«La economía de la cocaína crece» – Entrevista con Carlos Jahnsen Gutiérre – 3.2.2012

Carlos Jahnsen Gutiérre | Asesor del Banco Central de Vietnam: «La economía de la cocaína crece»
Trabajó diez años como asesor de políticas europeas en el Parlamento de Alemania. En 2007 fue seleccionado como asesor del Banco Central de Vietnam, una de las naciones asiáticas con mayor crecimiento. Un boliviano notable que habló con EL DEBER

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Tuffí Aré Vázquez

- El FMI ha revisado las metas de crecimiento de la economía mundial y alerta de una posible recesión como la de 1930. ¿Cuál es su pronóstico?
- Las principales economías del mundo se mueven actualmente sobre una capa de hielo muy delgada, cargadas con una serie de incertidumbres para el futuro inmediato y mediato. Existe un peligro real de que entren en un proceso recesivo. La crisis del euro tiene un impacto negativo decisivo en esta tendencia. La recesión de 1929 duró aproximadamente 43 meses. En promedio, la duración de recesiones desde 1857 en EEUU fue de 17,4 meses. Este ya fue superado en 2009 por la actual crisis.

Las principales economías, como las de EEUU, Japón e Inglaterra, están en un proceso de ‘estagnación’ y muy débil crecimiento sin perspectivas de que la situación mejore pronto. La Organización de Cooperación Económica y Desarrollo espera para 2012 un crecimiento promedio del 1,5% de las economías más avanzadas. De acuerdo con la misma organización, la economía de EEUU crecerá el 2012 un 1,8% y en 2013 un 2,5%. Alemania, uno de los pocos países que pudo contener la crisis y que tuvo un crecimiento del 3% el 2011, muy probablemente tenga una ‘estagnación’ con un decrecimiento del 0,1% durante 2012. A pesar de la frágil situación económica, en comparación con 1929, además de un crecimiento débil, hay ahora una actitud distinta en la política para encarar la crisis.


- Europa y EEUU siguen sin recuperarse y China ya siente el impacto. ¿Cuánto puede arrastrar esa crisis a Asia y, sobre todo, a América Latina?
- América Latina sentirá la crisis en la medida en que la demanda en los mercados de sus productos de exportación se reduzcan. Debido a esto, el crecimiento de su economía puede sufrir un enfriamiento, pero considero que, a excepción de Venezuela, no entrarán en un proceso recesivo parecido al de los europeos.  Los países emergentes de Asia, como China y la India, crecerán este año probablemente un 7%. En comparación con los años anteriores a 2008, en estos países se siente una desaceleración con repercusiones en la demanda de productos que importan. Debido a las necesidades de desarrollo que tienen, un crecimiento del 4% del PIB de estos países equivaldría a una recesión. En los siguientes dos años no veo probable que entren en un proceso recesivo.

- ¿Cuál es el riesgo para la economía global de una desaceleración de Asia, sobre todo de la economía de China?
- El riesgo de una desaceleración de China no es considerable para la economía global debido a dos factores: primero, la participación de China en la economía global es de un 8%. En comparación, la de EEUU tiene una participación del 20%. Hasta que China pueda ejercer ese papel pasarán unos 20 años. Esto nos indica que la capacidad de crecimiento de una economía y el potencial de la misma dentro de la mundial son dos cosas muy distintas. Segundo, el crecimiento en China es alimentado principalmente por las inversiones en la economía, incluyendo a las del Estado, más las exportaciones, y no el consumo. Con relación al PIB de China, este alcanza un 36%. El consumo en EEUU llega al 70% del PIB y el de Alemania es de alrededor del 60%. Cambiar sustancialmente esta estructura en China requiere tiempo.

- ¿Cuánto dependen las economías latinoamericanas de la de China y de las asiáticas?
- A pesar de la ‘chinadependencia’ de América Latina, que ya se expresa por medio de las inversiones chinas y las reacciones en las bolsas de valores latinoamericanas respecto de políticas económicas de ese país, no es igual en todas las naciones de América Latina y para todos los sectores de sus economías. Por ejemplo, la soya de Argentina depende de China pero no así el sector automotriz, que  lo hace de Brasil. La industria automotriz de México depende del consumo interno de Estados Unidos. Ecuador y Venezuela dependen mucho más de la economía china que Colombia. Lo preocupante en las crecientes relaciones comerciales entre América Latina y China es que se están reproduciendo patrones comerciales de hace 150 años. América Latina exporta materias primas y le compra a China productos industriales. Es como un renacimiento de las ‘venas abiertas’ de Latinoamérica en dirección a Asia. La respuesta solo puede ser una política más diversificada, más selectiva y también proteccionista frente a productos chinos.

