Capital Humano y Competitividad — 7/02

Capital Humano y Competitividad — 7/02

Autor: Willi Noack

Publicado: El Nuevo Día, 29.7.2002

(29/07/2002)
Capital Humano y Competitividad
Willi Noack*

En el artículo anterior boliviacompetitiva.org concluí con recomendar las políticas identificadas, pudiendo consultar en www.boliviacompetitiva.org, con el fin de lograr mejores niveles de competitividad boliviana, pero para concentrarse en el factor estratégico que es el Capital Humano (CH). El subdesarrollo se debe, entre otros, a la incompetitividad.

La competitividad es condicion sine qua non, aunque no suficiente, para que la economía crezca.

Está científicamente analizada la incidencia de la religión, de la confianza, de “culturas”, de la idiosincrasia, de las preferencias colectivas sobre el desempeño socioeconómico de una sociedad.

¿Cuáles son las causas de fondo de la baja competitividad registrada en algunos países? Indagar en causas de fondo significa buscar el origen de la enfermedad de un pueblo. Al parecer, hay un cierto convenio en identificar lo que no lastima al amor propio, la autoestima, la imagen proyectada, adherirse a corrientes de opinión mayoritariamente aceptadas y respetar los tabúes. El resultado es una piadosa automentira, pues se identifican todas las causas, menos algunas que son las determinantes.

Un mal diagnóstico significa una mala terapia. Además, se describen con lujo de detalle los síntomas de la enfermedad, eso sí, pero evitando en muchos casos la búsqueda de la verdadera respuesta a la pregunta clave: ¿Por qué existen los síntomas? Esta tendencia corresponde a todos los seres humanos – ¡en mayor o menor grado!

¡Cuán más cómodo es atribuir un fracaso a factores externos incontrolables que asumir responsabilidad personal! ¿Ejemplos? ¡Sobran! Actualmente, se acusa de la crisis argentina al FMI – y no a las estructuras mafiosas de exclusiva responsabilidad doméstica. Otro ejemplo: La crisis del agro se debe, teóricamente, al Niño y a la Niña, cuando estos dos ya pasaron a la historia -¡y no al desempeño individual o grupal del sector agropecuario! El subdesarrollo del país se “debe” a su mediterraneidad, bienvenido un experto que lo confirma. Otro: El “modelo” no sirve, y negamos rotundamente el hecho de que las estructuras inhiben su buen desenvolvimiento. Ejemplos sin fin.

La exclusión, la marginación de grandes sectores de la población, ¿acaso no son resultado de la misma sociedad? Si el egoísmo individual o grupal no se contiene, por supuesto que la corrupción se convierte en un mal endémico, y la evasión tributaria y arancelaria en un fenómeno generalizado. Si valores como cumplimiento, puntualidad, disciplina, ambición de superación personal, honestidad y otros similares no son normas de todos y de cada uno, aparecen los síntomas que en su conjunto resultan en incompetitividad, pues los competidores se rigen bajo estas normas.

Si mejorase la educación llegando a niveles comparativos con los países más avanzados, poco o nada cambiaría si la falta de respeto de las normas continúa; el egoísta sería mejor formado.

¿Cómo cambiar padrones de comportamiento social? Ayudan la transparencia obligatoria, la institucionalización, el condicionamiento, la aplicación imparcial de las reglas de juego con vara y zanahoria, insistir en la responsabilidad social y otros principios similares.

Resumen: todos los métodos para incrementar la competitividad son tan buenos y exitosos como los agentes intervinientes que determinan al final, su éxito o fracaso.

Más sobre el tema en www.eforobolivia.org

Willi Noack es PhD. Consultor

fecha: 2002-07-31 15:21:48
autor: Willi Noack

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