Argentina: Fuga de capitales

Autor: Willi Noack

Publicado: El Nuevo Día

Argentina: Fuga de capitales

Willi Noack

Supongo que muchos de los lectores utilizan el Internet. Este artículo está publicado en www.eforobolivia.org en la sección “Nuevo en el sitio”; se encuentran todos los documentos que respaldan este artículo de opinión. Desde el artículo electrónico es fácil acceder a ellos mediante los hipervínculos para profundizar sus estudios.

El gran tema de estos días se llama Argentina, del cual el lector dispone de información por la amplia cobertura en los medios. Debemos interpretar los sucesos desde una óptica boliviana: ¿Qué debemos aprender de la lección argentina? Sobre el contrabando hormiga, la falta de transferencias a familias bolivianas desde Argentina, sobre el retorno de miles de bolivianos a su patria y temas similares he leído y escuchado buenos comentarios, pero no encuentro, lamentablemente, en nuestros medios muchas reflexiones profundas sobre las causas de fondo de la crisis argentina. Estas reflexiones profundas son indispensables para que Argentina utilice esta crisis para convertirse en una nueva sociedad con un nuevo Estado, según Mario Vargas Llosa, y para que Bolivia no saque conclusiones equivocadas.

Una prueba ácida para medir la determinación hacia la renovación de la sociedad y del Estado será como se manejará el caso de la fuga de capitales. Si este escándalo no se aclarara, Argentina pierde la credibilidad, pues se impondría la “rosca mafiosa”. Pero si, por lo contrario, se aclara este escándalo con las consecuencias que prevé la ley, sería una señal tan clara como si en Bolivia se lograría cobrar impuestos a todos. Ambos pueblos urgentemente necesitan esta clase de señales claras.

El problema de imponer la ley esclareciendo escándalos, es la falta notoria de testigos. Él que calla, otorga. La sociedad tiene las autoridades que se merece y los testigos callados con encubridores. Reformar la sociedad significa terminar con la corrupción que es producto del comportamiento de la gran mayoría de la sociedad, caracterizado por su permisividad y sus actos pequeños de dar o recibir coimas, como parte de una “subcultura”.

La fuga de capitales y las cuentas suizas son una realidad. Pero si, pese a las confirmaciones de testigos valientes, no se lluminan estos escándalos, la confianza de todos en esta sociedad será nula; este Estado no será viable.

Este es la lección que Bolivia debe aprender.

El Canal de TV “Río de la Plata” presentó muchos detalles sobre la fuga de 20 o, quizás, 30 mil millones de dólares, sobre la existencia de cuentas secretas suizas del expresidente Menem (que, según especulaciones vertidas, tiene una fortuna de entre 500 hasta 1000 millones de dólares), quien negó enfáticamente tenerlas. Si la sociedad argentina entre parlamento, gobierno, jueces, medios de comunicación, policía, aduana y personas particulares no logra parar y revertir esta situación, no habrá renovación y Argentina va a hundirse más.

¿Con qué derecho moral se puede pedir a la comunidad internacional, en nombre de la solidaridad, una ayuda que proviene de las contribuciones impositivas de los contribuyentes de estos países, si se permite y encubra una semejante fuga de capitales que llevó el sistema financiero argentino al colapso? Puede haber corresponsabilidad admitida del FMI y de otros, pero la responsabilidad principal radica en la sociedad que permite estos robos a la colectividad. ¿Cómo puede pedir esta sociedad ayuda externa solidaria cuando grupos poderosos nacionales vacían las arcas sistemáticamente? ¿Cómo se puede esperar que inversionistas internacionales volverán a invertir cuando no hay seguridad jurídica?; las empresas españolas con fuertes inversiones en Argentina perdieron 20 mil millones de dólares de valor bursátil.

La fuga se realizó, según denuncias, con 358 camiones blindados (sin contar los barcos para llegar a Colonia, Uruguay, aviones y un sistema armado para transferir narco-dólares) según opiniones escuchadas. En una valija de 60 kilos se pueden transportar 4 millones en billetes.

El futuro de Argentina está ahora en gran medida en manos de una comisión conformada por 11 diputados que, en 120 días, deben esclarecer este escándalo. Si no lograrán desmantelar la mafia, no habrá futuro para Argentina.

Finalmente, si los países ricos realmente quieren ayudar a los países en vías de desarrollo, deben eliminar el proteccionismo y subvencionismo de sus sectores agropecuarios.

fecha: 2002-01-19 20:23:40
autor: Willi Noack

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