– ¿Qué sugiere para blindar las economías sudamericanas ante la crisis global?
- ‘Blindar’ economías es un término engañoso que crea falsas expectativas porque insinúa una invulnerabilidad que, dentro de un sistema  económico globalizado, no existe. La heterogeneidad de las estructuras que caracteriza a distintas economías en Sudamérica, por ejemplo la de Chile comparada con la de Bolivia, aconseja de por sí una precaución en la recomendación de recetas. Es imprescindible mantener una estabilidad económica que esté basada en un manejo muy prudente del gasto fiscal priorizando cambios estructurales y basados en una estabilidad monetaria financiera que priorice inversiones productivas y que se genere ingreso. Identificar a tiempo los desequilibrios macroeconómicos es imprescindible. Para ello es importante orientarse en el manejo de los saldos de la cuenta corriente.

- Bolivia tuvo un crecimiento promedio del 4% al 5% en los últimos años. Sus reservas internacionales pasan de los $us 12.000 millones, hay un aumento de las exportaciones y del PIB per capita. ¿Va por buen camino la economía?

- El crecimiento de la economía boliviana es el más bajo, comparado con el de nuestros vecinos sudamericanos. La evolución de las reservas en Bolivia es muy buena y alcanza alrededor del  60% del PIB, comparado con el volumen de reservas oficiales de varios países vecinos con relación al PIB (Perú, 31% del PIB/48 mil millones de dólares, Chile 18% del PIB/ casi 38 mil millones de dólares). Para el pequeño sistema financiero nacional estas reservas son significativas y le da tranquilidad y solvencia, siempre y cuando se mantenga una estabilidad monetaria acompañada constantemente con una tasa de inflación baja.

Desde el punto de vista del mantenimiento del status quo de la matriz productiva, Bolivia va por buen camino. Desde el punto de vista de una estrategia exitosa de desarrollo económico sostenible, en base a una matriz productiva diversificada y de creación de mayor valor agregado que vaya más allá del histórico extractivismo, Bolivia lamentablemente no muestra cambios sustanciales. En ese sentido, la gestión económica del Gobierno es un fracaso.

- ¿Son estos indicadores resultado de la coyuntura internacional o de una buena gestión gubernamental?
- El aumento de las exportaciones y de las reservas internacionales está directamente ligado al aumento de los precios de las materias primas en el mercado mundial. Básicamente la estructura económica de Bolivia no ha cambiado desde los años setenta, cuando se inició la exportación de gas a Brasil. Por el contrario, se advierte un retroceso, ya que el sector de productos no tradicionales, que tuvo un incremento a fines del los años 90,  está en descenso. La ‘lluvia de dólares’ hacia Bolivia no es resultado de una buena gestión de Gobierno. La Ley 3058, de 05/2005, aprobada durante el gobierno de Carlos Mesa y que determinó un impuesto directo a los hidrocarburos, fue determinante en el impacto del incremento de los ingresos fiscales a partir de 2005 y esto en un 50% del incremento de ingresos después de la nacionalización de los hidrocarburos. A este aumento se tiene que añadir el efecto de la evolución de los precios internacionales, más el incremento de ingresos de dólares provenientes de la economía del narcotráfico, que estimulan también fuertemente el consumo interno.

Al iniciar la gestión de Evo Morales, Bolivia tenía una opción de profundizar el desarrollo del sector extractivo del gas junto a su potencial industrial, más el desarrollo dinámico del sector no tradicional de la economía. Seis años más tarde se tiene a un 70% o más extractivista, a inversiones extranjeras espantadas, a un sector agropecuario y un no tradicional en achicamiento, y a una potente economía de la cocaína en crecimiento. Bolivia ya está en el círculo vicioso de la economía de la cocaína. Es uno de los tristes logros del Gobierno.

