¿Votar por percepción?

Autor: Willi Noack

Publicado: El Nuevo Día, 5.6.2002

(05/06/2002)

¿Votar por percepción?
Willi Noack*

Las percepciones, como bien se sabe, es lo que la gente cree, lo que la gente proyecta basándose en sus creencias y lo que genera expectativas, pero poco o nada respaldadas por justificaciones analíticas sólidas.

Estoy hablando del respaldo que el 24% o 42%, según la encuesta consultada, presta a la candidatura de Manfred Reyes Villa (MRV). Para decirlo de entrada: he estudiado su “programa”, he escuchado en vivo y directo a MRV (ahora espero su intervención en el gran debate el 9 próximo, que parece no le gusta), y me impresiona como alguien que genera expectativas que no va a satisfacer.

Si a través de una encuesta una mayoría afirma que dos más dos es cinco, se trata de un resultado democráticamente aprobado por mayoría, pero falso. Si los medios de comunicación social masiva publican el falso resultado, muchos lectores indecisos, que no conocen el resultado correcto, van a asumir que 5 puede ser correcto, pues la mayoría piensa así, pero cinco sigue siendo falso resultado.

Si un profesor de matemáticas pretende corregirlo, se enfrenta con una masa de ineptos, no estudiosos, creidores, adivinadores, que defienden su derecho democrático de tener una percepción de que 5 es correcto. El profesor, representante de la elite (pues sabe) queda fuera de juego (off-side).

En muchos editoriales y artículos de opinión el candidato MRV está siendo cuestionado, pero, aparentemente, esto no influye para repensar las preferencias en base a percepciones. (Otras investigaciones de percepciones son las de T.I. sobre la corrupción, o sobre la capitalización.)

Miguel Urioste criticó recientemente a muchos periodistas diciendo “En la mayoría de los informativos de televisión o radio se mezcla y confunde intencionadamente la noticia con la opinión del comentarista.” (La Razón, 29.5.2002). Creo que los periodistas tienen la obligación ineludible de decir y comprobar que 2 más 2 es 4, en vez de hacer de caja de resonancia. Es complicidad, ojalá involuntaria, decir que “…en siete ciudades prefieren el plan del candidato de NFR, MRV” y “…para 30% el plan “Cambio Positivo” de NFR es el mejor”. Correcto sería decir: “…en siete ciudades el candidato NFR logra captar la preferencia por su persona.” ¡El plan que no juega un papel importante y primordial en la asignación de la preferencia, aunque debería.

En las encuestas deberían preguntar no sólo la preferencia, sino también en base a qué criterio existe la preferencia. para distinguir entre el voto por creencia con fundamento analítico y, por otro lado, el voto por la percepción “hormonal” (churro, guapo, buen mozo, etc.), pero sin analizar las cualidades ineludibles que debe ostentar el próximo Presidente.

El daño, seguro, es preocupante. Otra vez, Bolivia se dotará de un gobierno democráticamente elegido que, probablemente, no servirá para resolver la crisis económica, reducir la corrupción y pacificar el país mediante la mitigación de la exclusión de grandes contingentes de la población.

Hay un proverbio que reza que si me dejo engañar la primera vez es culpa del pícaro que supo “tumbarme”, pero si el mismo gil me defrauda por segunda vez, ya es culpa mía por ser tonto.

Duele ver con tanta claridad que Bolivia está yendo por un camino equivocado, por dejarse llevar por preferencias similares a la elección de una “magnífica“.

Recorten este artículo para leerlo nuevamente 6 meses después del 6 de agosto.

Si quieren conocer los programas de los partidos, invito a visitar www.eforobolivia.org

*Willi Noack es PhD. Consultor

fecha: 2002-06-05 14:03:24
autor: Willi Noack

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