CRISIS EN ARGENTINA Argentina (parte I)

Argentina (primera parte)

Autor: Willi Noack*

Publicado: El Nuevo Día, 7.1.2002 Subeditorial

Sub Editorial “El Nuevo Día”

7/01/2002

Argentina
Willi Noack*

Este artículo trata la peligrosa repercusión de la crisis de Argentina sobre Bolivia y tiene relación con mi anterior artículo de reflexiones sobre “Culturas” (El Nuevo Día, 27.12.01). En Argentina hay algunas “culturas” más que originan la actual crisis.
Todos identifican como causa principal de la crisis a la convertibilidad del 1 por 1. Como consecuencia, la industria cordobesa, como ejemplo, se ha ido al Brasil, igual que los turistas argentinos. En cambio, en Bolivia se aplican devaluaciones anuales minimales (7% en 2001), lo que Argentina va a aplicar en el futuro. ¿Se precisará tal vez una devaluación extraordinaria del boliviano? En Bolivia existe menos “interdependencia” entre los sectores poderosos, sean financieros u otros y el Gobierno; en Bolivia el Banco Central es independiente.
El plan Duhalde origina dudas por violar una “regla de hierro” en macroeconomía: medidas que afectan el tipo de cambio deben venir de sorpresa; mentir es permitido, quizás obligatorio, para evitar que sólo unos pocos poderosos, con mucha viveza criolla aprovechen oportunidades extraordinarias (tráfico de influencias), lo que causará más rabia del pueblo contra los privilegiados pícaros.

La política recomendada y apoyada por el FMI ha sido equivocada, igual como en la ex URSS. El FMI es co-culpable. Como un médico medieval han sangrado (con sus recetas de austeridad) al paciente y, cuando le iba peor, han repetido el tratamiento. Pero, si el Plan Duhalde, tal cual, no encuentra el visto bueno del FMI, entonces ¿qué?
El escándalo es de que a 132 mil millones de dólares alcanza la deuda externa, cuando en las cuentas bancarias en el exterior existen 100 mil millones (según la Tv España) de algunos argentinos superricos. Eso es el verdadero meollo. ¿Y Bolivia?
El 80% de los hogares corrientes y comunes argentinos, muchos de la clase media, y empresas pequeñas y medianas tienen deudas en dólares. Estas serán las víctimas principales de la devaluación del peso, si no funciona la “pesificación”.

Aparte de la fuga de capital, hay una evasión tributaria y arancelaria que disminuye la recaudación, con la consecuencia de que la inversión pública es mínima, igual como el caso del Gobierno Municipal de Santa Cruz; Fernando Prado lo denuncia con perseverancia.
Pero, lejos de admitir esta situación, se culpa primordialmente al neoliberalismo y al capitalismo salvaje con bastante justificación. La resistencia global, ATTAC, ha mostrado la “tarjeta amarilla”. ATTAC advierte y lucha contra excesos del modelo. La OMC fue obligada en Doha/Qatar a incluir el tema de la liberalización del sector agropecuario en la agenda en la próxima ronda liberalizadora. Pero se trata de corregir abusos y fallas evolucionando el libre comercio y no soñar con otro. ¿Cuál?

No cabe duda, existe una repercusión psicológica. Hablar de un “nuevo modelo económico” (¿cuál?) es una triquiñuela, y es muy peligroso. Se olvida la Perestroika. Es de suponer que la economía social de mercado está desacreditándose. Para explicarlo: un auto Mercedes no rinde cuando no se le hace mantenimiento, sin que eso signifique que sea un mal auto. No es culpa del modelo, sino de su defectuosa implementación. Se equivoca la gente por confundir causa y efecto.

Lo que caracteriza a Argentina es el egoísmo de grupos poderosos, sin responsabilidad social. Existe allá una economía de mercado, sinónimo con capitalismo salvaje, y no economía social de mercado, que son dos conceptos muy distintos. Por el egoísmo hay cualquier cantidad de escándalos; el pueblo sabe y se siente impotente y reacciona con rabia: una advertencia muy seria para Bolivia. Es una alarma roja la afirmación que es “imposible eliminar verdaderas estructuras de corrupción” (Guillermo Arancibia).
Hay muchas verdades ocultas tabuizadas. Muchas empresas argentinas son incompetitivas no sólo por el tipo de cambio, sino en gran medida también por causa de su ineficiencia, que es su responsabilidad propia.

Argentina, hoy en día, vive en la memoria y gloria de haber sido uno de los 8 países más ricos del mundo. Con Perón empezó la caída. Sin embargo, la era dorada de Perón, quien repartió las arcas llenas heredadas, sigue vigente. Argentina vive en la ilusión de ser un país rico. Pero ahora le toca pagar la cuenta de una fiesta y aterrizar en la realidad. ¿Van a aceptarlo? Nadie puede lavarse la cara sin mojarse. Si optan por parches, postergarán la dolorosa solución de fondo, nada más. “En Santa Cruz comienzan a tener una vida más frugal”, “Cambio hacia la realidad” (Chacho Justiniano). ¿Y Argentina?

Otro factor ponderado es el egoísmo de los países ricos en cuanto a su subvencionismo y proteccionismo agropecuario en el orden de 350 mil millones p.a.; un crimen. Duhalde espera junto con el Brasil condicionar la participación en el ALCA con la eliminación de este crimen.

Como se ve, falta un análisis frío de causas de fondo. Existen semejanzas con Bolivia. No debemos sacar conclusiones equivocadas de la crisis argentina. Y no debemos dar crédito a opiniones interesadas que interpretan de mala fe o por ignorancia los sucesos en Argentina, llegando a conclusiones y recomendaciones equivocadas. ¡Qué se lo cuenten a su abuela! La historia tiene una memoria muy corta. Recordémonos de Bolivia de los años 1984/85. Vuelven cachivaches de la cacha de la abuela: ¿Eso funcionó en países con tantas “culturas” informales? ¡Dos tipos de cambio!

Mañana en una segunda parte de este análisis, comentaré acerca del plan del presidente argentino Eduardo Duhalde.

*www.eforobolivia.org

fecha: 2002-01-07 14:26:32
autor: Willi Noack

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