¿Qué falló en la Alcaldía cruceña? – Susana Seleme Antelo – 25.3.2012

En la crisis municipal en Santa Cruz de la Sierra falló la política como el arte de lo posible; la política como el arte del diálogo, de la negociación, de los acuerdos, de los pactos por el bien común.
Hay otro detalle ausente en el análisis del conflicto actual: la crisis de la Alcaldía cruceña tiene una doble connotación: el poder político nacional andinocentrista, ávido por concentrar más poder, de ahí el juicio a la concejal presidenta Desireé Bravo; y  el poder político local sin orden ni concierto. Ambos conflictos pudieran ser transitorios en el mediano o en largo plazo, si primase en ellos la política como el único sujeto mediador.


Aquí, ese sujeto estuvo ausente, es decir la política como la correa de trasnmisión entre el Ejecutivo y el Legislativo municipal. La política como la capacidad de comunicación obligatoria, coordinación y respeto mutuo entre ambos espacios del gobierno local. Mucho más,  si la mayoría en una y otra área municipal son miembros y aliados de la fórmula política ganadora en las elecciones de 2010, “Santa Cruz para Todos” del ingeniero Percy Fernández Añez, actual alcalde municipal, según algunas voces con gente del oficialismo en su planta administrativa. Alcalde también en gestiones anteriores -5 veces- Percy Fernández demostró su pericia de ingeniero, constructor, ‘hacedor’ y líder de la actual ciudad de Santa Cruz de la Sierra que, de una aldea de 60.000 habitantes pasada la primera mitad del siglo XX, es hoy una urbe cosmopolita de más de 2 millones de almas.
¿Qué falló aquí? Muchas cosas, amén de un crónica anarquía politica entre el Ejecutivo y el Legislativo municipal, es decir “disfuncionalidad del sistema político” en el gobierno de la ciudad, que pude abarcar “el debilitamiento y hasta la desaparición de las instituciones” *, por un lado. Por otro lado, la anomia social entendida como la “disolución de los consensos normativos de convivencia y coherencia en el desenvolvimiento cotidiano de la sociedad… (que)se expresa ‘in extremis’ en un aumento de la violencia, esto es: en el desden del derecho de existencia del otro”, según Heinz Sonntag.* *
Frente al contexto político nacional falló la identificción del “enemigo principal”: el MAS y sus hombres. Digo enemigo, y no adversario, porque el oficialismo así califica, cuando no de traidores, a los que no le son afines. Evo Morales y los suyos utilizaron la democracia “metodo”: el voto, para hacerse del poder y desde ahí minar toda la institucionalidad democrática, violando la independencia de poderes, entre otras violaciones al Estado de Derecho.  Así impusieron la judicialización de la política o politización de la ajusticia con procesos o ‘guillotinas judiciales’ a todo opositor sin razón legal alguna.
Hasta Naciones Unidas admite que la crisis de la administración de justicia de Bolivia se agrava por la no independencia del poder judicial del poder político, y por la nula valoración de la meritocracia en la elección de magistrados, según afirma en su Informe Anual sobre Derechos Humanos, la Alta Comisionada Navi Pillay. En ausencia de meritocracia,  algunos magistrados, como Gualberto Cusi  ‘lee’ en hojas de coca los fallos “complicados”.
El juicio a la concejal presidenta Desireé Bravo – incansable y reconocida activista a favor de los más pobres en barrios populares, procesada por un pinche título secundario, cuando hay altos dignatarios que carecen de título alguno- responde a la judicialización de la política desde el poder central. ¿Por qué la ausencia de ese dato en esta crisis, si ella es víctima del poder centralista y antiautonomista, como otros muchos ciudadanos?
Los llamados concejales rebeldes -jóvenes inexpertos quizás,  pero que pretendían cumplir su mandato fiscalizador frente al Ejecutuvo-  en el caso de la concejal Bravo estaban conminados a cumplir el fallo del Tribunal Constuticional y suspenderla temporalmente, so pena de ser llevados a otro juicio. Ya tienen uno interpuesto por el Ejecutivo por incumplimiento de deberes, el mismo que los rebeldes le han interpuesto al Alcalde. “¡Tantas idas y venidas, tanto pasar por aquí …” como dice la cueca, que hasta la joven concejal rebelde, Sybele Ortíz, esta procesada por la misma argucia con que el centralismo procesa a la concejal Bravo.
¡Que anarquía política! Todo por la ausencia de una visión y política estrátegicas de concertación entre el Ejecutivo y sus aliados en el Consejo. Para remate, la anomia social en apoyo a Desireé Bravo, toma y bloque las oficina el Legislativo Municipal, destruye bienes públicos, el Concejo que no funciona desde  hace seis días, mientras la ciudad sufre de desatencion  -anomia pura y dura- y el oficialismo centralista bate palmas.
Aunque Ejecutivo y Concejo firmaran la paz e hicieran las paces sin vencedores ni vencidos, el único ganador de esta ausencia del arte de la política es el andinocentrismo: puede seguirles el proceso a los rebeldes, para que entren sus suplentes, algunos ya  ‘apalabrados’ por el MAS para copar el Concejo. Pero tambien puede continuar el proceso contra  el Alcalde.
¡Que festín! Todos procesados y cancha libre para que Evo Morales y los suyos tomen el gobierno municipal de Santa Cruz de la Sierra, la ciudad más imporante del Bolivia, la que llaman el crisol de la nueva nacionalidad y el bastión autonomista. Cuántos errores porque el arte de la política estuvo ausente.
*    En Polisfmires.blogspot.com. Esa anarquía es la impera con el gobierno del MAS en Bolivia, donde el arte de la politica es el gran asusente durante estos seis años.
**  Idem

Enviado por la autora susana seleme [susanaseleme@gmail.com]

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