Cinco semanas después

Autor: Willi Noack

Publicado: El Nuevo Día, octubre de 2001

En un artículo titulado “EE.UU. va a la guerra, pero ¿qué guerra?”opina el

autor Harold Schumann:”…el riesgo mayor es la escalada del terrorismo.”

(fuente: www.spiegel.de, del 17/10/2001)

En el debate sobre la revancha norteamericana lamenta Marion Kraske que

“…sólo unos pocos amonestadores alzan su voz contra una argumentación

miope que insinúa que el mundo civilizado debe defenderse contra el mal, por

que con esta argumentación quieren justificar cualquier acción militar.”

“Intentos de explicar las raíces políticos de los actos terroristas son

considerados por mucha gente como achicamiento de los horrores

relativizándolos.”

“Los políticos, pero también los comentaristas y periodistas alemanes están,

al parecer, de acuerdo con cualquier respuesta de los EE.UU. sea cual fuere.

Raras veces se encuentra un comentario que analice las consecuencias

imprevisibles de una ofensiva militar.”

(fuente: www.spiegel.de, del 17/10/2001)

La autora norteamericana Susan Sonntag ha denunciado a los políticos y

medios de comunicación de su país, después de los devastadores ataques

terroristas, de “engaño” y de “desinformación”. Dice Sonntag:”La retórica

uniforme monótona no es digna de una democracia. Se trata de atontar al

público.”

(fuente: www.spiegel.de, del 17/10/2001)

“Pobreza y desesperanza -sobre todo de la juventud- representan el caldo de

cultivo ideal para el reclutamiento de terroristas; si además se agrega la

religión como factor impulsor de la movilización, resulta en los hechos que

vivimos actualmente.”

“Todo lo que hacen ahora es…curar síntomas. Sin embargo, ¡debemos atacar las

raíces del problema!”

“La cooperación internacional al desarrollo se ha orientado…en la buena

conducta de gobiernos.”

(Fuente: Hans Reich, CEO de la Kreditanstalt fuer Wiederaufbau)

“¿Por qué siguen discriminando a los productos agropecuarios provenientes de

los países más pobres en los mercados llamados libres?”

(fuente: Editorial Die Welt, del 11/9/2001)

“Para entender lo sucedido es importante considerar que el proceso de la

globalización del neoliberalismo está acompañado de la creación de redes

transnacionales con objetivos políticos, religiosos, económicos y

criminales.” – “Terrorismo es la continuación fatal de un diálogo

fracasado o imposible sobre reformas sociales exigidas.” – “Tenemos que

admitir que el actual modelo de la globalización económica no responde a los

intereses de una mayoría de la población mundial.” – “Esta mayoría

excluida está simultáneamente, a través de los medios de comunicación,

confrontada con el mundo del consumismo masivo de los ricos, teniendo ellos

acceso a este mundo solamente mediante actividades criminales.”

(Fuente: Reconocer los raíces sociales del terrorismo, por Peter

Loch, en: Entwicklung und Zusammenarbeit, 10/2001, del octubre 2001)

Los EE.UU. y sus aliados occidentales “no han entendido las causas de fondo

del terrorismo; los ataques no han sido motivados contra los valores éticos

del Occidente, sino contra su soberbia y materialismo.”

(Ulrich Wickert, moderador alemán de TV; fue fuertemente criticado)

“Los EE.UU. no están totalmente exentos de culpa por los ataques, por su

globalización y su política exterior y seguridad orientada en sus

intereses.”

(Fuente: Vollmer, ministro alemán, Frankfurter Allgemeine, del 14/9/2001)

Más artículos cuestionando la política de la administración Bush en

www.eforobolivia.org, palabra de búsqueda: “Terrorismo”.

Hasta aquí citas que hablan por sí mismas. La discusión pública, si la

hay, va por camino equivocado, engañada por una agenda interesada; no se

analizan las causas de fondo! ¿Prohibido? ¿Cobardía? ¿Manipulación?

He visto por TV el asalto al WTC en Alemania, y durante las semanas posteriores

he podido escuchar opiniones de mucha gente en Europa, que reflejaron

disconformidad con la política oficialista, siempre teniendo en cuenta que la

privilegiada Europa anda por el lado soleado de la calle.

Kuweit era una guerra clínicamente limpia, sin atrocidades (¡en las

pantallas!), mientras Vietnam entró en las casas sin mucha censura, y el

horror de las imágenes coadyuvó en obligar al Gobierno a terminar esta

matanza (mueren 50.000 GI´s y dos millones de vietnamitas). Ahora tenemos

nuevamente una presión de la administración Bush (hijo) sobre los medios de

comunicación que busca acallarlos, con el argumento ridículo de que los mensajes

teledifundidos del Talibán pueden contener instrucciones para terroristas.

El bozal se coloca cada medio por su propia voluntad, recomienda el

gobierno….¡Pobre “Cuarto Poder” despistado!

He navegado mucho en la red buscando información y análisis sobre los

verdaderos intereses de los EE.UU., pero uno encuentra en Internet, por lo

menos en los sitios de gran prestigio por su objetividad informativa, sobre

todo noticias que tienden a distraer al visitante en torno al hecho de que

actualmente los EE.UU. están con la gran aspiración y con la posibilidad

ambiciosa de extender su imperio, su poderío hegemónico. “¡Oil”!, petróleo,

hegemonía, intereses de primera, conseguir sea como sea.

El egoísmo nacional de los EE.UU. tiene símbolos: El NO a Kyoto; no querer sacrificar

el 0,7% de su PIB para la ayuda a los países más pobres (va por 0,2%);

Kissinger; no pagar su cuota a la ONU; guerras comerciales; ALCA;

proteccionismo y subvencionismo ; etc. En sus afanes no respetan las

normas mínimas democráticas de transparencia, de la obligación de responder

siempre con justa proporción entre culpa y castigo.

Es de temer que los objetivos ocultos de los EE.UU. sean tan importantes para

ellos que no midan las consecuencias y que se burlen de las normas de la

convivencia civilizada. Es de temer, por otro lado, que este egocentrismo

desenfrenado conlleva al efecto “bumerang”, y que se desencadene una guerra

con violencias apocalípticas; ántrax tiende a comprobar este temor.

En los años ´60 leí un libro titulado “The ugly american”, el

(norte)americano feo, donde se denuncia que las acciones de éste, también las

supuestamente bienintencionadas, salen por la culata y por lo tanto se vuelve antipático y hasta odioso.

En 1982, el rol del país miembro de la OEA en la guerra de las Malvinas

causó mucho odio entre latinoamericanos. Recuerdo las palabras del alto

funcionario del State Department, Abraham Elliot, que dijo secamente que con

algunos dólares se iban a calmar los ánimos de los latinos. Así funciona la

política yanqui.

Para mí es increíble cómo el Occidente puede permitir esta marcha hacia el

abismo.

* Este y otros artículos sobre el mismo tema en www.eforobolivia.org

fecha: 2001-10-19 23:42:23
autor: Willi Noack

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