En Bolivia apuntan contra Fernando Vargas – Emilio J. Cárdenas – 29.2.2012

A Evo Morales le ha salido un grano. Otro dirigente indígena, en este caso surgido absolutamente de la nada. Sin actuación sindical o gremial previa de ningún tipo. Sin conexiones con el sub-mundo de la coca. Sin mayores antecedentes. Hasta no hace mucho, casi un simple desconocido.


Se llama Fernando Vargas. Es un indígena de etnia guaraní. Valiente, como veremos. Vive en el Parque Nacional Isiboro Sécure, más conocido como “TIPNIS”. Acaba de ser incluido por el diario español “El País” entre los 100 “personajes” del año del particular mundo hispanoamericano. A la par de Mariano Rajoy y de Ollanta Humala. Por su tesón y coraje, fundamentalmente.

Toda una novedad, que es un reconocimiento al carisma del hombre sencillo que, desde el interior silencioso del mundo de los indígenas bolivianos, se animó de pronto a enfrentar al enorme autoritarismo de Evo Morales. Encabezó una marcha de 1.500 kilómetros desde su tierra guaraní hasta la ciudad de La Paz, para -acompañado por cientos de guaraníes- pedir pacíficamente que no se destruya el Parque Nacional en el que vive con sus pares.

En el camino fue agredido violentamente por las turbas patoteras de Morales y por la propia policía de su país. Así le propinaron una serie de golpizas que, sin embargo, no lograron torcer su rumbo. Ni -mucho menos- detener su marcha.

“Me tumbaron, me volvieron a patear un montón, con la orden de deshacerme la cara”, dijo alguna vez después de ser interceptado mientras caminaba empeñosamente hacia la capital de su país, encabezando a los suyos. Y fue así. Más de una vez. Pero no se detuvo.

Por esto cuando finalmente entró en La Paz fue aclamado cual héroe por la gente, que se volcó -conmovedora y masivamente- a las calles capitalinas para ovacionarlo y aplaudirlo, a rabiar.

Así se transformó en un héroe para los suyos y en un enemigo para Morales, que ahora lo persigue de mil maneras, tratando de deshacer su compromiso -expreso y formal- de respetar al TIPNIS, que fuera asumido para poner final a la marcha de protesta que amenazaba con revolucionar a la propia ciudad de La Paz. Para ello convocará un referendo, con la idea de que los interesados directamente en la cuestión queden en minoría.

Vargas debe ahora cuidarse. No enfrenta a un enemigo chico, sino a un político astuto y sin escrúpulos, que opera con el dinero y los recursos del poder a su entera disposición. Que tiene el respaldo de los petrodólares que distribuye Hugo Chávez. Que siente que es el Estado y actúa como si lo fuera.

Es el deber de todos, desde el exterior, tratar de defenderlo, por todo lo que significa el coraje de animarse a enfrentar -de frente y desde la desnudez de la pobreza- al autoritarismo.

Porque Morales, está claro, busca desquite. Alimentado por el rencor, prepara cuidadosamente su venganza. Para ello mantiene las heridas abiertas y siembra rencores, mientras estimula la división entre los pueblos indígenas, tratando de enfrentarlos entre sí. Para así “borrar” a Fernando Vargas del escenario político boliviano, ridiculizándolo y minimizándolo.

Porque Morales, como todos los autoritarios, es incapaz de perdonar, actitud que siempre supone dejar atrás el ánimo de venganza, que obviamente mueve a Morales.

Ocurre que para Morales, el poder no se comparte, ni se limita. Nadie lo puede desafiar. Tampoco Vargas, que sólo quiso que se cumpliera con la Constitución de su país y con los derechos que ella confiera a los pueblos indígenas originarios, derechos que para Morales son tan sólo retórica, que nadie debe tomar demasiado en serio. Que -en rigor- sólo deben respetarse o invocarse cuando conviene a Morales y los suyos.

Hoy presidente de la Subcentral del TIPNIS, Fernando Vargas prepara para marzo el inicio, desde Trinidad, de la novena marcha indígena en defensa de esa reserva ecológica que sigue con la amenaza de ser partida en dos por la construcción de una super-carretera: Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.

Dijo a los medios que ahora se encarga de coordinar sus acciones con las organizaciones indígenas y urbanas de los nueve departamentos de su país. Luego se definirá la fecha de inicio de la nueva caminata desde Trinidad a La Paz.

Vargas informó asimismo que entre el 28 y el 29 de febrero se reunirá la Comisión Nacional de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) para planificar las futuras acciones. “En marzo ya podremos empezar todo el trabajo orgánico. No se puede organizar una movilización de la noche a la mañana, debe haber una planificación. También tenemos que reunirnos con las organizaciones urbanas de los nueve departamentos para ver cómo apoyarán a la movilización”, dijo.

Vargas, queda visto, no se acobarda, ni ceja en su empeño.

Emilio J. Cárdenas
Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.

Fuente: http://www.eldiarioexterior.com/en-bolivia-apuntan-contra-fernando-40485.htm

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