Alarma, falsos profetas (II)
Alarma, falsos profetas
Autor: Willi Noack
Publicado: El Nuevo Día, 9.3.2002
(09/03/2002)Opinión
Alarma, falsos profetas (final)
Willi Noack *
La materia de la macroeconomía es complicada; es difícil formarse un criterio correcto sobre, por ej. la capitalización, la variante boliviana de la privatización, de las empresas estatales, y consecuentemente es muy vasto el campo para que se proliferan muchas creencias, mentiras y semiverdades y, por lo tanto, también es el campo ideal para la demagogia, definida por la Real Academia Española como el “halago de la plebe para hacerla instrumento de la propia ambición política” (cita).
Parece que eso sucede cuando el candidato Jaime Paz Zamora propone algo que, y lo debe saber a ciencia cierta, no conviene a Bolivia, pues conoce la política socialdemócrata europea como la palma de su mano, siendo líder del movimiento socialdemócrata mundial, y si se hubiera olvidado, que lea los programas en el Internet del Partido Socialista Obrero Español, Labour Party de Inglaterra, Partido Social-demócrata de Alemania; ninguno de estos partidos socialdemócratas contempla en su programa la renacionalización total o parcial de las empresas privatizadas.
Insisto: aquí no se trata de analizar un determinado partido político, sino una propuesta proselitista.
Cambiar el paradigma, o sea, el modelo vigente desde agosto de 1985, es altamente riesgoso, pues destruye la confianza de potenciales inversionistas en Bolivia; actualmente se puede estudiar en Buenos Aires lo que significa la deplorable pérdida de la credibilidad y la solvencia fiscal.
Bolivia debe ejecutar convenios internacionales al pie de la letra y abstenerse de “retocarlos”, so pena de perder credibilidad.
Un negocio cerrado debe ser cerrado, por más que posteriormente resulte desfavorable.
Punto y basta.
La partidización es el flagelo reconocido públicamente, por ej. en el Diálogo Nacional 2000.
Más Estado en las empresas de los sectores hidrocarburos y minería, felizmente despartidizadas y ahora funcionando bajo principios de eficiencia, logrando competitividad, significaría volver al nepotismo, al prebendalismo, a más corrupción.
Si hay dudas fundamentadas demagógicamente alimentadas sobre la tajada “justa” que toca a Bolivia,
¡que se mejore la transparencia!,
¡que el pueblo sepa en vez de adivinar!,
¡que se compare la conveniencia para Bolivia!,
¡que la fiscalización sea más rigurosa!,
¡que la Superintendencia comunique más y cada vez mejor!
De esta manera se puede contrarrestar tales propuestas nacionalizadoras demagógicas, denunciando los argumentos arriba mencionados, pero al parecer, las propuestas representan un camino hacia el poder, el dulce poder.
La propuesta de la renacionalización va en la dirección opuesta a la evolución y el mejoramiento del funcionamiento del modelo de la Economía Social de Mercado.
Resulta bastante fácil imaginarse los problemas emergentes cuando los partidos, según el cuoteo, quieren colocar sus militantes.
Ahora estas empresas pueden ser consideradas protagonistas por un estilo moderno de administración empresarial.
La propuesta “intervención” significa cambiar las condiciones originales de una inversión. Lo que era rentable y relativamente segura, ya no lo es. Se pueden estudiar las consecuencias de tales maniobras en Argentina, pues los afectados se defienden contra impuestos nuevos y otras nuevas intervenciones del Estado, a través de incrementos de los precios (y ningún D.S. del Estado los para), despedir personal, parar sus inversiones y, por ende, desinvertir, palabra cínica que quiere decir: irse a otro país donde las condiciones son mejores, hoy y mañana. ¡Hay tantos países, con riesgo-país mejor que Bolivia!, que se ubica en el ranking 110 de unos 180 países.
Quizás no son los partidos políticos las instancias indicadas que deben, ¡en plena campaña!, pronunciarse urgentemente sobre este tema del mejor modelo para Bolivia, sino instituciones y organizaciones de alta credibilidad y solvencia moral, que se distinguen por su imparcialidad partidaria, orientando objetivamente a los electores.
Documentos que respaldan este artículo de opinión a consultar en www.eforobolivia.org
* Willy Noack es Consultor.
fecha: 2002-03-09 15:53:44
autor: Willi Noack