- El Gobierno destaca la influencia del Estado en la economía. De participar un 18% ahora lo hace en un 30%. ¿Es eso positivo?
- La participación del Estado en la economía es importante. Parece ser que el 18% de participación en la economía de Bolivia durante la época del neoliberalismo fue insuficiente para desarrollar exitosamente una economía de bienestar y seguridad social para todos. Un 30% como ahora se acerca al porcentaje de participación del Estado en la economía de Japón (36%) y de EEUU (39%), pero está muy por debajo de las economías europeas, como Suecia (51,9%), Francia (52,7%), Alemania (44,0%), Inglaterra (48,1%). Pero también este 30%  podría ser muy elevado, estorbando al desarrollo económico y social de Bolivia, si, por ejemplo, es clientelista y divisionista, corrupta, ineficiente en el uso de  los escasos recursos, cuando impide inversiones e innovaciones necesarias provenientes del sector privado, cuando  no  resguarda la seguridad jurídica.  La participación del Estado es positiva en la medida que asegura de forma sostenible la previsión de la existencia por medio de servicios básicos para la sociedad en su conjunto, genera demanda, regula mercados  y  fomenta inversiones productivas e innovaciones, con el fin de crear ingresos. Si se logra el desarrollo integral económico, social, ecológico y sostenible exitosos con una cuota estatal de 25%, 30% o el 40%, es decir del gasto estatal en relación con el PIB, entonces esta participación correspondería con la realidad social y económica de Bolivia, y es necesaria.

- Las exportaciones subieron por el gas, pero bajaron los volúmenes de las no tradicionales. ¿Es un mal síntoma?
- La dependencia de Bolivia respecto a las exportaciones de commodities como proporción del PIB ha aumentado. El Gobierno no ha sabido aprovechar la coyuntura favorable de los precios internacionales de materias primas para que en los últimos seis años se sienten las bases de otra estructura productiva. La economía de Bolivia es más extractiva que nunca. La caída de las exportaciones no tradicionales es un síntoma pésimo porque indica que Bolivia no deja de ser una economía de consumo en vez de ser de producción de bienes semi-industriales e industriales.

- ¿Qué importancia debe darle Bolivia a los mercados asiáticos?
- Asia es importante para fundamentar una estrategia de desarrollo que prevea una diversificación de mercados y de socios comerciales.

«Es legítimo usar las reservas»
- Se anunció la inversión de $us 1.000 millones del BCB en el potenciamiento de las empresas estatales. ¿Qué opina?
- Es legítimo que el Gobierno piense en usar parte de las reservas del Banco Central de forma más productiva. Es algo que también se discute desde hace años en Asia, debido a las reservas que disponen la mayoría de sus países. Es también muy legítimo que se tema que  esos 1.000 millones del BCB pueden caer en saco roto. Así como las empresas estatales son manejadas hasta la fecha, es altamente probable que los costos para la economía de Bolivia sean mayores que los beneficios. Si se decide destinar parte de estas reservas de forma más productiva que manteniéndola en bonos de EEUU, se las tienen que utilizar de forma transparente y sin riesgo de una expansión monetaria, que tendría efectos negativos tanto sobre la tasa de inflación como sobre la tasa de cambios presionando una sobrevaluación que tal vez no se la quiera y deba tener. Desde un punto de vista de estabilidad monetaria no tiene sentido para el Gobierno financiar un gasto de moneda nacional en vez de financiar importaciones necesarias para YPFB, por ejemplo, por medio de estas reservas. Proyectos de infraestructura tienen generalmente un alto grado de demanda local. En este caso, si con parte de las reservas se los financian, el Gobierno tiene que comprar moneda nacional usando las reservas que él mismo se prestó del Banco Central. Esta operación no tiene un impacto directo sobre la base monetaria, ya que gasta la moneda nacional adquirida por él mismo. Pero esta operación ejerce una fuerte presión de apreciación sobre la tasa de cambios nominal, con la respectiva necesidad de esterilización. Si el Gobierno quiere hacer gastos para infraestructura, sería mucho más simple y más transparente por medio de las operaciones fiscales ortodoxas emitiendo bonos.

– ¿Cuál es la vía para industrializar los hidrocarburos?
- Se sabe que el Gobierno de Bolivia no puede proveer el suficiente gas para que Jindal comience a producir y transformar la materia prima de Mutún. Cualquier proceso de industrialización requiere una visión, una estrategia viable, fuertes inversiones nacionales y extranjeras que sean sostenibles en el tiempo para garantizar la oferta  de suficiente gas para su uso y transformación industrial. Se necesita también de capacidad de aprendizaje de exitosas experiencias, como las de Statoil de Noruega. Se necesita tecnología de punta y también aquella adaptada a la necesidad nacional, y se requiere obviamente gerentes administradores idóneos. Ninguno de estos aspectos necesarios veo en YPFB y si los hay, me imagino que deben estar ocultitos.

Fuente: http://www.eldeber.com.bo/2012/imprimir.php?id=120128194250

 

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