Bajo otro sol de los octubres – Centa Rek – 18.10.2011

Centa Rek, Senadora

Nada más contundente que el veredicto de los pueblos y Bolivia le dijo “NULO” a la artificiosa elección judicial que ideó el régimen de Evo Morales que convocó a las urnas sin que  los bolivianos tuviéramos en este acto la posibilidad de elegir a los magistrados del órgano judicial que fueron previamente seleccionados por sus dos tercios de correligionarios en el legislativo.

La toma del poder judicial a través de una supuesta elección es una etapa más de avance en el camino de transición por una vía distinta a la revolucionaria armada, que fue la elección que tomó el gobierno del MAS alentado por la visión marxista con la que el Vicepresidente ha planificado en nuestro país las tácticas y estrategias de toma del poder total o hegemonía, que no es otra cosa que el camino de llegada al ideario de la “revolución” a través de “estrategias envolventes” o de “tensiones creativas” tal como las ha denominado en sus escritos (como un gurú de los tiempos modernos que pretende dejar por sentada esta versión “suprarevolucionaria” de la toma del poder total en la Bolivia masista). El gobierno del Mas, actúa bajo el postulado de implementar una “revolución en democracia”, que consiste en usar mecanismos democráticos como el voto o el parlamento, los que vaciados de sus principios rectores de pesos y contrapesos permiten la aplicación de acciones de usurpación “revolucionaria”, que se plantean a la sociedad en cuestión como el ejercicio de un programa dentro de reglas democráticas extremadamente flexibles y elásticas.

Esta es la razón por la que en la presente elección de magistrados se eliminó toda calificación al mérito, pues se deben ir desvirtuando los méritos profesionales y las distinciones que no se espera que sean acreedores el paquete de operadores que busca el gobierno para convertir al país en un Estado comunitario o comunista. Esta es también la razón por la que la asamblea plurinacional, o el órgano electoral ya no son poderes sino órganos que no necesitan guardar mínimas reglas de independencia, sino muy por el contrario deben irnos acostumbrando a un grado mayor de subordinación al “gobierno” que aspira a constituirse en la matrix de todas las acciones y decisiones, atribuyéndose una supuesta representación de “voluntad popular” que sin embargo es absolutamente manipulada con decisiones de una cúpula que encamina una y otra vez estos mecanismos a fin de garantizar su propia y exclusiva sobrevivencia.

Así es como la antes República de Bolivia ha sido forzada a entrar en la camisa de fuerza del Estado comunitario, que recibe este calificativo tomando como referencia las lecciones de la Comuna de París, así como  de la Revolución Rusa de Octubre de 1917.

Es por este motivo que los septiembres, por asociación de la caída de las Torres Gemelas en EE.UU, son fechas usadas para atacar a los supuestos enemigos internos al régimen (pandinos, cruceños, opositores en general) y por la misma razón no son tampoco casuales los octubres que han sido preparados con antelación y fabricados ex profeso desde el “Octubre Negro” del 2003 o guerra del gas (derrocamiento de Gonzalo Sánchez de Lozada), hasta el presente octubre de 2011 que se tenía destinado a la toma del poder (órgano) judicial, preparado como un verdadero momento de avance hacia la hegemonía total, momento que además debe marcar la instauración de la guillotina judicial que cortará de aquí en más todas las cabezas de los disidentes al régimen.

Todo está minuciosamente planificado y cronometrado en la métrica del ideario masista que plantea medidas de ajustes represivos para recalar en la centralidad total del poder del gobierno, una máquina que se perfecciona día a día contrariamente a lo que postuló el mismo Marx que hablaba de que debía llegarse a su eliminación. El Estado que se está creando en Bolivia es una armazón con blindaje policiaco, revestido por el momento por formas hibridas parlamentarias, un órgano electoral sometido y un órgano judicial que no debe administrar justicia o acciones legales sino acciones que la “revolución exige”, que en general son represivas y arbitrarias.

El plan está integralmente concebido y se viene implementando a cabalidad ¿entonces que ha fallado en la presente circunstancia?, ¿porqué la “elección” no resultó otro triunfo para el MAS, sino absolutamente todo lo contrario? Son varios los factores que están haciendo que el manual sufra contratiempos o remezones, algunos de los cuales pueden volverse insuperables incluso para las estrategias envolventes.

Pese a la comodidad de organismos internacionales que bajo su mirada cómplice permiten todo tipo de vejámenes y violencia sobre la población, pese a la colaboración de fuerzas policiales y militares que brindan protección a esta especie de democratismo que se mueve dentro de los límites de lo autorizado por estas fuerzas que se han convertido en represoras y a la vez reprimidas, pese a algunas complicidades que fungen en el seno mismo de nuestra sociedad, los bolivianos comienzan a despertar y desperezarse, intuyen y se dan cuenta que este supuesto “cambio” no es para bien, que está en un constante embate contra los ciudadanos, sus libertades, sus derechos e incluso los bienes logrados por el propio esfuerzo. El pueblo de Bolivia comienza a entender que entregarse a una dictadura es un suicidio sin retorno y comienza a ver que la impostura ha llegado a límites increíbles al punto de que se siembran odios y falsos enemigos internos tratando de que el país viva en confrontaciones fratricidas.

El Voto NULO fue una respuesta de rechazo a la implementación de este régimen, una bocanada de aire democrático, la decisión soberana de estar unidos, de no seguir dejando que el gobierno divida a los bolivianos para reinar o que aliente conflictos para seguir avanzando en la revolución envolvente de transición al comunitarismo.

Los votos nulos y blancos suman más del 60 por ciento, este es el veredicto del pueblo boliviano y no es poca cosa. ¿Cuál será la próxima estrategia envolvente? Debemos estar alertas y sobre todo unidos, sin alentar pequeños espacios de poderes caudillistas que son el mejor caldo de cultivo para las acciones dictatoriales, y que nos pueden llevar a desperdiciar la acción tremendamente esperanzadora de esta respuesta altamente democrática que nos ha regalado el pueblo de Bolivia.

*Senadora por Santa Cruz- Bolivia.

Enviado por la autora Centa Rek López [rcenta@hotmail.com]

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