería del terror.

Hay un periodista cojudo que él mismo se entrevista. Envía sus notas a todos los periodistas como director de una agencia que lleva el nombre de una región tropical cuando él reside en el altiplano y que nadie sabe dónde funciona, si tiene o no periodistas, pero inicia sus notas señalando “según el analista político.” y coloca su nombre. Al final escribe su hoja de vida como comunicador social de una universidad argentina, escritor, investigador, fundador de una universidad alteña, activista social, periodista, es decir, un cojudo que sólo quiere impresionar y está al servicio del gobierno.

Hay tantos cojudos en este país que creo yo soy el primer cojudo ocupándose de ellos, pero. había que decirlo porque como afirma Sofocleto,.al cojudo hay que observarlo atentamente, siempre, para ver en que nos podría ser útil.

(*) Es periodista por cojudo.
edgar_torolanza@yahoo.es <mailto:edgar_torolanza@yahoo.es>

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